En un audio que los medios calificaron como «explosivo», la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos defenestró a Alberto Fernández. «Payaso», «ocupa», «enfermo», «mequetrefe», «conchudo» fueron algunos de los epítetos que utilizó. Mientras el gobierno sufre la derrota electoral del domingo, la fracción kirchnerista de la coalición intenta despegarse del problema.

Mucho ruido y pocas nueces

El audio se habría «filtrado» de una conversación privada de Vallejos (no se sabe con quién). Pero la extensión (casi 12 minutos) y el nivel de análisis lo acercan más a un discurso de campaña que a un comentario informal. Es poco serio pensar que una diputada nacional de trayectoria (recordemos que Vallejos encabezó la lista de diputados nacionales por PBA en 2017, junto a Cristina) es lo suficientemente ingenua como para defenestrar al presidente de la Nación (de su mismo espacio) en un medio poco seguro como What’sApp, y que el audio se filtre en todos los medios del país a las pocas horas.

Además, hay que mencionar que el audio se difundió al mismo tiempo que la serie de renuncias de Ministros de filiación kirchnerista dentro del Gabinete oficialista. Se trata, evidentemente, de una puesta en escena por  parte del ala kirchnerista del gobierno para intentar despegarse de toda responsabilidad sobre la derrota electoral y la pésima gestión social que se ha hecho de la pandemia.

En el audio, Vallejos dice que Fernández es un «payaso» «atrincherado» en la Casa Rosada, más preocupado por el FMI que por las exigencias del pueblo trabajador, y que Guzmán es un niño rico salido de las aulas de «la UNLP y yankilandia», cuya única preocupación es cerrar el acuerdo con el Fondo.

Todas cosas más o menos ciertas, pero que no hacen más que dejar en evidencia al kirchnerismo y a la propia Vallejos como parte integrante de dicho gobierno. Si Vallejos, la principal diputada del kirchnerismo, está en contra del proyecto de gobierno de la coalición, ¡lo que no se explica es por qué forma parte de dicho gobierno! El oficialismo está asustado por el resultado de las PASO, pero no ha tomado una sola medida para cambiar el rumbo ajustador de su gestión.

Pagarle al Fondo o ganar las elecciones

La coalición de gobierno pan – peronista ha estado comprometida desde el día 1 de su gestión con el pago de la deuda al FMI. Y de esto son tan responsables Alberto como Cristina, Massa, Guzmán, Vallejos, Wado de Pedro, Soria, Sabatella y todo el personal dirigente de la coalición. Sucede que, habiendo transcurrido la primera mitad del mandato, se ha desnudado una contradicción que es constitutiva al gobierno de Fernández.

Para mantener la normalidad del capitalismo argentino, el gobierno debe pagarle en tiempo y forma al FMI. Y esto implica aplicar la política del Fondo en el país: ajustar en salarios y puestos de trabajo, recortar el gasto público, afrontar una reforma laboral en regla. Para ganar las elecciones, el peronismo debe mantener su imagen pública. Pero en la Argentina los trabajadores ya rechazaron el ajuste y los intentos de reformas regresivas. Por esto fue que el macrismo salió eyectado por los aires luego de las movilizaciones de diciembre de 2017, cuando miles de trabajadores derrotaron la reforma previsional.

Mientras kirchneristas, albertistas y massistas patalean para ver cómo salir del lodazal de las elecciones, los trabajadores siguen pagando el hambre que generó un gobierno cuyo único eje político es pagarle al FMI y mantener el status – quo de la Argentina capitalista.