
La titular del organismo de crédito internacional declaró el día martes que el FMI está «muy interesado» en extender un nuevo crédito a la Argentina una vez asumido Milei. Lo haría a través del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad.
Dicho Fondo fue utilizado durante la pandemia para brindar dólares rápidos a los países en problemas de liquidez, siempre y cuando tuvieran en curso un programa tutelado por el FMI como el que atraviesa la Argentina hoy (gracias a Macri primero y al panperonismo después).
En concreto, la idea del FMI sería extenderle a Milei unos 1.350 millones de dólares. Según los asesores de Milei, ese dinero se utilizaría para «resolver la bomba de tiempo de las Leliqs». Apenas asumido, Milei declaró que sus principales objetivos inmediatos serían la «reforma del Estado» (es decir, desguazar los ministerios y dejar a miles de trabajadores en la calle) y desactivar el problema de las Leliqs.
La aparente obsesión del ultraderechista con las Leliqs (un tema que no estaba ni remotamente en agenda hasta el momento) se debe simplemente a su intención de devaluar fuertemente la moneda nacional. Si se verificase una devaluación brusca del tipo de cambio con los niveles actuales de pasivos en pesos (Leliqs) la hiperinflación se dispararía en pocas horas.
De más está decir que ninguno de los problemas de la economía argentina puede resolverse con USD 1.350 millones. Ni el tema Leliqs ni, mucho menos, el delirio de dolarizar la economía.
Las declaraciones del Fondo son más bien un gesto simbólico de amistad para Milei y su Gabinete en formación. La idea es darle algunas divisas a Milei para ayudar a evitar un colapso demasiado temprano de su gobierno.
Sucede que el fascistoide presidente electo ya dejó en claro que su intención es llevar adelante un ajuste fiscal «mucho más duro que el del Fondo». Y a Georgieva y sus funcionarios no les desagrada que llegue al gobierno alguien que propone pagar dólar sobre dólar, aún si eso significa matar de hambre al 50% de la población nacional.
También parece haber caído bien en el Fondo la designación de Luis Caputo como ministro de Economía. No es ninguna sorpresa. Caputo fue justamente el artífice del préstamo usurario que el gobierno de Macri adquirió hace algunos años y que estrangula día a día la economía argentina.