“La vida de un hombre es un miserable borrador, un puñadito de tristezas que cabe en unas cuantas líneas. Pero a veces, así como hay años enteros de una larga y espesa oscuridad, un minuto de la vida de un hombre es una luz deslumbrante”. (Haroldo Conti, tierrapapel, 9/5/14)
El próximo 25 de Mayo se cumplirán 100 años del nacimiento de Haroldo Conti, escritor, además de maestro rural, profesor, director teatral, actor, guionista de cine. Fue también militante e hizo pública su adscripción al Frente Antiimperialista y por el Socialismo, creado por el PRT-ERP. Su prolífica obra le valió premios nacionales e internacionales, así como sus convicciones políticas y humanas le valieron el secuestro y desaparición el 5 de mayo de 1976 en su casa del barrio de Villa Crespo en la Ciudad de Buenos Aires, por parte de efectivos del Batallón 601, en la última dictadura militar. Sobre su escritorio dejó una frase escrita en latín: «Hic meus locus pugnare est et hinc non me removebunt» [Este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán].
Su agudo perfil humano y político trascendió las generaciones y su solidaridad a favor de todos/as los/as explotados/as y oprimidos/as lo ubicó como un referente nacional. Un espacio de la ESMA lleva su nombre, ahora cerrado por el gobierno, pero siempre vivo en la Memoria de su generación y las posteriores.
El mejor homenaje al escritor desaparecido fue el Festival desarrollado el 4 de enero pasado en las puertas del Centro que lleva su nombre, Una Memoria que Arde, en defensa del Espacio cerrado por el gobierno y que congregó a miles de jóvenes y contemporáneos del escritor.
¡Haroldo Conti Presente! ¡Ahora y siempre!
Homenajes por los 100 años de su nacimiento
El domingo pasado se dieron inicio a los torneos de fútbol masculino y femenino de la Liga de Chacabuco, que llevan su nombre: “Haroldo Conti 100 años”. Para que no quedaran dudas de quién era el homenajeado, el puntapié inicial lo llevó adelante Mercedes Cuatrini, quien es la actual presidenta de la Asociación de Amigos Haroldo Conti. También tiene su recordatorio en uno de los lugares que le fascinaba recorrer, las islas del Tigre. Allí tiene su casa-museo en el arroyo Gambado, donde escribió varias de sus obras.
Para dar continuidad a los homenajes, dos realizadores de su localidad natal están trabajando en la realización de un documental sobre su vida y trayectoria. Aclaran que no es sólo para los habitantes de esta localidad, sino para todos/as aquellos/as que quieran acercarse a conocer la vida y la obra de este gran escritor, sobre todo las nuevas generaciones, a quienes se les quitó esa posibilidad. Tienen en su haber, alguno de ellos, de haber sido parte de la realización de un cortometaje sobre un cuento del escritor: Argimón.
Su obra literaria atravesó las fronteras
Durante 15 años desarrolló una amplia e intensa labor literaria, con una gran cantidad de cuentos. Los premios le llovieron desde los cuatro puntos cardinales.
El predecesor fue su cuento La causa, que fue premiado en 1960 por la revista Times. En 1962 recibió el Premio Fabril por su primera novela: Sudeste. La lluvia de galardones siguió con su libro de cuentos Todos los veranos en 1964 por parte de la Municipalidad de Buenos Aires. A partir de acá, todos galardones internacionales: Premio Universidad de Veracruz (México) en 1966 por Alrededor de la jaula; en 1971, el Premio Barral en España por su novela En vida y el último, emblemático, su última novela, Mascaró, el cazador americano en 1975 el Premio Casa de las Américas en La Habana.
Esta última obra generó un gran impacto público. Se agotó rápidamente, así como la censura empezó a pegar sobre la obra del escritor. Así lo expresaba en una carta en los últimos días del año 1975, a un amigo poeta y ensayista cubano, Roberto Fernández Retamar: “(…) “Soy una especie de contagioso. Sé de órganos donde hubo órdenes expresas de ignorarme. Es curioso recibir notas desde el exterior y no tener una sola en mi país”.
En 1971 había tenido el gran reconocimiento al ser nombrado parte del jurado del Premio Casa de las Américas, en Cuba.
“Enterraron” su obra, pero no pudieron con su Memoria
El informe que se conoce de la SIDE (Central de Inteligencia del Ejército) evaluó la obra Máscaró, el cazador americano, señalando el carácter de “imaginación compleja y sumamente simbólica” que la narración mencionaba presentaba (Télam, 24/3/06). Un verdadero “delito” transmitir ideas, sensaciones, desarrollar la imaginación y los sentimientos humanos. No se lo pudieron permitir, la sumisión tenía que ser total, nada de pensar por cuenta propia… y menos a un escritor reconocido, que transmitía sus sentimientos y aspiraciones de un mundo sin explotación ni opresión.
Oponiéndose a cualquier forma de sometimiento y clamando siempre por los presos políticos, el nombre de Haroldo Conti ya encabezaba, aun antes del golpe del 76, la trágica “lista negra” en manos de las bandas parapoliciales que actuaron bajo el gobierno de la sra Isabel Martínez de Perón.
En estas líneas expresamos nuestro repudio a su secuestro y desaparición y seguiremos bregando por más Memoria, Verdad y Justicia por Haroldo Conti y los 30.000.
