El capitalismo, el gran caldo de cultivo

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Pánico mundial por el ébola –

 

“La epidemia de ébola muestra que el mundo está mal preparado para responder a cualquier emergencia sanitaria severa”… [La crisis del ébola] “muestra los peligros de las crecientes desigualdades: a los pobres se los deja morir, pero cuando el virus que los mata queda fuera de control, el mundo entero está en riesgo. […] Aunque el virus surgió hace casi 40 años, no existen tratamientos ni vacunas, y esto se debe a que, como la enfermedad se limitaba a países pobres, no hubo incentivos para investigación y desarrollo. Una industria que se mueve por la búsqueda de beneficios no investiga en productos para mercados que no puedan pagar.” [Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, Télam, 13/10/2014]

 

 

Estas declaraciones de Margaret Chan, directora de la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo dicen todo sobre el ébola. La cuestión central del ébola no era (ni es) un problema médico ni biológico, sino ante todo social. Simplemente, no daba ganancias para hacer investigación, tratamientos ni vacunas para pobres… y para colmo, africanos!

Y sus palabras son muy significativas, porque la Dra. Chan no es una luchadora contra el capitalismo. Es la titular de una de las “organizaciones mundiales” de la llamada “comunidad internacional” (como la ONU, la FAO, la OIT, la UNESCO, etc.). Los funcionarios de esas entidades siempre compiten en un doble servilismo: al gran capital y a sus principales gobiernos. ¡Lo del ébola debe ser muy serio para que la Dra. Chang haya violado esa norma no escrita, pero de cumplimiento riguroso!

Efectivamente, lo del ébola es potencialmente muy grave. Y el capitalismo y sus gobiernos, comenzando por los de EEUU y la Unión Europea, están en la primera fila de las responsabilidades.

Ahora, se atropellan en una carrera contra el tiempo, para hacer frente a un peligro que puede llegar a ser inconmensurable. Y en esa corrida, dentro de lo dramático de la situación, se repiten episodios tragicómicos en Estados Unidos, el Estado español y otros países. Es que al mismo tiempo, la emergencia desnuda el deterioro y la ruina de los sistemas de “salud pública”. Varias décadas de capitalismo neoliberal los ha ido transformando en “salud privada”… para los ricos que puedan pagar. El resto, que se las arregle con las sobras.

Pero la posibilidad cierta de una epidemia masiva establece un peligro generalizado. Aunque con desigualdades, afecta a toda la sociedad y no se le puede hacer frente con la medicina privada, los “seguros de salud” y demás sistemas de aves de rapiña.

Por eso, ya en varias regiones de Estados Unidos comienza a verse “el sello de la paranoia”, según define una corresponsal de El País de Madrid. Mientras tanto, Obama hace exhortaciones a “no ceder ante la histeria”… pero la idas y venidas de su gobierno frente a la llegada del ébola a Estados Unidos demuestran que el primer ataque de nervios se produjo en la misma Casa Blanca.

 

El capitalismo, el gran caldo de cultivo del ébola

 

El capitalismo imperialista no sólo es responsable de no haber enfrentado a tiempo la expansión del ébola. En verdad, ha sido durante años el caldo de cultivo social del virus en África.

La Dra. Allyson Pollock –profesora de Investigación y Políticas de Salud Pública en la Universidad Queen Mary de Londres– explica el nacimiento y desarrollo del ébola, y sus causas:

“El ébola es un virus que algunos piensan que podría proceder del murciélago. Se extiende a través de los fluidos del cuerpo; ése es por tanto un mecanismo importante de trasmisión.

“En la mayoría de la situaciones normales debería ser fácilmente controlado con una cuarentena y aislando a los enfermos. Pero el gran problema es que en los países donde es más prevalente –Sierra Leona, Liberia y Guinea– son países muy, muy pobres, donde la infraestructura está cada vez más destrozada, especialmente en lo que se refiere a los sistemas sanitarios. El virus ya está presente en zonas urbanas, donde se da un estrecho contacto entre humanos. Por eso es muy difícil de contener y controlar, sobre todo cuando aparece en zonas superpobladas muy pobres y con muy escaso saneamiento.

“Supongo que la OMS confiaba contenerlo con facilidad, como el anterior gran brote en la década de 1970. ¿Pero no pensaron que esos países en los que está brotando se hallan entre los países más pobres de entre los pobres? Liberia y Sierra Leona han pasado cada uno por largos períodos de guerra civil, han tenido conflictos con refugiados y desplazados, el PBI y la economía han quedado muy desangrados. Además, en todos esos países se produjo un vaciamiento de los servicios públicos y especialmente de sistemas sanitarios.

“Por todo ello es muy, muy difícil contener ahora al ébola. A lo que debemos enfrentarnos sobre todo es a problemas reales de pobreza. Confiaban en contener fácilmente la enfermedad, pero se trata de un virus con una tasa de mortalidad muy alta; hay un 55% de probabilidades de morir si se contrae.

“Esto es muy grave. Pero el gran problema es que el mundo occidental, sobre todo Estados Unidos, está respondiendo con soluciones de armas y balas mágicas. Obama anunció que va a enviar 3.000 soldados y que van a centrarse en la producción rápida de una vacuna. Pero esto supone la total eliminación del importante factor estructural y social de la sanidad pública. Los principios de toda la salud pública se hallan en soluciones muy sencillas y básicas: disponer de agua potable, saneamiento, buena nutrición. Es decir, hay que luchar contra los males de la pobreza.

“Y, por encima de todo, se necesitan sistemas sanitarios competentes que dispongan de médicos, médicas y enfermeras bien formados e instalaciones donde puedas aislar a la gente.  Y que también se pueda  hacer el ‘rastreo de contactos’: volver a la comunidad para averiguar quiénes han estado en contacto las personas afectadas para ponerlas en cuarentena…

“Todas esas posibilidades han desaparecido. Esos países están viviendo las consecuencias de una erosión y colapso totales de sus sistemas de atención sanitaria. ¡Esa es la tragedia!… Por tanto, el problema de una epidemia va a machacarlos. Es el ébola, pero podría haber sido el cólera o cualquier otra enfermedad.

“La solución a esta epidemia no son balas mágicas de vacunas y no está en enviar tropas. Es un problema estructural, social, económico, medioambiental y se resuelve poniendo en marcha medidas de salud pública en todos los sectores.

“Liberia, Sierra Leona y Guinea, en realidad tienen muchísimos recursos naturales. Lo que está sucediendo con estos países respecto a su economía, es que las tierras se fueron  privatizando cada vez más y fueron tomadas por inversores extranjeros que entraron y saquean sus recursos y activos. Liberia tiene un PBI de un par de miles de millones de dólares y una población de cinco o seis millones. ¿Cómo van a reconstruir el país cuando en realidad sólo cuentan con altos ejecutivos extranjeros, compañías público-privadas y grandes flujos de dinero que se fugan al exterior? No hay ningún mecanismo de redistribución que implique construir un sociedad más justa y tratar de recuperar los recursos.

“Por tanto, todo eso empieza por la economía, empieza con lo que está sucediendo con la tierra, empieza con el hecho de que el aceite de palma, el coco y el caucho son cultivos comerciales importantes; y hay tierra, pero su propiedad se ha transferido.”[1]

Aunque con distintos matices y puntos de vista, los hechos que aportan Margaret Chan y Allyson Pollock llevan a conclusiones similares. La epidemia ha tenido y tiene una incubadora económico-social: el capitalismo. Por un lado, creó las condiciones de miseria extrema en esos países que hizo que el ébola llegara a ser epidemia. Por el otro, “dejó correr” eso, porque se trataba de países pobres, donde “no es negocio” hacer investigaciones ni tratamientos.

 

1- Tariq Ali, “Allyson Pollock: The Origins of the Ebola Crisis – Is Microsoft Medicine the Solution for Ebola?”, CounterPunch, 12/10/2014

 

Ebola

Cuando los buitres huelen ganancias

 

Como relata Margaret Chan, directora de la OMS, dado que los países afectados por el ébola eran pobres y africanos, ni las corporaciones farmacéuticas ni los grandes estados tenían interés en gastar un dólar en mejorar la salud pública, ni en investigaciones, vacunas, etc. Este desinterés era compartido por las ONGs, que frecuentemente esconden los negocios bajo su manto de “benefactores”.

Pero ahora el susto mundial por el ébola ha cambiado el panorama. Puede haber cientos y quizás miles de millones en danza. Ya muchos se están relamiendo… y se lanzan a dar dentelladas.

Sin embargo, como denuncia Allyson Pollock, esto no implica que el dinero se dirija a mejorar las condiciones de vida ni los sistemas de salud pública de los países afectados. Por el contrario, los fondos van a ser canalizados en sentido privatista por las ONGs que están comenzando a intervenir en este embrollo. Lo del ébola amenaza repetir, bajo otras formas, los escándalos del terremoto de Haití de 2010, que llenó los bolsillos de más de un benefactor de la humanidad.

Una de las principales ONGs que ya entró en liza, es la GAVI (Global Alliance for Vaccines and Immunisation-Alianza Global por las Vacunas y la Inmunización). Creada por la “Bill & Melinda Gates Foundation”, la GAVI opera con “GSK y Merck que imponen sus patentes, razón por la que les gustan ante todo las vacunas… Significan inmunización masiva, lo que implica grandes cifras de dinero a quienes tengan las patentes”.[Tariq Ali, cit.]

“No estoy diciendo que no necesitemos vacunas”, subraya Allyson Pollock, pero el problemas es que el dinero va sólo en ese sentido, “no a reconstruir los sistemas sanitarios, la infraestructura de la sanidad pública…”[Tariq Ali, cit.]. Por el contrario, todas estas ONGs son declaradamente privatistas y enemigas de los sistemas de sanidad pública.

Así lo proclama abiertamente la “Bill & Melinda Gates Foundation”, en su sitio web. La GAVI funciona bajo el principio neoliberal de la “asociación público-privada” (public-private partnership), “siguiendo el modelo de los negocios en el suministro de vacunas”. Con el ébola, ya se les está haciendo agua la boca a las corporaciones que operan detrás de ella…