La noche del sábado 8 de marzo, Mahmoud Khalil se encontraba en su apartamento de Nueva York compartiendo con su esposa embarazada de ocho meses. De forma inesperada, un grupo de agentes del Departamento de Seguridad Interna (ICE por sus siglas en inglés) irrumpieron en su residencia y lo arrestaron con el fin explícito de deportarlo, acusándolo de realizar acciones a favor del “terrorismo”.
Una detención ilegal y con un claro motivo político persecutorio
Khalil, de origen palestino y criado en Siria, es un estudiante de pos graduación de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia. En 2024 se transformó en una de las principales figuras del movimiento estudiantil que sacudió los Estados Unidos en contra de la masacre perpetuada por Israel contra la Franja de Gaza, entre cuyas exigencias estaban el fin del apoyo militar de la Casa Blanca al ejército sionista y la ruptura de los convenios de las universidades norteamericanas con sus pares israelitas.
Al momento de su detención, Khalil contaba con todos los papeles migratorios en orden. Es más, ya poseía un “Green Card”, un documento de residencia permanente que habilita a las personas migrantes a vivir y trabajar libremente en los Estados Unidos, el cual es considerado un paso previo para la obtención de la ciudadanía. Cuando su esposa mostró la “Green Card” a los oficiales migratorios para que no continuaran con el arresto, la amenazaron con detenerla por «interferir» con la autoridad y, sin mostrar ninguna prueba, alegaron que dicho documento había sido anulado.
???? BREAKING! New Yorkers rally outside of Mahmoud Khalil’s court conference in NYC. pic.twitter.com/E6sU4ProlV
— The People’s Forum (@PeoplesForumNYC) March 12, 2025
En suma, por su oposición a la operación de limpieza étnica que lleva a cabo el Estado racista y colonial de Israel contra el pueblo palestino, Khalil pasó a ser considerado un activista a favor del terrorismo por la administración Trump y, bajo esta excusa, fue detenido de forma totalmente ilegal con el objetivo de ser deportado.
Trump orquesta una cacería de brujas en contra del movimiento estudiantil
Por todos estos motivos, la detención de Khalil de inmediato se transformó en un hecho político. El presidente Trump festejó lo sucedido y alegó que “es la primera de muchas más que vendrán”. Asimismo, en su red social, Truth Social, publicó una amenaza directa contra el conjunto de los activistas estudiantiles pro palestinos, al indicar que “Sabemos que hay más estudiantes en Columbia y en otras universidades en todo el país que participaron en actividades pro terroristas, antisemitas y antiamericanas, y el gobierno Trump no va tolerar eso. Muchos no son estudiantes, son agitadores pagados”.
De hecho, durante el fin de semana pasado, hubo denuncias de agentes de ICE merodeando los alrededores de varios campus universitarios en los que tuvieron lugar protestas en solidaridad con la causa palestina.
Lo anterior confirma que la detención de Khalil hace parte de un operativo ultra reaccionario de mayor envergadura. El gobierno Trump, en alineamiento total con el genocida de Netanyahu y la extrema derecha sionista, pretende acallar todas las voces críticas de la masacre perpetrada contra el pueblo palestino. Para ello recurre al mismo expediente ultra reaccionario que utiliza el sionismo a nivel internacional, a saber, alentar la confusión de que toda posición contraria al expansionismo colonial y supremacista de Israel es sinónimo de antisemitismo.
Los estudiantes extranjeros son los más vulnerables ante la “cacería de brujas” que libra el gobierno estadounidense. El Secretario de Estado, Marcos Rubio, declaró que los “Estados Unidos tienen tolerancia cero con los visitantes extranjeros que «apoyan terroristas», y quien quiebra la ley, incluyendo estudiantes internacionales, pueden perder su visa y ser deportados”.
Son mentiras y excusas fascistoides para justificar aplastar toda disidencia y desatar una cacería de brujas contra migrantes, activistas y disidentes. La acusación de «pro terrorista» a Mahmoud Khalil es una cortina de humo, una campaña ideológica para tapar que Trump defiende la limpieza étnica de Gaza. Khalil defiende el derecho de los palestinos a existir. Eso es «terrorismo» para el trumpismo y el sionismo. Trump es un agente necesario del genocidio.
Posterior a estas declaraciones, el Departamento de Estado dijo que utilizará inteligencia artificial para analizar las publicaciones en redes sociales de los estudiantes extranjeros, para definir quienes califican como “pro Hamas” y, por ende, serán expulsados de los Estados Unidos.
No es casual que la administración Trump tenga en la mira a figuras del movimiento estudiantil, un sector que cuenta con una larga tradición de lucha contra las guerras imperialistas y el racismo en los Estados Unidos. Por ejemplo, fueron epicentro en la resistencia contra la guerra de Vietnam y también apoyaron al movimiento por los derechos civiles en los años sesenta del siglo pasado. A sabiendas de eso, Trump quiere descabezar un movimiento que tiene la potencialidad de ser un punto de oposición en las calles a su mandato, el cual apunta a retomar elementos del imperialismo territorial.
Con relación a la Universidad de Columbia, dicho centro de estudios es uno de los epicentros históricos del movimiento estudiantil. Fue en su campus donde se instaló uno de los primeros campamentos contra la invasión sionista a Gaza, el cual tuvo un gran impacto político y rápidamente fue emulado por otros estudiantes en los Estados Unidos y en otros países, como Australia, Francia, Reino Unido, Canadá y Brasil.
Además de la detención de Khalil y las amenazas contra otros dirigentes estudiantiles, la administración Trump aplicó un recorte de 400 millones de dólares a la Universidad de Columbia, alegando la supuesta falta de medidas por parte de la institución ante las protestas “antisemitas” del año pasado, en referencia al movimiento contra la masacre en la Franja de Gaza. Asimismo, en un comunicado conjunto entre el Departamento de Educación, Justicia y Salud emitido el pasado 07 de marzo (un día antes de la detención de Khalil), indicaron que el recorte era el comienzo de una serie de medidas contra dicha universidad[1].
Crece el repudio y las movilizaciones contra la detención de Mahmoud Khalil
Inicialmente, la detención ilegal de Khalil provocó temor entre los activistas de las protestas en solidaridad con Palestina, principalmente los de origen extranjero que se saben más vulnerables. Alguno de ellos, inclusive, se escondieron por varios días ante el asedio de los oficiales uniformados de ICE alrededor de los campus y dormitorios estudiantiles.
Pero el desconcierto inicial está dando paso a un movimiento de repudio contra las amenazas del gobierno Trump. Durante los últimos días se produjeron movilizaciones exigiendo la liberación de Khalil, sobre quien pende una amenaza de deportación. La preocupación trasciende al movimiento estudiantil, pues su eventual deportación establecería un peligroso precedente político, esto es, que un residente permanente puede ser expulsado del país por opinar de forma diferente al gobierno de turno.
En realidad, el término “deportación” en este caso sirve de eufemismo legal para encubrir que se trataría de un exilio político contra un residente permanente detenido de forma ilegal.
BREAKING: Jewish American activists have taken over the lobby of Trump Tower in New York to demand the release of Palestinian activist Mahmoud Khalil, who faces deportation for protesting Israel’s war on Gaza. pic.twitter.com/2tHexHSSwp
— Eye on Palestine (@EyeonPalestine) March 13, 2025
Lo anterior desnuda el carácter ultra reaccionario de la medida de Trump: es un “manotazo bonapartista” propio de un Estado de excepción. Aunque la medida fue temporalmente suspendida por un tribunal federal de Manhattan, no se puede depositar ninguna confianza en la justicia imperialista de los Estados Unidos. Actualmente, Khalil se encuentra detenido en Luisiana y estuvo incomunicado de sus abogados, a los cuales solamente pudo contactar por medio de una llamada monitoreada por agentes del gobierno.
En una audiencia realizada este miércoles (12), un juez federal ordenó que el detenido tuviera derecho de llamar a su equipo de abogados y ordenó que sus conversaciones no fueran escuchadas ni grabadas por el gobierno.
Es necesario impulsar una enorme campaña internacional por la liberación inmediata y definitiva de Mahmoud Khalil y el respeto de su derecho de residencia en los Estados Unidos.
Repudiamos el manotazo bonapartista de Trump en contra de un estudiante pro palestino de la Universidsd de Columbia. Se trata de Mahmoud Khalil, estudiante de posgrado, que en 2024 lideró los acampes pro palestinos y la negociación con las autoridades universitarias. Mahmoud es…
— Roberto Saenz (@RobertoSaenzSoB) March 11, 2025
[1] Vale aclarar que las autoridades de Columbia no fueron pasivas antes las movilizaciones en solidaridad con Palestina. Por ejemplo, autorizaron el ingreso de la policía al campus para desmontar los campamentos estudiantiles y desocupar la toma del emblemático Hamilton Hall. Ese accionar recordó la posición de las autoridades universitarias en los años sesenta, cuando también recurrieron a las fuerzas represivas del Estado para atacar al movimiento anti-guerra. Asimismo, en 1936, Columbia expulsó al estudiante Robert Burke por protestar contra la relación amistosa de la institución con la Alemania nazi. También, en febrero pasado, el Barnard College, un colegio universitario afiliado a Columbia, expulsó a varios estudiantes por participar en protestas en solidaridad con la causa palestina. Este breve recuente sirve para ilustrar la estirpe reaccionaria que caracterizar a las autoridades de la Universidad de Columbia.