Massa también busca negociar un préstamo de unos US$ 2.500 millones con un grupo de bancos. Estando al día con los pagos y el ajuste podría lograr agregar un eslabón más a la cadena de la deuda externa.
Tras este último pago de intereses el gobierno volvería a reunirse con el Fondo a fines de febrero. Hasta el momento las metas que fueron planteadas por el organismo imperialista fueron cumplidas de manera sobresaliente, lo cual son pésimas noticias para los trabajadores.
En febrero se discutiría un desembolso por parte del Fondo menor a los intereses pagados en enero, de unos 5.400 millones de dólares.
Pero este año se anuncia como más negro que de costumbre. ya que el Estado argentino deberá pagar mas deuda que los ingresos que reciba del organismo. Esto se suma a que las exportaciones vienen cayendo en picada debido a la sequía. Para colmo se combina con las condiciones de reservas, emisión monetaria y déficit, y que además se trata de un año electoral.
En concreto, en 2023 la diferencia entre los desembolsos del FMI y los pagos del Estado argentino será negativa en unos US$ 3.400 millones. Es por esto que Massa busca entablar negociaciones con bancos extranjeros por unos 2.500 millones de dólares.
Si entra en detalle, lo que estudia el gobierno son cuatro ofertas de créditos en los que el deudor debe entregar por lo general bonos en dólares en garantía. Y el plazo sería de un año renovable.
Los interesados son más de las mismas lacras de siempre, fondos de inversiones y bancos extranjeros de Asia, Estados Unidos y Europa. Se discute la tasa, el tipo de garantía (colateral) y el monto, que en total suma US$ 2.500 millones.