
En el día de ayer, cerca de las diez de la noche, tuvo lugar otro femicidio. Esta vez en Villa la Angostura, provincia de Neuquén. La víctima es Guadalupe Curual, una piba de 21 años que se presume fue asesinada por su ex pareja Bautista Quintriqueo. Guadalupe había hecho al menos tres denuncias contra su ex pareja por amenazas y, pese a que sobre Quintriqueo pesaba una orden de restricción, otra vez la desidia del Estado tuvo consecuencias irreparables.
Guadalupe Curual era madre de una bebé de un año y trabajaba como empleada en una panadería. Si lo pensamos, no pasó mucho tiempo desde el femicidio de Úrsula Bahillo en Rojas, provincia de Buenos Aires y de los discursos del presidente Alberto Fenández, quien recibió a Patricia Nasutti, la madre de Úrsula en la Casa Rosada. Sin embargo, más allá de promesas vacías y discursos pomposos que pretendieron decretar el fin del patriarcado, seguimos teniendo un “Ministerio de la Mujer y la Diversidad que no sirve para nada. Una Ministra que habla en los medios y en las redes sociales como si ninguna responsabilidad fuera suya.” Y mientras tanto, ¿hasta cuándo? Sigue habiendo un femicidio cada 23 horas en Argentina.
Según trascendió a través de medios locales, el femicida no sólo amenazó previamente a Guadalupe sino que , después de llegar de un viaje, fue hasta la casa donde ella vivía con una amiga. En ese momento ambas salieron corriendo hasta la avenida Arrayanes, la principal de la ciudad. Varios vecinos y turistas intentaron frenar al violento, pero logró alcanzarla y asesinó a Guadalupe con un enorme cuchillo. La mató a puñaladas en plena calle.
Bautista Quintriqueo, luego de herir a otra persona que quiso interponerse a su huída, intentó quitarse la vida. Luego de ser detenido por la policía fue internado en el Hospital de la ciudad. El caso hoy está en manos del Fiscal Adrián De Lillo, del Juzgado Multifueros de la ciudad de Villa La Angostura.
Por su parte, amigas, amigos y vecinos se convocaron para protestar frente a la Comisaría 28 para exigir justicia por Guadalupe. Porque el femicida la amenazaba, ella pidió ayuda, hizo la denuncia y no recibió ninguna respuesta por parte del Estado. Ese estado y sus instituciones que junto al gobierno y la ministra Gómez Alcorta son los principales responsables de que los femicidios se sucedan sin tomar ninguna medida efectiva para detenerlos, demostrando un profundo desprecio por la vida de las pibas.
Al movimiento feminista, los amigos y familiares y a una enorme mayoría social sí nos importa y exigimos una vez más justicia, por Guadalupe, por Úrsula y por todas. Decimos, gritamos, y no nos vamos a cansar de decir y organizarnos por #NiUneMenos y porque Vivas y libres nos queremos.