Algunos de los partidos clásicos de la Ciudad de Buenos Aires están incómodos con un hecho obvio: la elección está nacionalizada. No se discute sobre el asfalto y la gestión, se discute sobre el ajuste, la pobreza y las consecuencias brutales del plan económico de Milei. El resultado tendrá una profunda influencia en los alineamientos hacia las elecciones generales de medio término.
Es en ese marco que la campaña de La Izquierda en la Ciudad, la lista de Manuela Castañeira encabezada por Federico Winokur, pone sobre la mesa planteos de fondo sobre el fracaso de la Argentina capitalista. En los medios y en la calle, la crítica es al corazón de los problemas: la gestión liberal y de endeudamiento de la Argentina capitalista es un fracaso, pero también lo es la de los paliativos del peronismo y la perpetuación de la subordinación del país y la explotación capitalista. Por eso el eje de todas las cosas es la necesidad de una alternativa anticapitalista. No es un planteo ideológico abstracto fuera de la realidad, es el debate objetivo más candente, que muestra una salida de fondo a la crisis permanente y el crecimiento de la precarización y la pobreza.
Leandro Santoro, el candidato mayoritario del peronismo, intenta ya ponerse en el lugar de ganador. Lo hace mientras el peronismo deja gobernar a Milei, cuestionando al ajuste de palabra pero asegurándole gobernabilidad. Pero no tienen ni presentan un programa alternativo al gobierno nacional. Por eso su campaña es de polarización con el PRO y la gestión de Jorge Macri. Intentan municipalizar los debates para no discutir la crisis del país en una discusión que ya está nacionalizada.
El candidato de Milei, Adorni, simplemente quiere aprovechar el lugar que le da ser el candidato de la gestión presidencial, y monopolizar el voto de derecha a costa del PRO. Lo hace repitiendo todas las mentiras del gobierno, de los supuestos beneficios del ajuste, tratando de perpetuar la agenda de ajuste para los negocios de unos pocos y empobrecimiento y destrucción de la vida de las mayorías trabajadoras.
Lospenatto, la candidata del PRO, necesita que también las discusiones sean puramente municipales porque no tiene ningún perfil alternativo nacional que no sea la defensa del ajuste de Milei. Están claramente incómodos en una elección en el distrito que los vio nacer y convertirse en una fuerza nacional. Sin CABA, el PRO pierde completamente su razón de ser frente a La Libertad Avanza. Además, su perfil clásico fue siempre el de apelar a la clase media alta gorila y a la gestión: «obras», «asfalto», etc. Es evidentemente un problema para ellos haber girado a la retórica de la motosierra, que dejó abandonada la obra pública en todo el país, acentuando la decadencia económica argentina.
Horacio Rodríguez Larreta intenta rescatar el voto clásico del PRO después de haber sido por años una de sus figuras más importantes. Después de 8 años de una gestión antipopular y de ajuste, quiere ser el «moderado» de la derecha que no se alineó con Milei.
La lista de la Izquierda en la Ciudad es la más joven, con un promedio de edad de 30 años, con candidatos del movimiento estudiantil como Violeta Alonso – Secretaria de Lucha por el Presupuesto del CEFyL-UBA, y Matías Brito – dirigente de la juventud anticapitalista del ¡Ya Basta!. Al igual que referentes del mundo laboral como Belen D’Ambrosio – Secretaria Adjunta del Sindicato de Base de Trabajadores de Reparto por Aplicación (SiTraRepA), Mariana Rueda – referente de trabajadores residentes de salud, y Alejandro Leiva – miembro de la Comisión Interna de no docentes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Además integra la lista Roberto Sáenz – dirigente y fundador del Nuevo MAS y autor del libro “El Marxismo y la transición socialista”, obra recientemente publicada por Prometeo.