
La elección no escapa a las condiciones generales en las que se vienen dando las elecciones provinciales, fue conservadora y girada a la derecha. Se pudo ver claramente el peso de la campaña demagógica de Juez. También las expresiones de la derecha más reaccionaria mostraron un crecimiento, pequeño, pero crecimiento al fin.
Por otro lado, la novedad política es el retroceso de más de 15% del candidato de Schiaretti, Llaryora, con respecto a la elección del 2019. Pensaban que ganaba caminando con más de diez puntos de diferencia. JxC recuperó el voto masivo de los departamentos del interior ligados al campo de la mano de Juez, que estuvo a solo 3% de derrotar al oficialismo. Conquistaron la mayoría en le Legislatura, un hecho y un fenómeno político nuevo dado el carácter conservador de la elección y de Córdoba. El gobernador pierde el control del Poder legislativo, lo que no es un dato menor en la provincia. Ya no hay mayoría para Hacemos juntos por Córdoba, hay la legislatura tiene una composición de conjunto más a la derecha. No solo obtuvo legisladores Encuentro Vecinal, también entró uno por parte de los «liberales».
La otra novedad es la cuasi desaparición del kirchnerismo, con una votación para el olvido del 2%, cuando su piso era el 10%.
La otra novedad que en el marco de una elección girada a la derecha, para la izquierda lo importante era sostener lo que se había logrado en las elecciones anteriores, defender las posiciones conquistadas. En esta elección se vio un retroceso importante del FITU, no solo por el ánimo conservador de la elección, sino también por su política criminal, sectaria y porotera de negarse a nuestras propuestas de unidad. Esto le valió no solo perder votos, con un 2% en cada categoría, 36.000 votos a gobernador y 40.000 en la categoría de legisladores. En el 2019 se presentaron separados MST y FITU, y hoy yendo juntos registraron una importante pérdida de votos teniendo en cuenta cómo le fue a cada uno en ese momento momento. El retroceso no solo fue en votos, perdieron un legislador en la cámara.
Las elecciones en Córdoba nos dejan un panorama de conservadurismo, al igual que en otras elecciones provinciales, con un alto nivel de polarización entre el oficialismo de Llaryora y la oposición de Juntos por el cambio. >>>
— Julia Di Santi (@JuliaDiSanti1) June 26, 2023
La campaña del FITU fue una vergüenza sin un eje político claro, cada fuerza hizo su propia campaña, que solo se apoyó en el fuerte aparato con una campaña millonaria con cientos de séxtuples y gigantografias, vía públicas pero sin propuestas alternativas a la crisis y la situación que viven las mayorías.
Por otro lado, la elección del Nuevo MAS le permitió sostener sus posiciones en un clima hostil, muy frio y sin discusión. Con una campaña que en vez de apoyarse en gastos millonarios se apoyó en la militancia y en la política, se logró la instalación de Julia Di Santi, la candidata más joven y con propuestas programáticas claras que arrancaban de un salario básico e indexado de 500.000 pesos como parte del programa de 7 medidas anticapitalistas. Se logró impacto e instalación en los medios durante la campaña y también en el cierre, que contó con la presencia de Julia Di Santi y de nuestro candidato a vicepresidente Lucas Ruiz.
Ya voté! Re contenta ?#elecciones2023 #eleccionescordoba #nuevoMAS pic.twitter.com/bbzXx3JuR6
— Julia Di Santi (@JuliaDiSanti1) June 25, 2023
En esta elección, con el Nuevo MAS, no solo logramos mantener nuestro piso sino que avanzamos en más de 1000 votos con respecto a la elección anterior en las dos categorías, en el marco de este clima hostil de una Córdoba conservadora.
Ahora vamos a una nueva campaña electoral, las elecciones nacionales, con Manuela Castañeira como candidata a presidenta y Julia Di Santi candidata a diputada, con toda la fuerza de la juventud y la renovación de la izquierda para dar una pelea por una salida anticapitalista a la crisis.