Elecciones 2023: se definen los candidatos al borde del cierre de listas

Las principales fuerzas políticas comienzan a definir sus candidatos, luego de largos meses cargados de "rosca", internas feroces e incertidumbre, tanto en el oficialismo como en la oposición.

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Wado de Pedro y Juan Manzur Elecciones 2023

Este viernes a la medianoche (o a las 00hs. del sábado) vence el plazo que la justicia electoral estableció para que los partidos y las alianzas presenten las listas de candidatos con las que competiran en las primarias del próximo 13 de agosto.

Queda poco más de un día para ese límite, y las principales fuerzas políticas comienzan a definir sus candidatos, luego de largos meses cargados de «rosca», internas feroces e incertidumbre, tanto en el oficialismo como en la oposición.

La gran incógnita de esta elección parece estar a punto de despejarse: finalmente, todo indica que el elegido por CFK para ser candidato a presidente será Wado de Pedro. Según trascendió en distintos medios, su compañero de fórmula será el Jefe de Gabinete, Juan Manzur.

Esto parece haberse confirmado luego de que esta tarde De Pedro publique un video lanzando su candidatura. Sin embargo, no todo está definido en el ex Frente de Todos.

Primero, todavía no está claro si finalmente habrá o no internas en el espacio oficialista. Aunque Scioli trata de mantener su candidatura a flote, no la tiene fácil. En primer lugar porque cada vez más sectores del peronismo presionan por una candidatura única, en particular algunos gobernadores. En segundo lugar, porque el acuerdo interno que Máximo Kirchner quiere imponerle al sciolismo/albertismo es de subordinación total: con el 30% de los votos en la interna apenas harían entrar a un sexto o séptimo concejal, por ejemplo. Una forma elegante de forzar a Scioli a bajar su pretensión presidencial. El espacio del ex motonauta recurrió a la justicia electoral para intentar cambiar los términos del acuerdo, que sin embargo ya firmaron. Difícil que el reclamo prospere.

En segundo lugar, la candidatura de Wado deja sin resolver el problema de dónde encajar la ficha llamada Sergio Massa. Se rumorea que le ofrecerán ser primer senador por provincia de Buenos Aires, a lo que se sumaría la candidatura de su esposa, Malena Galmarini, como vice de Kicillof. Sigue pareciendo poco para alguien que tenía pretensiones presidenciales. Además, la movida con Galmarini implicaría desplazar a Verónica Magario, que representa nada menos que el poder de La Matanza.

Todas estas disputas en los entretelones de la elección tienen algo claro: muy lejos de expresar diferencias políticas en torno a un programa de gobierno, no parecen ser más que formas de saldar disputas de poder en un peronismo que, como nunca, sospecha que no habrá mucho para repartir.

Si la posibilidad de un derrumbe electoral tensiona la interna del peronismo, la de Juntos por el Cambio se recrudece por la razón contraria. Aunque la salvaje represión de Gerardo Morales en Jujuy ayudó a «cerrar filas» en la coalición opositora, reforzando de manera integral un perfil claramente reaccionario y autoritario (incluso entre las «palomas»), ambas alas de la alianza negocian a contrarreloj para definir sus armados.

Bullrich ya eligió su vice: se trata de Luis Petri, que viene de competir sin éxito como candidato a gobernador de Mendoza, en un armado por fuera del Pro y la UCR en la provincia. Si uno sigue su táctica política pirotécnico-reaccionaria, podría decirse que se esperaba que Bullrich presente un nombre más resonante. Petri es prácticamente un desconocido para el gran público, y su designación no causa ningún impacto en la previa.

Distinto es el caso de Larreta. La represión en Jujuy, según analizan, le sirvió para la interna: él también puede mostrarse «duro» como Bullrich. De hecho, desde que Morales desató la feroz represión las figuras de JxC comenzaron una especie de competencia por quien se posicionaba más a la derecha. El premio, sin embargo, se lo llevó José Luis Espert, con su habitual demagogia derechista: pidió «cárcel o bala» para los manifestantes. Si la derecha no tuviera la impunidad que tiene, Espert tendría que estar preso.

Volviendo al larretismo, el corrimiento a la derecha de un sector de la sociedad más la interna que deberá superar con Bullrich hacen adelgazar su perfil de «moderado» para mostrarse como un derechista hecho y derecho. Tan es así que se especula con la posibilidad de que el propio Gerardo Morales sea su candidato a vicepresidente, lo que sería lisa y llanamente una provocación contra el pueblo jujeño.

La vorágine del cierre de listas luego de muy malos resultados provinciales complicó el armado de Javier Milei. Hace unas horas renunció su jefe de campaña, Carlos Kikuchi. Es la segunda renuncia, luego de que se bajara su primera opción a candidato a gobernador bonaerense, el chivilcoyano Guillermo Britos.

Su reemplazante será Carolina Píparo, que ya viene de ser diputada por el Pro. Ya hasta ni hace falta decirlo, pero el discurso contra la «casta» quedó hace rato guardado bajo siete llaves.

Faltando 24 horas para el cierre, las principales incógnitas se mantienen en el espacio oficialista, aunque unas elecciones tan marcadas por la grave crisis del país siempre puede dar lugar a sorpresas.

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