
Marcelo González, es un trabajador de la construcción de 37 años, es hermano de Dainana, la ex novia de Facundo a quien iba a visitar el 30 de abril y nunca llegó. Él denuncia que luego de haber recibido el 15 de junio apremios ilegales, los policías también irrumpieron sin orden de allanamiento a casa de su hermana.
El objetivo de los policías bonaerenses -hasta ahora sólo se identificó a dos, de apellido Grilloni y Dumrauf- era que se hicieran cargo de que tuvieron que ver con la desaparición de Facundo. Esta es la hipótesis que sostiene el propio ministro de Seguridad provincial Sergio Berni. Para el fiscal y la jueza, estos aprietes fueron para colaborar en encontrar a la víctima.
En una entrevista concedida a Página 12 Marcelo González dijo:
“Me vinieron a buscar a mi casa, le dijeron a mi señora que me tenía que presentar en la comisaría. Cuando llegué de trabajar fui, a pesar de que no recibí ninguna notificación».
En la misma entrevista cuenta que a raíz de que continuó el hostigamiento policial, que fue reconocido por el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, se ve forzado a mudarse. Ese 15 de junio dice que a su hermana le dieron vuelta la casa y hasta perdió su trabajo por ser señada como la responsable y hacerla el eje de la hipótesis que quieren instalar los “desaparecedores” de que Facundo Castro llegó a Bahía Blanca ese 30 de abril.
“Me hicieron esperar y al rato me llevaron a una sala con dos policías de civil y uno uniformado. Me empezaron a apretar, que yo tenía que decir dónde estaba Facundo, ‘ya sabemos que está en Bahía Blanca, vos tenés que decir que está en Bahía Blanca’-le decían los policías.
“También me querían involucrar que yo andaba en temas relacionados con la droga, ‘sabemos que consumís cocaína’ (…) ‘Ya sabemos que Facundo también consumía, vos tenés que hablar, y si no querés hablar te voy a tener que pegar unos sopapos para que hables’, me dijo el que estaba de uniforme”.
La “verdad” de los policías tiene que cerrar a como dé, por ello fueron a amedrentar y amenazar a la ex novia de Facundo y su familia, lejos de considerar estos hechos como parte del operativo de encubrimiento de la desaparición forzada, la jueza Marrón mandó a investigar estos aprietes como una causa a parte -aislada- en el fuero provincial.
“El resto todo el tiempo queriendo llevar mi declaración para culpar a mi hermana o para que yo me culpe a mí mismo de la desaparición de Facundo, ellos querían que dijera que Facundo estaba en Bahía, que mi familia tenía algo que ver con la desaparición de Facundo.”
El hostigamiento sigue y la justicia y autoridades políticas que como Berni, se dedican a amenazar al abogado de la familia, dejan a merced de los policías implicados en la desaparición de Facundo y los apremios a Marcelo y su familia:
“Tengo todo el tiempo patrullas cerca de mi domicilio, van y vienen, todo el tiempo mirando para mi casa, he tenido problemas con los vecinos, se anda corriendo el rumor de que soy un delincuente peligroso, no sé quién circula esa información.
La estoy pasando muy mal, decidí mudarme a otro lugar que por el momento por seguridad no voy a decir dónde será, por seguridad mía y de mi familia. Necesito ayuda porque cuando me mude tengo que pasar por el puesto fitosanitario donde están los mismos policías implicados en el caso, es pasar por la boca del lobo.”
Consultado sobre la causa abierta por apremios ilegales en la Fiscalía n°8 y 12, y si fue citado ya a declarar, Marcelo cuenta:
“No, no me han citado, quiero poder hablar con alguna autoridad que me pueda ayudar, alguien que me represente, es muy incómodo vivir así. La verdad, me da miedo hablar porque no sé lo que me pueda llegar a pasar. El único que se contactó conmigo es alguien que admiro por su coraje, Leandro Aparicio, muy preocupado por mi situación, y la mamá de Facundo, la admiro muchísimo, está peleando con gigantes. No la van a doblegar muy fácil”.
Para cerrar dejamos palabras que dan cuenta de cómo un trabajador humilde hoy está a merced de un aparato podrido que busca sellar la impunidad de una desaparición forzada. Un aparato que actúa sin que las autoridades políticas nacionales y provinciales hagan más que, como hizo hoy el Ministerio de Seguridad de nación, pedir el expediente para tratar de aportar medidas que se puedan tomar:
“(…) Si me llegara a pasar algo la responsabilidad será del gobernador, yo lo voté, lo elegí para que nos dé protección. No puede ser que en democracia estén perdiendo pibes y hostigando gente todos los días. A mí me agarraron en cuarentena la policía de Buratovich, y me trajeron a mi domicilio. Con lo feroces que estaban, porque salían a cazar gente directamente, te veían en la calle, te dejaban dos horas en un calabozo, te hacían el acta y te dejaban en tu casa, no entiendo cómo fue tan buena la policía, en tres retenes lo dejaron seguir”.