El Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Fernán Quirós, anunció el lanzamiento de una línea telefónica llamada «0800-Vida» gestionada en conjunto con organizaciones religiosas y abiertamente anti derechos.
Con la excusa de atender la «contención integral de la mujer embarazada y la primera infancia», la línea busca evitar que las mujeres opten por su derecho a interrumpir su embarazo, que en Argentina es legal desde 2020. Se habla de ofrecer «atención psicológico y espiritual», dejando en claro el carácter claramente religioso de esta supuesta «contención».
Larreta junto a Cynthia Hotton crean un 0800 antiderechos que será manejado por más de 400 organizaciones religiosas para intentar bloquear el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. ¡Rechazamos esta maniobra del gobierno porteño y de los antiderechos!
¡El aborto es…
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) April 17, 2023
Pero lo más escandaloso es la alianza sin disimulo del Estado porteño con organizaciones confesionales, que estarán a cargo de gestionar cuestiones relacionadas con la salud pública que nada tienen que ver con los valores religiosos, como lo es la salud reproductiva de las mujeres y su derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
Una de las referentes de estas organizaciones que gestionaran el 0800-Vida es nada menos que Cynthia Hotton, reconocida activista anti derechos de larga trayectoria, opositora no sólo al aborto legal sino también a la ESI, la ley de diversidad de género y el matrimonio igualitario.
Demás está decir que, a pesar de que estas organizaciones se presentan bajo el ropaje de «fundaciones» u «ONGs», Hotton es dirigente de un partido, el Partido Nacional Valores para mi País. Con este acuerdo y en plena carrera hacia la presidencia, Larreta busca obtener el apoyo de las iglesias evangélicas.
El gobierno de CABA y Quirós le abren las puertas del Estado a grupos financiados y organizados por la iglesia para intentar cercenar un derecho conquistado luego de un histórico proceso de movilización del movimiento de mujeres y diversidades, como fue el derecho al aborto legal.
Los llamados al 0800-Vida serán gestionados por unas 400 organizaciones que se definen como «comprometidas con la defensa de las dos vidas».
Como los anti derechos no pudieron ganar la pelea política en la sociedad y en las calles, recurren a sus aliados en los distintos niveles del Estado y a la influencia de la iglesia, que sigue entrometiéndose en los derechos de las mujeres y personas LGBT.
La alianza entre estos grupos y el gobierno de CABA refuerza la necesidad de continuar luchando por la separación efectiva de la iglesia y el Estado.
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