Traducción de Viento Sur
El investigador franco-libanés Gilbert Achcar, profesor de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, repasa el ataque israelí al consulado en Damasco el 1ro de abril y analiza la respuesta de la República Islámica. También examina los efectos de esta renovada tensión en las negociaciones en curso para poner fin a la guerra en Gaza
¿Qué buscaba Israel cuando atacó el consulado iraní en Damasco?
El ataque israelí continuó la larga serie de ataques contra objetivos iraníes en Siria, que comenzó hace una década, cuando Irán empezó a asentarse en el país a raíz de la guerra civil que siguió al levantamiento popular de 2011. Sin embargo, las autoridades israelíes no podían ignorar que la destrucción del consulado, adyacente a la embajada iraní, constituía una escalada importante, incluso más allá de la identidad de las víctimas, entre las que se encontraban un miembro de alto rango de la «Guardia Revolucionaria», el brazo armado ideológico del régimen iraní, y otros siete oficiales.
Así que me parece que se ha tratado de una provocación deliberada diseñada para provocar una respuesta iraní y desencadenar una cadena de acontecimientos que podría conducir a una acción a gran escala contra Irán. Hay dos razones principales para ello, una trivial y otra estratégica. La razón trivial es que la precipitación militar redunda en interés de Benyamin Netanyahu, quien, como sabemos, necesita estar en estado de guerra para mantenerse en el poder. También beneficia a todo el gobierno israelí, que se enfrenta a una antipatía creciente por parte de la opinión pública occidental. Es probable que una confrontación con Irán, que tiene una imagen muy negativa, restablezca la solidaridad occidental con Israel. Esto también se aplica a la administración Biden, que ha sufrido recientemente el deterioro de la imagen de su aliado israelí.
La razón estratégica es obvia: desde que Donald Trump repudiara en 2018 el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, este último ha intensificado considerablemente sus actividades de enriquecimiento de uranio, hasta el punto de que ahora se estima que Teherán necesitaría solo unos días para producir al menos tres bombas nucleares. Si a esto se añade la capacidad de ataque de largo alcance de Irán, demostrada el pasado sábado, es fácil comprender el temor de Israel a perder su monopolio regional sobre las armas nucleares y, por tanto, su capacidad de disuasión. Es cierto que Israel tiene un número considerable de cabezas nucleares, pero su territorio es mucho más pequeño que el de Irán. Por lo tanto, es de temer que el ataque al consulado haya sido concebido como la primera salva de una escalada militar que conduzca a un ataque israelí contra el potencial nuclear iraní.
¿Qué dice la respuesta iraní?
Muestra una gran vergüenza. Teherán se ha visto acorralado por el ataque a su consulado. Su credibilidad disuasoria se ha visto considerablemente erosionada a lo largo de los años por repetidas promesas de venganza que nunca se han cumplido, al menos a un nivel significativo, como tras el asesinato en Irak, ordenado por Trump en enero de 2020, del jefe de la fuerza Al-Quds de los Guardianes de la Revolución, Qassem Soleimani. Irán tampoco ha intervenido directamente en la guerra de Israel en Gaza, contrariamente a las exhortaciones de Hamás. Irán se contentó con hacer intervenir a sus aliados libaneses y yemeníes, de forma autolimitada en el caso del Hezbolá libanés.
Por tanto, Teherán tuvo que actuar esta vez para no perder la cara por completo. Al mismo tiempo, los dirigentes iraníes eran conscientes del objetivo de la provocación israelí y temían un ataque en su suelo antes de haber logrado el equilibrio del terror con la adquisición de armas nucleares. Por eso optaron por un ataque aparentemente masivo, que sabían que tendría poco impacto. Atacar al Estado mejor equipado del mundo en términos de defensa aérea, ayudado por poderosos aliados, con Estados Unidos a la cabeza, con drones y misiles de crucero desde una distancia de 1.500 kilómetros, a lo largo de varias horas, significa esperar que muy poco de lo que Irán lanzó llegara a su destino. Sólo unos pocos misiles balísticos lograron colarse por la malla de la red de protección israelí.
Fuentes iraníes se apresuraron a declarar el asunto cerrado en lo que a ellos respecta. Esto es ingenuo. Si hubieran atacado una misión diplomática israelí en Emiratos Árabes Unidos o Bahréin, por ejemplo, nadie podría haberles acusado seriamente. Pero al lanzar cientos de misiles contra territorio israelí, han caído de lleno en la trampa, legitimando así un ataque israelí directo contra su propio territorio. No es muy difícil comprender que han demostrado tanto el peligro que suponen para Israel, reforzando así el argumento israelí a favor de la destrucción preventiva de su potencial, como su debilidad estratégica frente a un adversario mucho mejor equipado que ellos. En mi opinión, se trata de un error que podría resultar tan monumental como el que cometió Hamás cuando lanzó su operación el 7 de octubre de 2023.
¿Cuáles son las consecuencias para la guerra en Gaza y las negociaciones?
Las negociaciones ya habían llegado a un punto muerto antes de todo esto. Ahora las perspectivas de un acuerdo son muy escasas, sobre todo porque es muy probable que la presión occidental sobre Israel disminuya en intensidad y la incertidumbre se cierne sobre los rehenes. Israel ya ha destruido la mayor parte de Gaza, convirtiéndola en un campo de tiro para sus fuerzas armadas. Queda Rafah, que Israel se dispone a invadir tras desplazar a la población civil. Esto requerirá un esfuerzo mucho menor que la ofensiva llevada a cabo hasta el pasado mes de enero. Además, el enfrentamiento con Irán no requiere ninguna movilización terrestre adicional, salvo en el norte para conjurar una posible ofensiva de Hezbolá. En cuanto a la capacidad de ataque de largo alcance de Israel, permanece intacta, ya que la administración Biden se asegura de mantenerla al día mediante continuas entregas de armas, además de su contribución directa al esfuerzo bélico israelí.
Entrevista realizada por Pierre Barbancey
Traducido por César Ayala del original francés: https://www.humanite.fr/monde/etats-unis/gilbert-achcar-liran-sest-trouve-mis-au-pied-du-mur-par-lattaque-contre-son-consulat