La votación en el Senado había concluido con 61 votos a favor y 8 en contra, incluyendo a miembros del Pro, kirchneristas y bloques provinciales. El rechazo vino principalmente de La Libertad Avanza, que quedó en una minoría humillante.
El apoyo de varios senadores de Pro mostró un giro respecto de a la postura que habían mantenido en Diputados, donde se alinearon con el oficialismo para rechazar el proyecto. Este giro en Senadores da cuenta de las crecientes fricciones entre el macrismo y los libertarios.
El proyecto aprobado no solo aumentaba las jubilaciones, sino que establecía una cláusula que ajusta los haberes según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual, y crea un mecanismo automático para aumentar las jubilaciones si los salarios superan a la inflación. De todas maneras, 8 puntos de aumento son muy poco si se considera todo lo que han perdido los jubilados.
El veto presidencal se oficializó este lunes a través del Boletín Oficial. Allí Milei defiende el veto diciendo que la ley va contra «el marco jurídico actual». Una confesión bonapartista del gobierno: no existe ley por fuera de su programa miserable y empobrecedor.
Cómo funciona el veto
El veto es una facultad del Poder Ejecutivo establecida en la Constitución. Le da al presidente el poder de frenar la promulgación de una ley total o parcialmente, con varios «argumentos» posibles.
Milei ya dijo que piensa «cuidar la caja a veto puro». Luego del veto, la ley debe volver al Congreso. Allí, para ser aprobada, debe pasar de nuevo por Diputados y Senadores y obtener al menos dos tercios de votos positivos en ambas Cámaras.
Es difícil obtener tantos votos, muy difícil. La mayoría de las leyes que pasan por un veto presidencial nunca llegan a ser aprobadas. Un cambio en los votos del PRO podría darle a Milei lo que necesita para asegurarse que no haya aumento a los jubilados. Macri apoyó el veto después de que sus legisladores votaran la ley… usando así como moneda de cambio en sus roscas miserables a los jubilados.
El costo político: ¿quién puede aceptar la miseria a los jubilados?
Para los jubilados no hay plata, pero para los espías sí. Para los viajes de Milei para visitar a un delincuente sin ningún cargo político como Bolsonaro, también.
100 mil millones pretendían darle a la SIDE mientras no quieren largar ni un peso extra para los viejos. En los medios, Milei se justificó agitando el cuco de un atentado terrorista en Argentina para justificarse. Pero… la SIDE de los 90′ que hoy revive Milei es la misma que encubrió el atentado a la AMIA.
Con un cuco fantasmagórico de «terrorismo» justifica que plata para la SIDE hay, pero la miseria bien real y palpable de los jubilados no le importa. Milei vive en su burbuja ultra derechista delirante, pero la mayoría vive en el mundo real. Y en el mundo real Milei es enemigo de los jubilados. No se le puede dejar pasar esto impunemente. No hay promesa de campaña que valga. Tiene que pagar el costo político de ser un gobierno de hambre y miseria.