Los días 30, 31 de marzo y 1ro de abril, se desarrollarán elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional de La Plata, donde los y las estudiantes elegiremos representantes a claustro y a Centro de Estudiantes. Como nunca en la historia, las elecciones esta vez se realizarán a principio de año con la excusa de los dos años de pandemia. Una elección antidemocrática, ya que pretende ser llevada a cabo como “un simple trámite”, cuando las cursadas apenas van a haber comenzado y luego de dos años sin vernos las caras. Pese a ello, desde el ¡Ya Basta!-UNLP conquistamos la presentación de nuestra lista en 9 facultades de la UNLP y más de 250 candidaturas de simpatizantes, que conformarán nuestras listas.
Estas elecciones se dan en un contexto de post-virtualidad, de presupuesto cero para la Universidad y tras el acuerdo de subordinación y ajuste del gobierno de Alberto Fernández con el FMI. En este marco, las organizaciones que conducen los centros de estudiantes (Patria Grande, el PJ y la Franja Morada), se juegan a que no exista un verdadero balance de su accionar durante los años de virtualidad donde sufrimos el abandono educativo, y mucho menos, que debatamos cuáles son las tareas del presente del movimiento estudiantil.
Desde el ¡Ya Basta! usaremos estas elecciones para debatir acerca de la necesidad de poner de pie al movimiento estudiantil para enfrentar los desafíos que se vienen. Un movimiento que se llene de esas nuevas generaciones jóvenesque, ante la cada vez más evidente barbarie que genera el capitalismo, se plantan en todo el mundo, como el movimiento ecologista, la cuarta ola feminista, la juventudantirracista en EEUU y los jóvenes chilenos. En camino hacia esto, nuestra herramienta gremial tiene que estar al servicio de organizar estudiantes, los centros se tienen que llenar de participación estudiantil, organizarnos en asambleas para que podamos politizarnos.A su vez es de suma importancia que sean independientes de las autoridades educativas, del gobierno y de la oposición patronal. Y ser centros que sirvan para la lucha,que salgan a pelear contra el ajuste y la subordinación del FMI, contra el ecocidio, la precarización laboral, por cada pibe víctima de gatillo fácil, contra la violencia machista y por Tehuel.
Esto es precisamente lo que hoy no son los centros de estudiantes de la Franja Morada, el PJ y Patria Grande, nucleados todos en variantes patronales como Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Durante la pandemia, mientrasla falta de políticas para la virtualidad dejó afuera de la UNLP en 2020 a más de 45.000 pibes y pibas, fueron cómplices de este abandono educativo, apostando por un estudiantado atomizado y silenciado, acorde a la política del “sálvese quien pueda”, donde el que tenía condiciones económicas, sociales y psicológicas para continuar estudiando permanecía, y el resto era expulsado. No llamaron a asambleas, no construyeron centros de acopio en las facultades para hacer frente a la crisis sanitaria, no salieron a las calles por Facundo Castro ni contra la violencia machista. Este año, frente al escandaloso acuerdo de hambre, saqueo y subordinación del gobierno con el FMI, estos centros vergonzosos no movieron un dedo para organizar al movimiento estudiantil en la lucha por el rechazo.
En lo que respecta a la izquierda en la UNLP, desde el ¡Ya Basta! hemos logrado varias reuniones previas con la Juventud del PTS, llevando la iniciativa de la construcción de un frente a la altura de las tareas históricas que tenemos como movimiento. En dichas reuniones, coincidieron en remarcar nuestra fortaleza como corriente estudiantil en la UNLP, nuestro trabajo orgánico, dinámico, sostenido y de política correcta frente a temas centrales como la participación en el Parque Lezama, la posición independiente frente a la guerra en Ucrania y la necesidad de movilizar contra el FMI. Sin embargo, no quisieron continuar dialogando con nosotros y consecuentemente poner en pie una alternativa real de izquierda y de lucha. Acabaron nuevamente privilegiando a un FIT-U por demás vaciado, pero que funciona como sello. Un armado que no supo ser alternativa en la Universidad, tras una política rutinaria y con agrupaciones que casi no existen en las facultades y con las que políticamente tienen menos acuerdo que con nosotros.
La izquierda que necesitamos, es esa que durante los dos años de pandemia se mantuvo organizada, de manera colectiva y en las calles. Desde el ¡Ya Basta!, llevamos solidaridad a los hospitales, cortamos la avenida 7 por Facundo Castro gritando bien fuerte: ¡Fuera el facho de Berni! Estuvimos día a día junto a los vecinos de Guernica peleando por tierra y vivienda. Y nos manifestamos frente al rectorado contra el ajuste en la Universidad, reclamando por computadoras y la reapertura del albergue, el boleto y el comedor. Este año copamos las facultades llamando a movilizar el 8M y contra el acuerdo del Gobierno con el FMI. Y somosla izquierda que, como lo demostramos en nuestro 2do Campamento de la Juventud, no tiene miedo a decir claramente que la salida tiene que ser anticapitalista.
Desde el ¡Ya Basta! pondremos en pie una campaña para recuperar nuestra herramienta gremial y construir un centro de estudiantes que retome los métodos del movimiento estudiantil, repletos de vida y activos. Uno que sea parte de la historia y nos ponga en pie de lucha por todos nuestros derechos, desde una perspectiva anticapitalista.