
En una nota reciente dábamos cuenta del creciente debate en el gobierno de Biden sobre la liberación de las patentes de las vacunas.
Incluso estaba circulando profusamente en las redes, la promesa de Biden como candidato, en una entrevista del activista de salud Ady Barkan, donde se comprometía “absolutamente positivamente” a compartir la tecnología y acceso a una vacuna contra el coronavirus si Estados Unidos desarrollaba una primero.
Ahora para escarnio de libertarios, liberales y aún progresistas balbuceadores del “no se puede”, sostenedores de la propiedad privada como fuente y origen de toda buenaventura y riqueza, incluyendo las vacunas contra la pandemia, Katherine Tai, representante comercial de los Estados Unidos anuncio la posición de su gobierno esta tarde.
Congrats to @NOIweala for picking four new Deputy DGs! They bring new voices to a @WTO facing real challenges and opportunities for reform and renewal.
I look forward to meeting them in Geneva later this year.
— Ambassador Katherine Tai (@AmbassadorTai) May 4, 2021
“Estados Unidos apoya la exención de la protección de la propiedad intelectual en las vacunas COVID-19 para ayudar a poner fin a la pandemia y participaremos activamente en las negociaciones de WTO (Organización Mundial de Comercio) para que eso suceda”.
Claro que para poner las cosas en perspectiva, la solicitud ante la OMC habia sido presentada por India y Sudáfrica en Octubre de 2020, hace SEIS MESES, y su discusión fue bloqueada en parte por el gobierno yanqui, por lo que recién se está tratando ahora, en las sesiones de la OMC en Ginebra, de las que Tai está participando.
Y según la misma, las discusiones “llevarán tiempo”, mientras India ya lleva dos semanas con más de 300.000 casos diarios y día a día bate sus record de casos y muertos, las muertes a nivel mundial de 2021 ya se acercan a las de 2020, la producción de vacunas en 2020 fue un 96% menor a las proyecciones de sus fabricantes y el volumen de 2021 solo llega al 25% de la proyectado para todo el año.
Entonces resulta inadmisible que los vericuetos burocráticos, o los procedimientos establecidos para regular el comercio como si no estuviesen en juego millones de vidas, demoren por meses, en el mejor de los casos, e incluso años, una resolución favorable a la liberación de las patentes.
Es cuestión central entonces para las y los trabajadores del mundo entero, exigir la inmediata concreción del anuncio y luchar para imponerlo a las farmacéuticas y los gobiernos que las respalden.