«El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, explicó que, si bien trabajan para generar un consenso entre los gobernadores que garantice la presencialidad, cada provincia tomará la decisión final para decidir la modalidad de clases que crea más conveniente.” La Nación 13/01/2021
Como lo demuestra esta nota, todos los días escuchamos declaraciones de los ministros de educación de la Nación y de las Provincias, referidas al futuro ciclo lectivo 2021, que arrancaría según ellos con modalidad presencial o dual, y en las que dan opiniones contradictorias en relación a la necesidad de la vacunación, unos dicen que si nos vacunarían, Trotta se apresuró a aclarar que no es necesario, claro porque la vacunación masiva llevara casi un año.
El común denominador de todos los dichos de los funcionarios es la nula mención a las inversiones presupuestarias necesarias, tanto para poner en condiciones los edificios escolares, como para ampliar de acuerdo a las nuevas necesidades la planta de personal.
Solo existe mención a partidas para elementos de higiene, sin entrar en mayores detalles, y a la promesa de distribución de algunas netbooks de la conectividad ni hablar.
Lo mismo a la hora de explicar cómo se va a garantizar la presencialidad, Trotta evade la respuesta diciendo que la última palabra la tiene cada provincia, que a situaciones diversas respuestas diversas, y una serie de generalidades que dejan claro que más allá de estas cínicas declaraciones mostrando una «preocupación» por la educación y la necesidad de «garantizar la presencialidad», piensan seguir y profundizar la política de abandono y cero inversión que se aplicó en el 2020, con el resultado de una terrible exclusión de estudiantes, miles de docentes sin trabajo, y para aquellxs que lo tienen un aumento de la precarización y sobrecarga laboral.
Y esta política de no invertir un peso en educación ahora se ve agravada y reforzada con más recortes presupuestarios para cumplir con las exigencias del FMI.
Tuvieron todo un año para preparar las escuelas es por eso que desde la Agrupación Docente Carlos Fuentealba creemos necesario exigir desde ya las obras de infraestructura, cuya necesidad no es la excepción, sino la regla, para adecuar los edificios escolares a los requerimientos sanitarios. Y también llamamos a organizarnos desde ahora para impulsar la formación de comités de seguridad e higiene por escuela, conformados por toda la comunidad educativa (familias, estudiantes, docentes y no docentes) para controlar el buen estado de las instalaciones y la aplicación de los protocolos adecuados.
También para reclamar la ampliación de la planta de personal, para poder aplicar los protocolos en forma adecuada, responder a la nueva organización de grados y cursos más reducidos, al tiempo que se atiende a la recuperación y acompañamiento de las trayectorias de les estudiantes, con todas las problemáticas que la pandemia ha traído o agravado.
Por todas estas medidas llamamos a organizarnos desde ya para revertir la tragedia educativa en que nos encontramos, exigiendo más presupuesto para educación y no para el FMI.
– Por aumento de presupuesto educativo para acondicionar las escuelas para un retorno seguro a la educación presencial.
– Por aumento del presupuesto para ampliar la planta de personal, para cumplir los protocolos sanitarios, adecuar los grados y cursos y acompañar las trayectorias.
– Por la conformación con la comunidad de cada escuela de un comité de higiene y seguridad que vigile el cumplimiento de las normas sanitarias.