El fin de semana el gobierno firmó el decreto 622/21 que oficializó la contabilidad de los Derechos Especiales de Giro (DEG) en el presupuesto nacional. Ayer se utilizaron por primera vez para pagar vencimientos de capital con el FMI por casi $1900 millones de dólares.
El mes pasado, Argentina recibió U$S4355 millones en concepto de DEG, como parte de un paquete de ayuda mundial aprobado por el Fondo Monetario Internacional. En seguida, el gobierno confirmó que serían utilizados para pagarle al mismo organismo. Sin embargo, el modo de contabilización en el Tesoro Nacional aun no había sido determinado hasta el Decreto del último viernes por la noche.
A partir de la publicación del decreto, el gobierno hizo una «maniobra» que le permitirá aumentar el margen de emisión monetaria de cara al año que viene en caso de necesitarlo, pero esto no significa que los DEG no sean usados para pagar deuda. De hecho ya comenzaron a utilizarse con el pago de ayer.
La maniobra contable consistió de dos pasos. Primero, el Tesoro les vendió los DEG al Banco Central por $422.000 millones de pesos. Con ese dinero, el Tesoro Nacional canceló pasivos que tenía con el propio BCRA, que le establecían límites a las solicitudes de transferencias que necesita el Tesoro para cubrir el déficit.
Luego, el Tesoro se hizo de vuelta con los DEG, pero esta vez emitiendo LETES (Letras del Tesoro) de carácter intransferible al Banco Central, con vencimiento a 10 años y por un monto de hasta U$S 4334 millones.
Es decir, que la maniobra contable del gobierno implicará el crecimiento de la deuda intra-Estado. Con la particularidad de que se trata de deuda en dólares cuya cotización está atada a la de los DEG, es decir, a la que decida el FMI. Por lo tanto se trata de una deuda que se restringe a la esfera del Estado pero cuyo monto el Estado no controla completamente.
Cuando el gobierno confirmó la venta de los DEG al Banco Central, la oposición de derecha puso el grito en el cielo denunciando que se venía un shock de emisión monetaria para financiar las medidas económicas para intentar revertir el resultado electoral.
Si bien no está descartado que el gobierno vaya a necesitar una medida de este tipo -no hay mucho margen económico por fuera de la emisión como para financiar el paquete de medidas que el gobierno pretende- no es cierto que el gobierno «utilizará la plata del FMI para repartir plata para ganar las elecciones», como más de un diario de la derecha tituló en la semana.
El gobierno salió a desmentirlo, y lo peor de todo es que tiene razón: no, no se utilizará la plata para salario, asistencia social, salud o educación. Se utilizará para pagar la deuda. Ese es precisamente el problema.
En tanto las condiciones sociales del país siguen deteriorándose, con una «crisis salarial», inflación y pobreza, además del pago de ayer el gobierno terminará por utilizar la totalidad de los DEG antes de fin de año para cubrir vencimientos con el Fondo, a la espera de que se dirima la renegociación que deberá encarar Martín Guzmán en los próximos meses.