Hacia un 2023 de lucha por Memoria, Verdad y Justicia

Para avanzar en el 2023 hay que volver a tomar las calles por Memoria, Verdad y Justicia hasta lograr más condenas a represores y cómplices civiles y eclesiásticos.

0
277

 “(…) Los documentos desclasificados fueron entregados por la secretaria general del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Anne-Marie Descótes, al vicecanciller argentino, Pablo Tettamanti, en presencia del embajador nacional en Francia, Leonardo Costantino, en el marco de la XII Reunión de Consultas Políticas de Alto Nivel entre ambos países, que se celebró en París. La Cancillería destacó que estos archivos diplomáticos desclasificados por Francia contienen información ‘valiosa’ relativa a violaciones de los derechos humanos cometidas en Argentina.” (Página12, 22/11/22)

 

El Ministerio de Relaciones Exteriores francés le entregó al gobierno argentino archivos diplomáticos desclasificados de la dictadura al gobierno argentino. Celebramos esta noticia que nos llegó en noviembre. Pero para que no sea una foto para distribuirla a la mirada nuestra y de todo el mundo, y no quede sólo en eso, hay que avanzar. Así es un gol anulado por el VAR. Para que se logren los goles, como los que la Selección concretó en Qatar para ganar la Copa del Mundo, se deben entregar a sus auténticos dueños: los organismos de derechos humanos que siguen en la pelea por los históricos y actuales reclamos. Ahí sí podemos decir que estamos cerca de ganar la Copa.

Porque la información, para que sea útil al avance de las investigaciones, el enjuiciamiento a los culpables y cómplices, la búsqueda de nietos/as nacidos/as en cautiverio y apropiados/as, debe ser entregada a quienes ponen cotidianamente su fuerza en las calles, en las audiencias en los juicios, para avanzar. No para esconderlas entre cuatro paredes y colaboren de esa manera con la impunidad.

La pelea por los ataques a las libertades democráticas se puso en el centro de la escena

Ha sido un año de conmociones. Y no nos referimos, desde ya, a la polémica sobre la resolución de la Corte Suprema de Justicia sobre los fondos que beneficia a la Ciudad de Buenos Aires. Ese es un “entripado” que van a resolver “entre ellos”, donde nosotros somos espectadores de una distribución de “pesos” que, vayan para un lado o para el otro, no van a significar mejoras en nuestras condiciones de vida.

Nos referimos, en primer lugar, al intento de atentado a la vida de la vicepresidenta de la Nación. La respuesta de los/as trabajadores y sectores populares, junto a quienes estuvimos al lado de ellos, fue masiva y contundente. Así se paran los ataques y así se realizó en esa oportunidad, más allá de las posteriores “vueltas” de la Justicia, que dan una imagen de estancamiento total en la causa.

El otro golpe importante fue  el fallecimiento de Hebe, y otras Madres y Abuelas que también la acompañaron en su heroica epopeya, como Haydeé Gastelú, perteneciente a Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Lo que Hebe y todas ellas aportaron y, las que están, siguen aportando a la pelea por los derechos humanos, es inconmensurable. La recuperación de la identidad del nieto 131 en este diciembre es una muestra de ello.

Se ha avanzado en las condenas a más genocidas, aunque a cuentagotas. En la causa Campo de Mayo recibieron condena 19 represores, 10 a reclusión perpetua y 9 con penas menores, entre 4 a 22 años de prisión. Las víctimas de ese centro fueron contabilizadas en 350. Entre ellas, existía una mayoría de trabajadores/as de los establecimientos de Dálmine, Siderca, Mercedes Benz, Ford, Del Carlo, Astilleros Astarsa, ceramistas de Lozadur y Cattáneo, frigorífico Martín Fierro, ferroviarios, trabajadores de los laboratorios Nasar, Squeeb, Oramon, estatales, trabajadores de la Salud de los hospitales de San Miguel y San Fernando.

¿Por qué sería ese ensañamiento con el movimiento obrero…? Quizás le tenían un poco de miedo a que estuvieran a la cabeza de la lucha de los/as explotados y oprimidos/as y cambiaran la historia, ¿no?

En el juicio de Vesubio III, largamente demorado por la pandemia, se resolvió en abril con las condenas a perpetua a 3 años y medio de prisión a 6 ex miembros del SPF y 2 exoficiales del Ejército. Se tomó en cuenta en forma específica la violencia sexual cometida contra las víctimas. En la causa ESMA VI se condenó a 15 años de reclusión al ex policía Mario Sandoval, largamente prófugo en Francia, extraditado en 2019.

En el distrito de Mercedes, provincia de Bs As, hubo condenas a prisión perpetua para 3 exsubtenientes del Ejército que actuaron en el Regimiento de esa localidad; otros 2 acusados fueron absueltos. Otros 4 acusados no llegaron a juicio porque fallecieron; así quedaron impunes los que sumaron decenas de víctimas en esa zona de la provincia de Buenos Aires.

Por los delitos cometidos en el centro clandestino Automotores Orletti fueron condenados a prisión perpetua dos ex integrantes de la Policía Federal, Oscar Roberto Gutiérrez y Rolando Oscar Nerone, ya sentenciados en otra causa y absueltos previamente en ésta en 2017, que fue dada vuelta.

En otros distritos del interior del país se resolvieron condenas en Jujuy, Bahía Blanca, en el distrito de San Rafael, Mendoza.

Las contracaras nefastas son la absolución de un ex gerente de Mercedes Benz, que ya había sido condenado y la Justicia, “a pesar del conocimiento que pudiera haber tenido”, en letra de la jueza de la causa, dio marcha atrás. Un premio a los delatores de guante blanco.

Con los importantes logros obtenidos hasta el presente, el gobierno y sus instituciones siguen haciendo esfuerzos denodados por cerrar el ciclo de avance constante. Están empujando desde las instituciones del Estado y sus lacayos para que nos quedemos conformes con lo ya logrado que, aunque sea inmenso y único en el mundo, sabemos que hay fuerzas y reservas para ir por más. Y hay decisión para ir por más.

“La Justicia federal condenó a 1.088 militares en los últimos 15 años, un 30% sobre el total de los ex funcionarios investigados, según datos de la Procuraduría de Crímenes de Lesa Humanidad, que analizó Infobae. Los organismos de derechos humanos y las autoridades destacan la ejemplaridad del proceso judicial en comparación con otros países. Sin embargo, este fenómeno se opaca con otra cifra: hubo casi tantos militares condenados como los que murieron sin ser juzgados, a la espera de un juicio oral que dictamine si fueron culpables o inocentes. Fueron 1.023 las personas imputadas por delitos de lesa humanidad que nunca escucharon su sentencia”. (Infobae, 16/10/22)

Se logró el rechazo al pedido de libertad condicional de Alfredo Astiz, condenado a cadena perpetua en dos oportunidades, genocida merecidamente repudiado si los hay.

La contracara es que a marzo de este año, 37 de ellos continuaban prófugos y, además, del número de condenados 551 tienen prisión domiciliaria. Domiciliaria que más de una vez los han encontrado incumpliendo… total, los “vigilan” sus pares… Un beneficio que no merecen estos señores que han cometido las mayores atrocidades en materia de derechos humanos y, además, no brindaron ni brindan ningún dato para poder recuperar nietos apropiados o restos de víctimas que las familias buscan. Son colaboradores hasta el final de sus días del genocidio cometido por la última dictadura.

¡Para avanzar en el 2023 hay que volver a tomar las calles por Memoria, Verdad y Justicia hasta lograr más condenas a represores y cómplices civiles y eclesiásticos y frenar la catarata de domiciliarias!

Los juicios continúan, la mayoría por zoom, cuando la presencialidad sabemos que le imprime más firmeza y se pueden expresar en la entrada o en los alrededores de los tribunales, los familiares y sus reclamos. No es poca cosa cuando la movilización en la calle ha sido la ley en nuestro país y la que nos dio el resultado más valioso.

Junto con el reclamo de aceleración de los juicios, frenar el alud de domiciliarias otorgadas es una necesidad imperiosa para avanzar. Hacemos nuestras las palabras de la luchadora Analía Kalinec para tomar esta bandera hasta lograrlo.

“(…) ‘salidas transitorias para afianzar y mejorar lazos familiares y sociales’. ¿Otra vez? El pedido había sido rechazado por todas las querellas y por la fiscalía, incluso desde Historias Desobedientes también nos pronunciamos en aquella audiencia el 19 de febrero de 2020. (…) la falta de arrepentimiento de este hombre que no solo sigue pensando que lo que hizo estuvo bien (secuestrar, torturar, desaparecer, matar, arrojar personas al mar), sino que además guarda información acerca del destino de los desaparecidos y de los bebes nacidos en cautiverio (…)”. (Analía Kalinec, Sueño con serpientes, Desobediencia de Vida, Familiares de Genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, pág 205)

El clamor de las/os luchadoras/es viene de todos los ángulos. La rebeldía al genocidio se multiplica en nuevos actores, en las nuevas generaciones, no se paró en la figura de las heroicas Madres que dieron el puntapié inicial. Le siguieron Abuelas, Hijos y hasta Desobedientes de sus padres genocidas. Así como muchos/as que, sin estar identificados/as con ninguna agrupación, colman las calles como lo hicieron para repudiar el ataque a la vicepresidenta, los zarpazos reaccionarios, estar presentes los 24 de Marzo.

¿Por qué será? ¿Será porque estamos en un mundo muy desigual y los atropellos cotidianos son la moneda corriente en todos los terrenos, no sólo el de los derechos humanos? ¿Porque conseguir un “laburo” ya es una epopeya y un “buen laburo” una superepopeya? ¿Porque estudiar y, al mismo tiempo laburar, es otra de más calibre aún? ¿Porque ser un/a joven luchador/a ya es un delito? ¿Porque se han sumado dramáticos casos de muertes de jóvenes por parte de las fuerzas represivas, como el de Santiago Maldonado, Facundo Castro? ¿Porque hubo “suicidios” en comisarías y Tehuel y Guadalupe siguen desaparecidos/as?

Es por eso y mucho más. En un mundo tan desigual, con amenazas cotidianas a las libertades democráticas y a los derechos adquiridos en décadas, las nuevas generaciones se ponen de pie, como se pusieron las Madres frente a Videla, aunque sea en un contexto muy distinto.

Los primeros pasos de estos desafíos se están dando. Hay que potenciarlos, concretarlos, llevarlos adelante con firmeza y decisión. Hasta que nuestros enemigos retrocedan. Porque son los capitalistas y sus lacayos de todo pelaje a los que enfrentamos y es una durísima pelea.

Nosotros/as no retrocederemos jamás. Porque vamos por más conquistas, por más genocidas y cómplices presos con pena efectiva, por más nietos recuperados, por la entrega de los documentos de la dictadura guardados bajo siete llaves por el gobierno y el Vaticano, por la defensa de las libertades democráticas.

 

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí