El discurso de Alberto Fernández: palabras que se las lleva el viento

Un discurso en el que Fernández admitió que hay sectores que están "acaparando riqueza en perjuicio del que trabaja". Según él va a "trabajar incasablemente" para cambiar esto, pero no dijo cómo.

0
346

«Recuperamos el empleo, pero nos está costando mucho distribuir el ingreso. Siempre en nuestro país, hay sectores que acaparan ganancias en perjuicio del resto que trabaja», sentenció Alberto entre gritos frente a sindicalistas de la UOCRA en Esteban Echeverría.

Antes que nada una pequeña digresión: Alberto habla de «defender los derechos de los trabajadores» en un discurso a la UOCRA. Un gremio en el que la mayoría de los trabajadores ganan por debajo de la línea de pobreza mientras empresas constructoras se hacen millonarias con la obra pública.

Sin embargo, estos laburantes no tienen porque alarmarse. Fernández se comprometió «a trabajar incansablemente para distribuir mejor el ingreso en nuestro país». Ahora sí…

Si estabas preocupado por que tu sueldo no te alcanza para nada, no te angusties: Alberto te aseguró que «cada ministro del gobierno tiene la misión de hacer crecer los bolsillos de los trabajadores argentinos» ¡Vamos Presidente!

Menos mal que Alberto pronunció este discurso, ahora sabemos que sí se va a ocupar de nuestros ingresos, de pelear contra «los generadores de precios» y a «hacer crecer nuestro bolsillo». Que bueno que no va a ser cómo las otras veces,  cuando le declaró la guerra a la inflación, dijo que iba a expropiar Vicentín y anunció una ley antidespidos para que los empresarios… sigan despidiendo.

Alberto dice el qué pero no dice el cómo

Es verdad, los sectores del Agro tienen una renta extraordinaria que se vio incrementada por la suba de precios internacionales a casusa de la invasión de Rusa a Ucrania.

La derecha es una acérrima defensora de los intereses de los grandes terratenientes, los llaman «el sector más productivo del país». Ocultan que este sector se hizo de tierras gracias al reparto que las mismas familias efectuaron durante la constitución del Estado Nación en el siglo XIX. Un reparto que se hizo a punta de fusil.

Una enorme acumulación de una de las tierras más productivas del mundo, de manera totalmente discrecional y sostenida por absolutamente todos los gobiernos. Ni dictaduras, ni gobiernos democráticos cuestionaron la propiedad de esas inmensas extensiones de campo que la oligarquía se auto otorgó.

Hoy el gobierno tartamudea promesas de nuevas retenciones y rápidamente se desdice. Anuncia un acotadísimo proyecto de ley de la Renta Inesperada que aún ni envió al Congreso.

¿Entonces?

Frente a esta problemática hay voces desde la izquierda que tienen otros planteos: son conocidas las palabras de Manuela Castañeira, referente del Nuevo MAS: «hay que expropiar a los terratenientes que tengan más de 500 hectáreas». «Hay que dejarse de joder y poner 50% de retenciones al agro».

Estas medidas darían la posibilidad de transformar radicalmente la situación de los trabajadores con salarios para estatales y docentes por encima de la línea de pobreza. Se podrían generar inversiones acordes a salud y educación. Impulsar ayudas a las Pymes que no alcancen a pagar salarios de $153 mil pesos a sus empleados y se sacaría una de las fuentes de poder al campo, un sector reaccionario que ha apoyado dictaduras y golpes de estado.

Cualquier defensor del gobierno podría decir que esto acarrearía muchos conflictos con uno de los sectores más poderosos del país ¿Acaso hay algún cambio sustancial que no genere grandes conflictos? De lo que se trata es de decidir con quien quiere tenerlos, sí con los de arriba o con los de abajo. Todo lo demás, como el discurso de Alberto, son solo palabras.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí