Hace pocas horas el Ministerio de Salud de Gaza informó de al menos 500 muertos tras un letal bombardeo israelí sobre un hospital.
De confirmarse el bombardeo al hospital al-Ahli, sería el peor ataque de Israel contra civiles palestinos desde el año 2008.
El bombardeo ocurre mientras el precario sistema de salud gazatí se encuentra al límite de sus capacidades, por la ingente cantidad de fallecidos y heridos por día que dejan los ataques israelíes. Además, los centros de salud están al borde de quedarse sin suministro eléctrico, lo que los dejaría inoperativos.
El brutal ataque coincide con el recrudecimiento de la política genocida israelí, que desde que estalló el conflicto está impidiendo la llegada de ayuda humanitaria a Gaza, donde viven más de 2,3 millones de personas.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dependiente de la ONU, anunció que tiene listas tres toneladas de alimentos para ser entregadas a los palestinos en Gaza, pero que el bloqueo de Israel impide que lleguen a destino.
La situación es tan grave que incluso los aliados y cómplices de la brutal política israelí intentan «lavarse la cara» mostrándose «humanos» pidiéndole a Israel que deje entrar la ayuda humanitaria, como es el caso de la Unión Europa, pero que en los hechos apoya las acciones terroristas del sionismo.
Nuestro repudio total a la masacre del Estado de Israel en el Hospital Al-Ahli en la ciudad de Gaza en la que se estima al menos un saldo de 500 muertos. ¡Hay que detener el genocidio en Gaza! Hace falta una jornada mundial de lucha en defensa del pueblo palestino
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) October 17, 2023
El ataque de esta tarde es la continuación de mortíferos bombardeos que se repiten día tras día. Un reportero de la agencia AP que trabaja desde el lugar testimonió como en la madrugada de este martes trasladaban unos 50 cuerpos envueltos en sábanas al Hospital Nasser, en la localidad de Khan Younis, mientras sus familiares se agolpaban en la puerta para identificar y reclamar los cuerpos.
El Ejército israelí asegura que sus ataques van dirigidos contra infraestructura de Hamas, pero en realidad aprovechan para llevar adelante su brutal política de limpieza étnica.
Las potencias capitalistas (en particular EE.UU. y la UE) han decidido ser cómplices incondicionales de esta política genocida criminal. Usando como excusa la violenta incursión de Hamas del pasado 7 de septiembre, están masacrando al pueblo palestino en Gaza.
Según las autoridades sanitarias locales, hay actualmente otras 1200 personas sepultadas bajo los escombros de Gaza. Mientras, tropas israelíes se reúnen cerca de la frontera y se mantiene latente la amenaza de una invasión terrestre, lo que podría magnificar aun más la escala del genocidio.