El Parque Pereyra es la mayor reserva de biósfera de la provincia, declarada así por la UNESCO en el 2008 para preservarla del avance de los negocios inmobiliarios de la zona. Cuenta con más de diez mil hectáreas y 132 especies forestales entre las introducidas y las autóctonas.

Por el gran valor que tiene la reserva para la región, es que varias personas, vecinos y activistas ambientales, empezaron a organizarse en defensa del Parque Pereyra, y contra los diversos intentos del gobierno de avanzar con los negocios inmobiliarios. Desde ese espacio, la asamblea por la reserva de biósfera Pereyra Iraola, denunciaron que desde el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia habían hecho pública la intención de talar los mismos árboles que oh casualidad se quemaron con el incendio… dejando en evidencia que no fue un accidente, sino una política ecocida para generar ganancias.

Está no es la primera vez que desde el gobierno sé pone en peligro la preservación del Parque. En el 2018 el gobierno de la Provincia, en ese entonces comandado por Maria Eugenia Vidal, presentó un informe que no cumplía con los requisitos pedidos por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, y le dieron un plazo para presentar un informe de revisión periódica de la reserva que venció en septiembre del 2020. El actual gobierno de Kicillof no cumplió con el informe, poniendo en riesgo la preservación del Parque.

Para ese entonces, la UNESCO ya había alertado sobre la situación de abandono de la reserva, sobre todo en el límite que hay con Hudson, donde por ejemplo, el intendente de Berazategui, Mussi, destruyó gran parte de los humedales para la construcción de countries. Hecho que también despertó el repudio de vecinxs, organizaciones y activistas por el medio ambiente reunidos en la asamblea Hoco.

Mientras crece cada vez mas la organización por la defensa del medio ambiente, el presupuesto que el gobierno nacional quiso aprobar para el 2022 es sin dudas, una declaración de intenciones. Para la preservación de bosques nativos sé pretendía destinar sólo el 3%, el más bajo desde que existe la ley. Un presupuesto inadmisible que lleva al incumplimiento de la ley y al avance destructivo de los espacios naturales del país. Está política tiene beneficiarios directos, aquellos que hacen negocios inmobiliarios a costa de nuestra naturaleza. Y al mismo tiempo, le permite al gobierno seguir haciendo cuentas para pagarle al FMI la deuda externa.

Cada vez somos más los que nos levantamos para luchar en defensa de nuestra naturaleza. La juventud se alzó contra las granjas porcinas contaminantes y por la ley de humedales. El pueblo de Chubut se transformó en ejemplo de lucha con la rebelión que conquistó la derogación de la ley de zonificación minera. Ese es el camino para conquistar mayor presupuesto para la preservación de la naturaleza y frenar las políticas ecocidas del gobierno y el FMI.