
En las últimas dos semanas estuvimos en escuelas de muchos barrios de la ciudad, donde se hicieron presentes cientos de familias para recibir una bolsa alimentaria para hacer frente a la difícil situación económica producto de la pandemia del coronavirus.
En las escuelas nos recibieron con mucha simpatía y nos agradecieron calurosamente el apoyo brindado, ya que no había personal suficiente para la carga y la descarga de las viandas y su entrega, que el gobierno no garantizó. También faltaban insumos de higiene como alcohol en gel y guantes y en algunos casos el reparto se realizó muy tarde con la consecuencia de que muchos padres terminaron haciendo largas filas frente a la puerta de las escuelas, exponiéndolos ante la enfermedad. Esta desorganización se debe en parte a que en CABA, los comedores y servicios de viandas son tercerizados: el gobierno deriva su responsabilidad en empresas privadas, a las que solo les preocupa abaratar sus costos e incrementar su ganancia.
Las escuelas reflejaron la situación de muchos trabajadores y trabajadoras: las familias se presentaban a pedir su bolsón y comentaban que al no poder salir a trabajar están cada vez con más dificultades de proveer para sus familias. Ante esto, advertimos, los bolsones alimentarios entregados hoy no son en absoluto suficientes para las próximas dos semanas, como sostienen el gobierno nacional y de la ciudad. Una leche, un paquete de fideos, otro de arroz, una bolsa de galletitas: como mucho lo suficiente para un par de días. Es necesario que el gobierno nacional tome medidas en serio para proteger a los trabajadores y trabajadoras en este momento de crisis sanitaria y económica.
Nosotros somos solidarios en los hechos porque entendemos que estamos atravesando una situación muy difícil y las y los jóvenes, que somos los menos vulnerables, tenemos que ayudar a los que más lo necesitan. Sabemos que no todos pueden salir de sus casas. Por eso, como nos dijo la directora de una de las escuelas, la humilde ayuda que damos es muy grande.
Queremos que estas acciones se multipliquen. Porque lo que se viene va a ser peor. Vamos a necesitar muchas más manos para colaborar en las escuelas, en los hospitales y en los barrios. Por eso es fundamental que los Centros de Estudiantes se reúnan. Que dejen la parálisis y meramente votar declaraciones por mail y se coloquen en la primera línea de organizar la solidaridad frente a la pandemia impulsando un voluntariado del movimiento estudiantil. Lamentablemente, las fuerzas que responden al kirchnerismo y el FIT se han negado a esta propuesta. Una postura equivocada porque paralizan nuestras herramientas de organización gremial frente a la catástrofe que se viene. ¿Cómo es posible que la Iglesia Católica pueda organizar jóvenes voluntarios y nuestros Centros no?
Desde el ¡Ya Basta! seguiremos impulsando estas acciones de solidaridad y te invitamos a ser voluntario con nosotros. Porque a la pandemia la enfrentamos con la solidaridad desde abajo.