El supuesto «Impuestazo» de Kicillof en la provincia

“Impuestazo” califican Clarín, TN y el macrismo el proyecto de  Ley Impositiva 2020  presentada por Kicillof en la Legislatura Bonaerense. Que “se apruebe reforma impositiva  y la oposición actúe con responsabilidad” clama Baradel. Pequeño ajuste a los campestres, ajustazo a la clase media y los trabajadores.

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El propio Kicillof trato de “irresponsables” a los macristas por no dar quorum en el Senado y bloquear así el intento de aprobar la Ley  en la sesión del 27 de diciembre, al mismo tiempo que los acusaba de “defender al sector más concentrado y rico de la economía”.

Quienes más lejos fueron con los fuegos artificiales fue la Corriente Federa de Trabajadores (Palazo) calificando la maniobra macrista de no dar quorum de “inaceptable maniobra extorsiva” que privaría a la Provincia de los fondos necesarios para su funcionamiento, y que sería parte de “un plan de la derecha y sus mandantes del exterior” ya que su conducta es la misma que tuvieron los dirigentes rurales “únicos ausentes en la Mesa del Pacto Social para la Salvación Nacional”.

 

¿Reforma impositiva o un pequeño ajuste a los campestres y un ajustazo a la clase media y las y los trabajadores?

La mecánica legislativa en la provincia es que cada fin de año  el Ejecutivo eleve su proyecto de Ley Impositiva para el año siguiente, donde fija las alícuotas y valuaciones para los distintos impuestos, con lo que Kicillof no ha enviado ninguna reforma, solo se ha limitado a cumplir con la practica legislativa habitual.

¿Pero podría ser sin embargo, que la Ley Impositiva 2020 tuviera cambios tan radicales con respecto a sus antecesoras que fuese un punto de ruptura, o por lo menos  provocase un cambio en la regresiva estructura impositiva bonaerense en favor de los trabajadores y sectores populares?  Decididamente NO.

Según ARBA[1] el total acumulado de la recaudación impositiva provincial en 2019 corresponde a los siguientes impuestos.

ImpuestoPorcentual
Ingresos Brutos71%
Inmobiliario9%
   Urbano5%
Baldío y otros1%
   Rural3%
Automotores8%
Sellos8%
Otros4%

 

Con lo que hay dos posibles cambios progresivos:el primero es que sin cambiar la estructura impositiva, se cambie la distribución de la carga: en Automotores e Inmobiliario  que paguen menos los autos y casas de menor valuación y más los de mayor;  en Sellos que los trabajadores dejen de pagar por sus consumos con tarjeta de crédito, alquileres  y compra de autos económicos y se carguen solo los negocios y en Ingresos Brutos que se suban alícuotas a las grandes empresas y se bajen las de las pequeñas.

El otro cambio es aún más profundo: que no solo cambie la distribución de la carga en la actual estructura impositiva, sino que cambie la estructura misma: que las manifestaciones de las grandes riquezas, a través de sus ingresos y patrimonio sean las que paguen los impuestos, no el consumo  popular ni la pequeña propiedad.

La anunciada reforma a pesar del cacareo oficialista no cumple ninguno de estos objetivos. Consiste en alinear los impuestos que se cobran en función de su valuación (inmobiliario y automotores) con la inflación proyectada en 2019: 55%,   que se eleva al 75% para los inmuebles rurales de más de 2.000 hectáreas, “segmentando”, en función de las valuaciones  con una escala que va del 15% al 75%; sin embargo digámoslo claramente las valuaciones rurales de más de $800.000 pagarán un 55% más que en relación  a 2019,  lo que afectará a la gran mayoría de los propietarios rurales; ¿es un aumento importante? Si ¿es un impuestazo? No, porque el dólar (como los campestres actualizan sus ingresos) en el periodo 12/18 contra 12/19 subió un 63%. Los propiedades valuadas en más de 3.000.000 tendrán un  aumento del 65%, en línea con la devaluación, mientras que los propietarios de más de  2.000 hectáreas tendrán aumento del 75% superior a sus ingresos ahora, pero cuando paguen las últimas cuotas, devaluación proyectada mediante,estarán en línea con sus aumentos de ingresos.

Por su parte, el impuesto inmobiliario urbano encuentra la misma segmentación en la suba, del 15% al 75%, pero los valores son tan bajos (y además se actualizan para 2020), que un inmueble valuado entre $ 500.000 y $680.000 tendrá una suba de hasta el 50%, mientras que el valuado en más de $680.000 sufrirá una suba del 75%. ¿Es un impuestazo? Depende: para un trabajador sí, porque la inmensa mayoría de los salarios reales cayeron. Para un capitalista no, porque es una pequeñísima  carga adicional sobre su riqueza.

Según Kicillof hay 4 millones y medio de contribuyentes del inmobiliario urbano y el 86% afrontara una suba de “solo” $3.500, mientras que unos 270.000 propietarios tendrán una suba de $7.500[2] Aún si fuese cierto, los “beneficiados” tendrían que sumar el aumento del impuesto automotor, como una carga adicional a un salario que en el mejor de los casos el gobierno se plantea recuperar “muy lentamente”. Y ni hablar de lo que representa para cada sector el aumento: un sablazo para unos, una molestia para otros. Para peor, al convocar a sesiones extraordinarias en Enero, Kicillof cambió los números: manifestando que “no hay un impuestazo a la clase media” ya que ahora “el 90% de los propietarios urbanos pagaría hasta $5.000 de aumento” de aquellos “solo $3.500”.

Pero lo decisivo es que el Impuesto a los Ingresos Brutos es el más importante por lejos de la provincia. Este impuesto grava las ventas, en diferentes porcentajes según la actividad y la facturación anual. El Convenio Fiscal que Macri había firmado con todos los gobernadores en 2017 establecía una baja gradual del mismo, dando lugar a un sostenido reclamo patronal; elConvenio ha sido suprimidoahora por acuerdo entre Fernández y los gobernadores .

Para la provincia, establecía además la exención total para los campestres para el 2020.Cuánto pagó en 2019, y seguirá pagando en 2020 un peluquero, un veterinario, un gimnasio,  un taller mecánico o una gomería  de baja facturación[3]: 3,5%. Cuanto pagó y pagará en 2020 un campestre: el 0,75% y 0% (si cero) si tuvo una facturación en 2019 inferior a $7.200.000.

Si Kicillof quiere aumentar la recaudación con solo llevar Ingresos Brutos al 1% a los campestres (su tasa histórica) y eliminar la exención a los campestres que tiene ingresos menores de 120.000 dólares, lograría un efecto más importante que la pequeña suba real del Inmobiliario rural (¿del 3% al 4% de la recaudación?) Pero ha elegido no aumentar Ingresos Brutos a la gran patronal sino descargar la falta de recursos de la provincia sobre los trabajadores y la clase media: el cuento de que todos aportemos un poco en beneficio del conjunto, que suena razonable, se termina a la hora de pagar la cuenta.

[1] Agencia de Recaudación Bonaerense, el equivalente a la AFIP nacional

[2]https://www.infobae.com/politica/2019/12/29/axel-kicillof-analiza-modificaciones-a-la-ley-impositiva-para-cerrar-un-acuerdo-con-juntos-por-el-cambio-y-tratarla-antes-de-que-termine-enero/

[3] Una facturación anual inferior a $975.000

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