Que el genocidio realizado por el estado sionista y ultra derechista de Israel viene realizando en Gaza, no ha dejado indiferente a nadie, es cosa harto comprobada. Las distintas repercusiones en estos días ante el parcial y provisorio alto el fuego en la región es otra prueba más de aquello[1]
El intelectual italiano Enzo Traverso, si bien se declara no experto en Medio Oriente, ha seguido de cerca dicha problemática y al ser un estudioso del siglo XX, el Holocausto o la denominada “cuestión judía”, sus intelectuales y cómo ésta ha impactado en el marxismo, forman parte de su frondosa producción[2]
En Gaza ante la historia, señala en su prefacio:
He intentado escrudiñar con ojo crítico el debate político e intelectual que ha suscitado la crisis de Gaza, tratando de desenredar el nudo de historia y memoria que la envuelve (p 8)
Pareciera ubicarse como un mero narrador de los sucesos que se abrieron con la acción de Hamas el 7 de octubre de 2023 y dejar a los futuros historiadores una valoración más precisa de lo ocurrido. Por suerte, esto no es así y como él mismo ha declarado en más de una oportunidad “no soy un historiador imparcial y me involucro valorativamente en lo que narro”, esta premisa, según vayamos avanzando en la lectura, quedará suficientemente expuesta
Sostenemos sin ningún tipo de duda que el gobierno israelí (no sin contradicciones y resistencias de parte de la sociedad civil) perpetró el mayor genocidio desde la Segunda Guerra Mundial en el gueto de Gaza, mientras pretende presentarse como la “víctima de la barbarie árabe”[3]. Traverso enfatiza:
Mientras destruye Gaza bajo una lluvia de bombas, Israel se presenta como la víctima del “mayor progromo de la historia desde el Holocausto”. La escena es bastante paradójica. Es como si asistiéramos a una especie de juicios de Nuremberg a la inversa, donde no se juzgan los crímenes cometidos por los nazis, si no las atrocidades (indiscutibles) cometidas por los aliados (p 15)
El italiano recuerda a sus lectores que la masacre (especie de “solución final” y “limpieza étnica” del pueblo palestino) que el gobierno ultra derechista de Netanyahu (condenado por la Corte Penal Internacional) lleva a cabo, encuadra en la categoría de genocidio, establecida por la Convención de la ONU en 1948[4]. Israel es el verdugo y el pueblo palestino, despojado de su tierra en 1948, la víctima. Tener en claro esto, es lo que le permite señalar que:
El 7 de octubre no es un estallido repentido de odio, tiene una larga genealogía (p 18) y La destrucción de Gaza es el objetivo de la ofensiva israelí (p23)… Junto a las declaraciones rituales sobre el derecho de Israel a defenderse, nadie menciona nunca el derecho a los palestinos a resistir frente a una agresión que dura desde hace décadas, porque nadie reconoce que los palestinos tienen una historia (p 28)
Volveremos, porque volverá el autor, sobre el 7 de octubre y Hamás. Más adelante recuerda cómo la política de apoyo irrestricto a Israel pasó a ser razón de estado en Alemania y no sólo allí. Las paradojas de la historia pueden verse en que supremacistas blancos en los EEUU y la ultra derecha más rancia en el resto del mundo, se hayan alineado sin tapujos con Israel, apoyándose en criterios racistas (“la línea de color”), fogoneados con múltiples fake news impartidas desde las cloacas de las redes sociales, con “argumentos” que aluden a los mitos más extravagantes.
El autor se ubica bien cuando menciona la marcha del 26 de noviembre de 2023 en París, en una especie de “frente único” de oficialistas y opositores por las calles de la capital francesa, esgrimiendo el derecho israelí a defenderse aduciendo una supuesta lucha contra el antisemitismo. Distingue anti semitismo de antisionismo y remarca que el primero se expresa hoy bajo el nombre de islamofobia. Declaraciones de integrantes del gobierno israelí y oficiales de su ejército, dan sobrada muestra de esta postura. El libro es generoso en ejemplos al respecto.
En relación al 7 de octubre y la posición que, al menos en este trabajo, tiene sobre la misma es bastante clara[5]. Ya había señalado que dicha acción no era un trueno en un cielo despejado. Eso le permite constatar:
Gracias a Hamas, los palestinos parecían capaces de pasar a la acción y no solo de sufrir. Esto puede parecer lamentable si se mira cono ojos europeos o estadounidenses, pero una parte de los palestinos no ocultó su satisfacción por la masacre del 7 de octubre. Por una vez, el terror, la impotencia, el miedo y la humillación habían cambiado de bando (p 74)
¿Eso significa brindar un apoyo político irrestricto? ¿No hay una caracterización sobre Hamas, además de reconocer que expresa un gobierno legítimo en Gaza? El texto se pregunta y se responde:
¿Debemos criticar el fundamentalismo, el autoritarismo, la naturaleza antidemocrática, misógina y reaccionaria de este movimiento? Sin duda alguna. En una sociedad libre, Hamás sería sin duda el principal enemigo de la izquierda. En las circunstancias actuales, opone resistencia militar al genocidio que se está produciendo. Hoy goza de la indulgencia de los palestinos que sufrieron bajo su dictadura. No se fusila a dirigentes que defienden una ciudad sitiada (p 75)
Incluso da en la tecla, cuando trata de reseñar el origen de dicha organización con la primera Intifada y se consolida tras los acuerdos de Oslo de 1993 con la capitulación de gobiernos y organizaciones árabes:
El 7 de Octubre y la guerra de Gaza ratificaron el fracaso de los Acuerdos de Oslo… Por eso, muchos de los protagonistas de este conflicto no ven otra salida que la de un estado binacional en el que israelíes y palestinos, judíos, musulmanes y cristianos puedan convivir en pie de igualdad. Hoy, esta opción pareced irrealizable, pero, si pensamos a largo plazo, parece la única lógica y coherente (p 103)
Efectivamente la salida de “dos estados” se demostró irrealizable, además de perversa. Traverso roza la solución cuando habla de un solo estado, en forma algebraica y sin ahondar lo suficiente en su perfil. Como sectores de vanguardia empiezan a plantear, más concretamente, el horizonte “lógico y coherente” es ¡Por una Palestina laica, libre y socialista desde el río hasta el mar!
Nobleza obliga: hemos reseñado otros textos del italiano (algunos más sugerentes que otros), pero siempre vimos en todos ellos, ese rasgo fuerte de “melancolía” y escepticismo que mayormente dejaban trasuntar. En este texto hay cierto optimismo o al menos, se permite observar que en este caso puntual la cosa está mucho más polarizada. Gaza ante la historia se cierra dando cuenta de múltiples movilizaciones por abajo en universidades y barrios de los EEUU, de Italia, de Francia e incluso avizora que la lucha palestina como pueblo oprimido es (y será aún mayor) “una bandera del Sur Global”. El desafío y la lucha están pues. planteados:
Lo que está en juego hoy no es la existencia de Israel, sino la supervivencia del pueblo palestino. Si la guerra de Gaza acabara en una segunda Nakba[6] la legitimidad de Israel se vería definitivamente comprometida. En ese caso, ni las armas estadounidenses, ni los medios de comunicación occidentales, ni la razón de Estado alemana, ni el recuerdo distorsionado e indignado de la Shoah podrán redimirlo (pp 109/10)
Agreguemos también, que no hay salida militar por más victoriosa que ésta sea, que pueda acabar con la resistencia palestina. Nuevas y nuevas generaciones se seguirán levantando contra el apartheid sionista y de esa manera Israel se terminará mordiendo su propia cola, hasta que una confluencia de masas árabes e israelíes imponga ese estado laico, libre y socialista.
[1] Sobre dicho acuerdo, ver El acuerdo de un alto el fuego en Gaza es un enorme triunfo, aunque parcial e inestable, del pueblo palestino
[2] Cfr su La historia desgarrada: ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales. Editorial Herder, 2000, Los marxistas y la cuestión judía. Ediciones del Valle, 2003 y fundamentalmente El final de la modernidad judía: historia de un giro conservador. FCE 2013
[3] Para un desarrollo exhaustivo de la genealogía del conflicto y las diversas posiciones que ha tenido la izquierda sobre éste, consultar entre otros: Claves históricas de la opresión al pueblo palestino / Los debates en la izquierda alrededor de la causa palestina y Hamas
[4] Más luctuoso fue lo que ocurrió al otro lado de la frontera: 46.000 gazatíes muertos y dos millones –90% de la población del enclave– desplazados, sobre todo en el norte, donde Israel estableció una zona de seguridad sospechada de haberse concretado a través de una operación de limpieza étnica. Netanyahu y sus defensores de Israel y de la diáspora aseguran que esa cifra no es confiable por haber sido provista por la autoridad sanitaria del gobierno de Hamás. El problema es que la falta de presencia internacional en el terreno –163 periodistas murieron en la guerra, abrumadoramente bajo fuego israelí– impide acudir a otras fuentes. Hasta el momento, la ONU se ha limitado a hablar de «miles de muertos» y constatado que en un 70% fueron niños y mujeres. Marcelo Falax, despertar letra P 16/1/25
[5] Digamos al pasar que, para el socialismo revolucionario, el abc sobe estos temas es conocido (pero no reconocido por algunas corrientes): es obligatorio distinguir terrorismo individual con aquel que cuenta con una base de masas, es por eso que su defensa es incondicional, pero de ninguna manera brindar un apoyo político a aquel. El programa reaccionario que levantan no tiene nada que ver con algo que se asemeje al socialismo y a la emancipación de las y los trabajadores
[6] Se denomina así a la destrucción de la sociedad y la patria palestina entre 1947 y 1948, y el desplazamiento permanente de la mayoría de los árabes palestinos y us descendientes. El término se utiliza para describir tanto los acontecimientos de 1948 como la actual ocupación de los palestinos en sus territorios ocupados (Cisjordania y la Franja de Gaza), así como su persecución y desplazamiento en los territorios palestinos y en los campos de refugiados palestinos presentes en la región