Declaración de Socialisme ou Barbarie, 6 de febrero de 2025.
Socialisme ou Barbarie ha sido expulsado del NPA-R por una dirección burocrática que ha recurrido a los peores métodos autoritarios, ajenos a la tradición democrática del marxismo revolucionario. La estratagema de la calumnia permanente que se utilizó contra nosotros es inaceptable y debemos pasar página de este fracaso político y organizativo que es el NPA-R. Para luchar contra el capitalismo, el gobierno burgués de Macron, la extrema derecha y las guerras imperialistas, Socialisme ou Barbarie formará una nueva organización independiente para participar en la refundación de la izquierda revolucionaria y el relanzamiento de la batalla por el socialismo.
La expulsión de Socialisme ou Barbarie es un escándalo antidemocrático
El 1er Congreso del NPA-R concluyó con la exclusión burocrática de Socialisme ou Barbarie. Se trata de un escándalo antidemocrático. La dirección de la organización decidió echar a una minoría de manera autoritaria, para resolver los problemas políticos de manera administrativa. Tales métodos son inaceptables en el movimiento revolucionario.
La dirección burocrática del NPA-R ha optado por proponer un congreso despolitizante, sin discusión programática ni estratégica, sin análisis en profundidad del periodo y sin orientación para la intervención en la lucha de clases. En este contexto, Socialisme ou Barbarie dio una batalla política sin treguas para que se sacara un balance crítico del fracaso del proyecto fundador del NPA, con el objetivo de refundar el movimiento revolucionario sobre nuevas bases programáticas y estratégicas. Es en este contexto que la dirección del NPA-R decidió echarnos del partido para impedir cualquier posibilidad de debate crítico, favoreciendo un acuerdo de aparato sin futuro para «validar la nueva dirección» sin cuestionamientos.
La bancarrota política del NPA (la deriva institucional del NPA-A y la deriva burocrática del NPA-R) demuestra la necesidad de refundar la izquierda revolucionaria en Francia. Es necesario sacar un balance crítico de los fracasos revolucionarios del pasado, en particular en lo que se refiere a la burocratización de las revoluciones del siglo XX, porque es imposible concebir un proyecto revolucionario para el siglo XXI sin un balance del estalinismo.
La exclusión de Socialisme ou Barbarie del NPA-R es un hecho grave. Excluir a la minoría de una organización basándose en procedimientos administrativos y en calumnias es un método contrarrevolucionario, que no corresponde a las corrientes que se reivindican trotskistas.
La nueva «mayoría» representada públicamente por Gaël Quirante y Selma Labib está compuesta por la fusión organizativa de las dos corrientes mayoritarias que se han unido para mantener el control de un mini-aparato, sin puntos de acuerdo político entre ellas. Mientras la «mayoría» del NPA-R habla de construir un «polo de revolucionarios» y proclama bellos llamados a la unidad, en realidad termina deshaciéndose de decenas de militantes considerados «disidentes», purgados y apartados de la organización.
La dirección decidió utilizar la exclusión de nuestra corriente como ejemplo de castigo interno para disciplinar a la base de la organización. Por nuestra parte, nos negamos a abdicar y a pedir disculpas por nuestras posiciones políticas, como el Comité Ejecutivo nos había sugerido en repetidas ocasiones. En este congreso, logramos demostrar que la política revolucionaria es más importante que los acuerdos de aparato, y que considerarse revolucionario es librar batallas políticas de ideas, incluso estando en minoría. La oleada de apoyo a nuestro comunicado del domingo 2 de febrero (que tuvo más de 100.000 reacciones en las redes sociales) da testimonio de la solidaridad militante, que agradecemos, pero también del hartazgo ante la falta de unidad de la izquierda revolucionaria.
La nueva etapa de la lucha de clases y las razones políticas del fracaso del NPA
Contrariamente a la lógica de secta que anima los espíritus de la dirección del NPA-R, que concibió el 1er congreso del partido de manera administrativa y autocentrada, partiendo de «lo que somos», para los militantes revolucionarios toda discusión sobre la orientación política comienza por un análisis del período, de la situación de la lucha de clases y de las tareas que tenemos ante nosotros.
En este sentido, caracterizamos que hemos entrado en una nueva etapa internacional de la lucha de clases de crisis, guerras, revoluciones, barbarie y reacción. Vivimos en un mundo inestable que tiende a los extremos, con una fuerte polarización social y política. Es un mundo marcado por la guerra imperialista, con la guerra en Ucrania y el genocidio sionista en Palestina. El regreso de Trump al poder y el ascenso electoral de la extrema derecha en varios países confirman las tendencias a la inestabilidad. Pero la emergencia de gobiernos reaccionarios abre también la posibilidad de un rebote hacia la izquierda, a través de movimientos internacionales de luchas anticapitalistas y revueltas populares que buscan derrocar el sistema y enfrentarlo en las calles con los métodos de la lucha de clases.
Francia no ha escapado al clima de inestabilidad internacional. Al contrario, la crisis de la hegemonía del imperialismo francés en sus antiguas colonias se produce en el contexto de la crisis económica mundial y de los enfrentamientos interimperialistas. En el plano interno, la debilidad del gobierno de Macron se expresa en su incapacidad para superar la crisis de representatividad, producto del debilitamiento del centro político y del bipartidismo tradicional, marcada por su voluntad de gobernar el país de forma autoritaria. Utilizando el 49.3, las disoluciones y las designaciones en contra de la voluntad popular, el régimen de la Quinta República muestra sus rasgos más autoritarios. En este contexto, la Agrupación Nacional de Le Pen y Bardella intenta recuperar la bronca contra el gobierno de Macron. Este último está aplicando un plan de austeridad para que los trabajadores paguen la crisis con los recortes presupuestarios del gobierno de Bayrou.
Por eso es vital construir una izquierda revolucionaria capaz de articular las reivindicaciones sociales y democráticas de nuestra clase, así como construir la movilización en las calles, las huelgas y la autoorganización obrera, porque la batalla contra Macron y el RN no puede librarse solamente en las instancias parlamentarias.
En este sentido, la última secuencia de la lucha de clases muestra una fuerte polarización social desde 2016 con las movilizaciones contra la Ley de Trabajo, pasando por la revuelta de los Chalecos Amarillos, las huelgas por las pensiones, las manifestaciones en apoyo a Palestina o las luchas feministas, ecologistas, antifascistas y antirracistas. La paradoja de la situación es el contraste entre la combatividad de nuestra clase social expresada en las movilizaciones y el debilitamiento de las organizaciones revolucionarias de nuestra clase, en particular del NPA.
Este fenómeno se explica por el doble fracaso de los dos principales partidos de extrema izquierda. En el caso del NPA, se trata de un proceso de adaptación institucional a la lógica electoral de la izquierda parlamentaria, ligado a una concepción derrotista del periodo que encuentra su consecuencia organizativa en el «partido amplio» no militante. A escala internacional, esta política de capitulación condujo a la liquidación de varias secciones nacionales vinculadas al Secretariado Unificado de la IV Internacional. El acercamiento del NPA-L’Anticapitaliste, el partido de Olivier Besancenot y Philippe Poutou, al Nuevo Frente Popular, implica borrar la posibilidad de cualquier desarrollo independiente, quedando prisioneros de la estrategia de «guerrilla parlamentaria» sin movilización social, propuesta por La Francia Insumisa. Del mismo modo, esta orientación implica la adaptación a la conciliación y al diálogo social de las direcciones sindicales, por no hablar del hecho de haber participado en un frente electoral que pedía la restauración en el poder de los peores enemigos de nuestra clase como Hollande, Borne o Darmanin.
En cuanto a Lutte Ouvrière, el carácter rutinario de esta organización, que pretende ser la vanguardia de nuestra clase, la lleva a no participar en movimientos de lucha que considera condenados a la derrota. A pesar de su relativa implantación, LO se contenta con mantener encendida la llama de la revolución para las generaciones venideras, en lugar de participar en la dinámica de la movilización para construir un futuro revolucionario al calor de la lucha de clases. Es una estrategia sin perspectiva ante la urgencia de la catástrofe climática y la crisis del capitalismo actual.
Por su parte, la burocratización y el sectarismo de la dirección del NPA-R acaban por liquidar la posibilidad abierta de hacer un balance de estas orientaciones erróneas, para permitir la refundación de la izquierda revolucionaria en Francia sobre nuevas bases estratégicas. En lugar de convertirse en un factor de organización de las revueltas de nuestra clase, el NPA-R acaba convirtiéndose en un pequeño satélite de Lutte Ouvrière, en una lógica de aparato sin futuro ni perspectivas. La exclusión de Socialisme ou Barbarie del NPA-R es la frutilla del postre de un proceso de sectarización a ciegas denunciado por amplios sectores de la vanguardia, en particular en lo refiere al movimiento por la Palestina y al movimiento feminista.
Socialisme ou Barbarie constituirá una nueva organización para la refundación de la izquierda revolucionaria
Tras constatar su exclusión del NPA-R, Socialisme ou Barbarie ha decidido convertirse en una organización revolucionaria independiente, con el objetivo de contribuir a la refundación de la izquierda revolucionaria.
Con la fuerza militante de nuestra corriente internacional, implantada sobre todo en Argentina (Nuevo MAS), Brasil, Costa Rica (NPS), Honduras, Francia, España y Estados Unidos, Socialisme ou Barbarie pretende contribuir a relanzar la batalla por el socialismo acompañando la experiencia de las nuevas generaciones de explotados y oprimidos en su lucha contra los estragos del sistema capitalista.
Para ello, damos prioridad central al debate estratégico sobre el balance de las experiencias revolucionarias del siglo XX, con el fin de repensar la teoría de la revolución socialista para los acontecimientos revolucionarios venideros. La reciente publicación del libro de Roberto Sáenz El marxismo y la transición socialista se inscribe en esta orientación estratégica, que proseguiremos en el próximo período.
En la misma línea, seguiremos construyendo el proyecto de un medio de comunicación político independiente, «Socialisme ou Barbarie, l’actualité de la lutte des classes», con la publicación de nuestra newsletter semanal y el desarrollo de la red internacional Izquierda Web, en cuatro idiomas. Nuestro sitio es un medio para darle voz a las luchas de nuestra clase, en un contexto de represión creciente contra los que se rebelan contra el sistema capitalista, en particular los movimientos por la Palestina y los huelguistas que luchan contra los despidos.
Socialisme ou Barbarie se convertirá en una organización revolucionaria independiente para apoyar incondicionalmente la lucha del pueblo palestino y de todos los pueblos en lucha contra el imperialismo. Contrariamente a las confusiones de grupos sectarios, levantamos con orgullo la bandera del pueblo palestino como símbolo de la resistencia internacional contra el genocidio sionista.
Para acabar con el patriarcado, apoyamos las luchas feministas aportando a la lucha del movimiento de mujeres y de las personas LGBTI la perspectiva feminista socialista revolucionaria de la agrupación Las Rojas, surgido de las luchas por la legalización del aborto y contra las violencias patriarcales en América Latina. El feminismo socialista revolucionario está en el corazón de nuestro proyecto político y estamos preparando la movilización internacional para el 8 de marzo.
Queremos poner fin a los ataques antidemocráticos del gobierno Macron y del régimen político de la Quinta República, articulando las reivindicaciones democráticas de transición con un programa revolucionario global. Estamos a favor de luchar contra los planes de austeridad, para echar a Macron y a todos los ministros reaccionarios del gobierno de los ricos.
Queremos organizarnos con la fuerza de la juventud revolucionaria que quiere cambiar el mundo. Con nuestros compañeros de la organización estudiantil «¡Ya Basta!», que están organizando el Quinto Campamento Internacional Anticapitalista Antifascista en Buenos Aires, seguiremos construyendo una juventud revolucionaria internacionalista. Con este objetivo, lanzamos la primera campaña de Socialisme ou Barbarie «la lista revolucionaria e internacionalista» para las elecciones estudiantiles de la Universidad de París 8 los días 11, 12 y 13 de febrero.
Nuestro objetivo es formar una organización para luchar contra todas las formas de racismo, para abrir las fronteras y regularizar la situación de todos los sin papeles. Esta formación política construirá la lucha contra la destrucción del planeta. Seguiremos apoyando todas las luchas de la clase obrera contra la explotación capitalista, como la de los trabajadores de plataformas que están organizando un congreso mundial en Los Ángeles para defenderse contra la uberización y la precarización del trabajo.
Para combatir el ascenso de la extrema derecha y oponernos a los reaccionarios, construiremos una izquierda comunista revolucionaria internacionalista.
Damos vuelta la página de nuestra experiencia en el NPA. Un nuevo capítulo comienza para nosotros sobre la base de las posiciones políticas expresadas en la plataforma «Por la superación crítica de la experiencia del NPA, refundar el partido sobre nuevas bases programáticas y estratégicas» y en las nuevas elaboraciones que vendrán en el próximo período, para aportar nuestra contribución a la necesaria refundación democrática de la izquierda revolucionaria.
Nos dirigimos especialmente a todos nuestros camaradas de lucha, decepcionados por el fracaso del NPA, para construir juntos una organización capaz de superar críticamente esta experiencia y de enriquecerse con los mejores elementos de la tradición revolucionaria del NPA y de la LCR.
Invitamos a todos los compañeros, amigos y simpatizantes que deseen formar parte de esta nueva etapa a ponerse en contacto con nosotros y a unirse al proceso de construcción de una nueva organización revolucionaria.
Concluimos esta declaración con las palabras de nuestro compañero Alejandro Vinet, militante que inició el camino de la construcción de Socialisme ou Barbarie en Francia, siempre presente en nuestros recuerdos y en nuestras luchas, fuente de inspiración para todos nuestros combates:
«En la Rusia post-revolucionaria, los burgueses a veces se hacían pasar por obreros, porque las masas los habían tirado abajo, y ya no valían nada, o peor aún, menos que nada. Ya va a llegar el día en que los yutas y los guardias fronterizos se escondan debajo de las piedras. El día en que quememos en la gran hoguera revolucionaria todos los visados, permisos de residencia, todas las banderas patrias. El día en que ningún ser humano sea ilegal. Ese día no va a llegar solo, ni como una simple fatalidad. Es una apuesta, que podemos ganar o perder: revolución socialista o más barbarie capitalista. Nosotros ya elegimos nuestra trinchera y vamos a pelear hasta el final.”