El auto titulado gobierno «libertario» de Javier Milei se empeña a diario en demostrar que de libertario tiene poco y nada y que lo suyo mas bien es un refrito de viejas políticas económicas típicamente liberales combinadas con rasgos profundamente autoritarios y de persecución política a opositores.
Y en función de ello no dudan en recurrir una y otra vez, en todos los ámbitos, a los viejos personeros típicos de la rancia derecha liberal. Así como en el manejo de la economía no dudan en entregar todo a dos antiguos conocidos de prontuario frondoso en cuanto a ajuste, entrega y crisis económica se trata, como es el caso de Luis “Toto” Caputo y Federico Sturzenegger, en el área del control social y la represión hacen exactamente lo mismo.
Es por ello que mediante los Decretos de Necesidad y Urgencia 614, 615 y 616 del 2024 publicados ayer martes 16 en el Boletín Oficial, el gobierno nacional de Javier Milei modificó la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la recreó en un nuevo organismo llamado Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Esta nueva secretaría dejará de estar bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete para volver a depender directamente de la presidencia. Además de recuperar el viejo nombre de SIDE (que fue impuesto por Juan Domingo Perón cuando fue creada en 1946 y duró hasta el 2001 en que fue cambiado a Secretaría de Inteligencia, para luego en 2015 disolverse para crear la Agencia Federal de Investigaciones), se impulsa un cambio en la estructura organizacional de la secretaría.
Se crean cuatro nuevas dependencias desconcentradas con “autonomía técnica funcional” que dependerán directamente del secretario de la SIDE, quien responderá de manera directa al presidente de la Nación. Los cuatro nuevos organismos serán el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA, cuyo nombre es una muestra patética del cipayismo de este gobierno), la Agencia de Seguridad de la Nación (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos con la función de monitorear al resto de las áreas.
La vuelta de los dinosaurios
Este nuevo esquema del organismo de inteligencia nacional podría parecer un mero cambio organizacional. Pero si empezamos a ver el nombre de quienes estarán a cargo de las diferentes áreas se comienza a entender el por qué de los cambios. En el contexto de un feroz ajuste que recae sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo, y mediando una intención manifiesta por parte del gobierno de Milei de entrega total del patrimonio nacional y las riquezas naturales, además de todos los derechos laborales y las conquistas democráticas conseguidas en los últimos años, es que se comprende la intención de este decreto y sobre todo a quienes se designa en la “nueva” SIDE.
Este brutal ataque a las condiciones de vida de la mayoría de la población no puede pasar sin una respuesta por parte de los trabajadores. Y para ello se prepara el gobierno de Milei, con el Protocolo antipiquetes de Bullrich y ahora con este organismo de inteligencia destinado a perseguir política y judicialmente a opositores, a espiarlos ilegalmente, a armarles causas, etc., a todos aquellos que osen enfrentar las políticas de Milei, sean militantes sociales, sindicales, políticas, estudiantiles, ambientales, de derechos humanos, de género, ambientales, de izquierda.
Pasemos a los nombres propios y veamos a estos dinosaurios en persona. A cargo de la SIDE estará Sergio Neiffert, un publicista puesto a dedo como interventor en la AFI cuando cayó Silvestre Sívori (hombre del ex Jefe de Gabinete Nicolás Posse quien dejó su cargo acusado de espionaje a funcionarios nacionales en medio de durísimas internas en el gobierno de Milei). Anteriormente había sido uno de los directores de la Autoridad de la Cuenca Matanza- Riachuelo (ACUMAR), designado desde el primer día de gobierno mileista sin poseer formación alguna en el área en la que fue designado.
Pero lo más turbio de este sujeto es que durante años fue ladero y hombre de confianza de uno de los intendentes mas turbios del conurbano, Jesús Cariglino, quien ocupó el cargo de jefe comunal de Malvinas Argentinas entre 1995 y 2015. Cariglino es un fiel exponente de lo que el mismo Milei denomina despectivamente como la “casta”, pero eso no obsta que recurra continuamente a ellos para gobernar. Durante los 90 fue un duhaldista de pura cepa, luego se pasó al Frente Renovador de Sergio Massa para terminar abrevando en el PRO, de donde viene el relacionamiento con el macrismo y actualmente con Santiago Caputo que permitió la designación de Neiffert en la SIDE. Su gestión en Malvinas Argentinas es recordada por los reiterados casos de corrupción, la persecución con fuerzas de choque contra opositores y la reiterada violencia institucional. Un verdadero Tiranosaurios Rex que dejó a su fiel ladero a cago de la nueva SIDE.
En la SIA (Servicio de Inteligencia Argentino, cuyo nombre podría parecer un sketch de Capusotto), que «tendrá entre sus funciones la recopilación de información estratégica alrededor del mundo, así como también la cooperación con agencias de inteligencia aliadas para la prevención y la disuasión de amenazas a nuestro país» estará al frente Alejandro Walter Colombo. Fue delegado de la SIDE en Roma durante el gobierno de Carlos Menem y luego fue funcionario en el área de Relaciones Internacionales durante el gobierno de Mauricio Macri en CABA. Durante la presidencia de Macri estuvo cercano a Gustavo Arribas (quien estuvo a cargo de la AFI ente 2015 y 2019) y fue colaborador del ex agente de la SIDE Fernando Pocino. Podríamos decir que Colombo es un Velociraptor entre los dinosaurios.
Por su parte en la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), cuya función es “advertir de forma temprana y generar información sobre delitos federales complejos dentro del territorio nacional, así como vigilar amenazas coordinadas provenientes de organizaciones criminales y terroristas», encontramos a otro conspicuo macrista. Se trata del comisario general retirado Alejandro Pablo Cecati. Con una trayectoria de más de 40 años en la Policía Federal, Cecati además fue jefe de la custodia presidencial durante el gobierno de Mauricio Macri. Pero sus vínculos con la política se remontan más atrás, a los años del menemismo cuando fue parte de la custodia del ex ministro Carlos Corach, en momentos en que Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE y hoy muy cercano a la Libertad Avanza, era secretario de Seguridad Interior. Hoy está más cerca de Patricia Bullrich. En este caso podemos hablar de un verdadero Brontosaurus.
Y la frutilla del postre en este verdadero tren fantasma es la prevista designación de Juan Bautista “Tata” Yofre, quien fue titular de la SIDE entre 1989 y 1990 y fue convocado por Neiffert para que se haga cargo de la Escuela Nacional de Inteligencia. Este es el instituto superior de formación, capacitación y perfeccionamiento destinado a los integrantes del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) que incluye la SIDE, la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa.
Veamos los antecedentes o, mejor aún, el prontuario de quien estará a cargo de la formación de los futuros espías. El “Tata” Yofre se inició en la política siendo muy cercano a los militares, trabajó en la Cancillería entre 1969 y 1972 durante la dictadura militar de la autodenominada Revolución Argentina. En el golpe genocida de 1976 se encontró vinculado a los militares y de hecho fue funcionario de la misma, ya que se desempeñó en Washington en el Banco Interamericano de Desarrollo y en la Organización de los Estados Americanos como parte de la delegación argentina. Su hermano fue subsecretario general de la Presidencia durante el mandato de Jorge Rafael Videla. Cercano desde siempre a los grupos económicos mas poderosos, fue el responsable en 1989 del encuentro entre Carlos Menem y el grupo Bunge y Born mediante el cual se acordó el desembarco del grupo al manejo de la economía del gobierno menemista. Posteriormente, en julio de 1989, fue designado al frente de la SIDE, en la que tuvo como uno de sus colaboradores a Pascual Guerrieri, militar genocida posteriormente condenado por numerosas causas de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, en la cual fue jefe de la central de operaciones del Batallón de Inteligencia 601.
Luego de la renuncia a la SIDE, Yofre fue designado embajador en Panamá y posteriormente en Portugal. A su vuelta al país en 1993 fue nombrado asesor presidencial por Menem con rango de secretario de Estado hasta 1998. Desde ese momento se volcó a la escritura de libros apologistas de la dictadura militar, defensor de la teoría de los dos demonios y enconado opositor a la condena a los militares genocidas. En el último tiempo se fue acercando al mileísmo. Fue el elegido por el gobierno de Milei este pasado 24 de marzo para ser el protagonista de un video negacionista de la dictadura, del terrorismo de Estado y de las atrocidades de los militares genocidas. Acá sí podemos decir que el “Tata” Yofre es uno de los dinosaurios mas grandes conocidos, el Patagotitan Mayorum.
Hay que echar a todos los espías
Pedimos perdón a los lectores por lo extenso del prontuario de los responsables de la “nueva” SIDE. Pero no podíamos pasar por alto que el gobierno de Javier Milei, que tanto se llena la boca hablando de la casta, no hace más que recurrir a sus más oscuros personeros para poder llevar adelante su plan de ajuste y entrega que va a intentar combinarla con la represión a la protesta social. Una receta típica de la derecha recalcitrante con personajes que se reciclan una y otra vez.
«No hay plata» repitió como mantra este gobierno para justificar el ajuste a los comedores populares, a las escuelas, las Universidades y los hospitales. Pero le asigna un refuerzo presupuestario de nada más y nada menos que 100 mil millones de pesos a los espías, que estarán ahora directamente controlados por Milei. Su «libertad» es la del déspota que controla y espía a sus adversarios, a quienes se oponen a su plan de ajuste y entrega. La nueva SIDE no puede no ser aún peor que la AFI, maquillada después de su reforma en el 2015.
Los servicios son una institución antidemocrática y autoritaria, que existe al margen de cualquier control democrático. Históricamente han servido para la opresión y la represión. Sus más nefastos personajes se han mantenido en sus puestos bajo dictaduras y gobiernos democráticos. Son una amenaza permanente para los derechos democráticos de los trabajadores y el pueblo. Hay que desmantelar los servicios de inteligencia, hay que echar a todos los espías.