
El Banco Central ha vuelto a subir las tasas de interés de referencia a un 75% anual nominal y un 107% anual efectivo. El gobierno busca absorber pesos emitidos para pagar las liquidaciones del mecanismo del «dólar soja«, de modo de frenar la inflación a costa de una mayor recesión.
La liquidación de dólares del sector agroexportador parecía ser un mínimo alivio, pero el gobierno consiguió convertirlo en más ajuste recesivo. Esta liquidación lo ha obligado a emitir mucho más de lo que hubiese sido necesario con el cambio a $141. Estos nuevos pesos pasan a ingresar en una economía congelada y su impacto es inflacionario. Para solucionar esto Massa buscó una solución recesiva, que no toca otro bolsillo que no sea el de los trabajadores.
Es la novena vez en el año que el gobierno sube las tasas. A principios de año, las tasas para las Leliqs y plazos fijos se ubicaban en el 37% y 38%. El incremento a casi el doble habla de la gran crisis inflacionaria y devaluatoria.
Cada vez que el gobierno decide aumentar las tasas se congela aún mas la economía, porque los préstamos para la inversión necesariamente disminuyen. Incluso para el funcionamiento normal cotidiana de una empresa, la mayor de las veces necesitan préstamos bancarios para funcionar.
Entonces: el Central emite más pesos para pagar el «dólar soja» y para reducir su impacto inflacionario los quiere sacara de circulación. Entonces, emite bonos (se endeuda) para que esos pesos vuelvan al Estado. Ahora sube las tasas de interés precisamente para que esos nuevos bonos sean más «atractivos» de comprar. Este mecanismo es conocido como «esterilización de pesos». Los grandes empresarios, en especial los banqueros, mantienen su dinero en letras y bonos en lugar de llevarlo a la economía real. De esta manera aseguran sus ganancias en tiempos de crisis económica e inflacionaria.
La emisión es consecuencia del «dólar soja», la suba de las tasas de interés es consecuencia de la emisión, la inflación y futura recesión son consecuencia de una y otra. Los únicos que no pierden son los banqueros y sojeros.
En la Argentina los mayores tenedores de letras del BCRA son los bancos privados, razón por la cual se han vuelto el sector privado mas dependiente del Estado. Solo en los intereses de las Leliq el Estado debe mas que toda la base monetaria.
Pero el ajuste aún no termina, el BCRA también anunció que “continuará calibrando la tasa de interés de política en el marco del proceso de normalización de la política monetaria en marcha, prestando especial atención a la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y a la dinámica del mercado de cambios”.