El Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 (DNU), ha abierto muchos debates en la sociedad; para empezar: si hay necesidad y urgencia para cambiar todo el orden jurídico del país de un plumazo. Muchos se preguntan si es constitucional o no; tanto por la forma (una persona, el presidente, cual emperador, cambia todo a su antojo, barriendo con el codo décadas de leyes que implicaron consenso y/ o mayorías parlamentarias y luchas extraparlamentarias); como por el contenido, ver más abajo.
Esto abre toda una serie de instancias tanto judiciales, hasta llegar la corte Suprema de “injusticias”, como legislativas, la posibilidad que ambas cámaras rechacen el DNU en marzo cuando empiecen las sesiones ordinarias, aunque el decreto ya tiene vigencia y se puede aplicar.
Si la supervivencia del DNU dependiera solamente del entramado institucional nos anticiparíamos a asegurar que el DNU se aprobará y esto tiene que ver con el contenido del del mismo.
El DNU y los de arriba
La esencia del decreto es liberalizar todo, desregular lo más posible, es decir, reducir a lo mínimo posible las regulaciones estatales, las leyes y demás instrumentos jurídicos del estado que regulan el capital, el flujo de inversiones financieras y productivas y sobre todo el trabajo.
Desde el punto de vista económico es entregar el país al FMI y al empresariado más fuerte: las empresas imperialistas, los bancos, el capital concentrado y monopólico, los pools de siembra, las cerealeras, etc.
La entrega incluye las condiciones laborales y el patrimonio del país, el litio, el petróleo, etc. Esto probablemente traerá algunas divisiones entre los de arriba por ver quién se queda con la mayor parte del botín.
El DNU y los de abajo
En lo que no hay división y están unidos todos los empresarios grandes y chicos, pymes nacionales y extranjeras es en reventar a los trabajadores, sacar todas “las regulaciones que impiden la libertad laboral y las inversiones”, así le dicen ellos a nuestros derechos y conquistas que llevaron décadas de luchas.
El decreto da libertad de explotar hasta la última gota de sudor a la clase trabajadora y le quita el derecho de defenderse. Este es el contenido central del DNU: “Fuera los derechos de los trabajadores. Viva la libertad de los esclavistas”
Veamos esto en el plano jurídico: todo el derecho actual reconoce que en el contrato laboral hay dos partes desiguales, que el empleador está en una situación favorecida en relación al trabajador. Esto es un pilar del derecho laboral. El decreto cambia esto y pone un signo de igualdad entre el empleador y el trabajador, desconociendo dicha desigualdad objetiva.
Otro pilar es la progresividad, que los cambios deben favorecer al trabajador. No se pueden sacar derechos o empeorar la situación. El decreto también da por tierra esto.
“Fuera los derechos de los trabajadores. Viva la libertad de los esclavistas”
Veamos algunas de las consecuencias del DNU, derechos que sacan o restringen:
- Reducir las indemnizaciones en un alto porcentaje que puede superar el 50%
- Reemplaza las actuales indemnizaciones por un seguro de desempleo (tipo Uocra)
- Cercena, restringe el derecho de huelga a casi todos los trabajadores en primer lugar a los docentes, a los trabajadores del transporte y de casi todas las industrias y del campo.
- Serán causal de despido sin indemnización hacer asambleas en el lugar de trabajo, hacer huelgas o bloqueos.
- Atenta a la organización de los trabajadores desfinanciando los sindicatos.
- Pasa el tiempo de prueba de 3 a 8 meses, transcurrido ese lapso se termina el contrato y te vas con lo puesto, ni proporcional de aguinaldo, ni de vacaciones.
- Se crean otras formas de contratación, como si los trabajadores fuesen empresarios. Para fragmentar más a los trabajadores, bajo el viejo lema de “divide y reinaras”.
- Se sacan todas las multas a las patronales por contratar en negro o todo tipo de fraude laboral. Promueve la igualdad al revés: que todos los trabajadores no tengan ningún derecho.
- Se elimina la posibilidad de hacer juicios para recuperar el puesto de trabajo.
Los trabajadores del Estado no son “ñoquis”
Han salido dos decretos más, exclusivamente para los trabajadores estatales. En uno determina que no se renuevan los contratos hechos desde el 1 de enero del 2023 hasta el momento. El segundo da de baja todos los demás contratos y se los renueva solo por 90 días, en los cuales se revisarán uno por uno. Es decir, empezaron los despidos.
La primera consecuencia será que se verán afectadas infinidades de prestaciones esenciales del estado en salud, discapacidad, educación, asistencia de niños y ancianos, etc.
De hecho, trata a todos los trabajadores estatales como si fuesen “ñoquis”: vagos como mínimo, ladrones ellos o para terceros el resto. Los únicos que saben exactamente quién es “ñoqui”, son los trabajadores de cada repartición y no los funcionarios políticos. Desde ya nos atrevemos a decir que los “ñoquis” amigos del poder van a quedar y van a despedir a los que trabajan y hacen que las cosas necesarias funcionen.
La herencia y el tiempo
A los decretos se sumarán, en pocos días, los tarifazos al transporte, los servicios públicos, la telefonía celular, las prepagas, ni que hablar de la educación privada para el próximo año.
Estas medidas se justifican básicamente con dos argumentos: la tremenda herencia recibida y que habría que darle tiempo al gobierno ya que recién empieza y no se pueden mostrar resultados en tan breve tiempo.
Sobre la herencia recibida los que más la sufrimos somos nosotros: los trabajadores y el pueblo. Los aumentos de precios que vienen subiendo desde hace años pegaron un salto en las últimas semanas.
Pero la herencia es la primera parte del problema, la segunda es la solución.
La solución que propone Milei es acelerar más la inflación, hasta que al mercado le parezca un nivel aceptable y rentable de precios y salarios. Esto lleva, y así lo dice el propio gobierno, a una “estanflación”: una altísima inflación y una recesión terrible. Cuando los trabajadores no tengamos un cobre para gastar se parará la economía y se parará la inflación. Tremendo!!!
Mientras tanto, el empresariado que exporta sus productos y no depende del mercado interno podrá imponer salarios de hambre y condiciones de esclavitud ante una desocupación masiva, y se llenarán sus bolsillos aún más de dólares.
Los empresarios que se dedican a la timba financiera, a la especulación de bonos, titulo, valores y tierras, también seguirán llenándose aún más los bolsillos de dólares de la mano de Caputo y a costa del patrimonio público (petróleo, litio, etc)
Después de un tiempo (¿35 años?) quizás se derrame algo de sus bolsillos y nos caiga una migaja. En estas circunstancias darle tiempo es suicida.
El relato que todo es culpa del populismo, de las regulaciones, de los K, son justificaciones para imponer un plan antiobrero y anti popular en beneficio de los empresarios, que solo puede pasar con represión, con el “protocolo anti protesta” de la Bullrich.
El problema no es “la casta”, sino la lucha de clase: los empresarios quieren más de nuestra pequeña porción de la torta. Así de sencillo y de claro, esa es la única verdad, lo demás es relato, chamuyo. “La casta” son los políticos que han gobernado para los empresarios y ahora estos le dicen que vayan por todo. Son ellos, los empresarios y los políticos a su servicio, o nosotros.
Los caminos que no llevan a ninguna parte
Esta marcha a Tribunales debe ser el comienzo de un plan de lucha de todos los trabajadores, porque es muy serio el ataque a las condiciones de vida de los mismos y del pueblo.
Como decíamos más arriba, si la supervivencia del DNU depende de pelear en el entramado institucional llevamos las de perder. Si la estrategia de los gremios, la CGT y las CTAs es presentar impugnaciones judiciales: estamos en el horno.
¿Alguien pude creer que los jueces, las cámaras de apelaciones o la corte suprema va a ir contra los intereses de los grandes empresarios y el imperialismo?
¿Alguien puede creer sinceramente que los gordos y demás burócratas sindicales tienen interés de defender los derechos laborales cuando vienen entregando sistemáticamente el salario y firmando convenios super flexibles y colaborando con los empresarios y los gobiernos en vez de enfrentarlos?
Por el lado legislativo la cosa no es más alentadora: cualquier cámara que apruebe el decreto queda firme.
¿Alguien puede creer que no consiguen la mayoría en el país de la “Banelco” y el “diputrucho”*? ¿En el país que los gobernadores cambian votos “por moneditas”? ¿En el parlamento que legitimó, con la anuencia de CFK, la estafa del préstamo de Macri con el FMI? ¿En el parlamento que aprobó los acuerdo secretos con Chevron, por ejemplo? ¿Alguien cree en papá Noel?
* (Se conoce como ley Banelco, a la reforma laboral durante el gobierno de De la Rúa que se aprobó vía coimas multimillonarias a diputados y senadores. El “diputrucho” fue el voto de un diputado que no era diputado para que se apruebe las leyes de privatizaciones durante el gobierno de Menem)
Imponer la huelga general a las centrales y organizarse en forma independiente
Sembrar expectativas en la justicia o en el parlamento para frenar el DNU es ser muy ingenuo o, directamente trabajar para el enemigo. Por eso en esta oportunidad los trabajadores tenemos que tomar las cosas en nuestras propias manos, solo confiar en nuestra lucha y organización.
La semana pasada ante la falta de electricidad hubo centenares de cortes espontáneos. El miércoles 20, tanto en la movilización a la plaza de Mayo, como en los cacerolazos de la noche y de los días siguiente, se mostró la capacidad de lucha, la fuerza y la capacidad de organización independiente que anidan entre los trabajadores y el pueblo. Ese es el camino: tomar las cosas en nuestras manos. Usando las herramientas actuales, recreando las asambleas populares, desbordando a las conducciones y creando nuevas herramientas de lucha y organización de ser necesario.
La mayoría de los gremios han llamado a tribunales solo a los cuerpos orgánicos; de otra manera habrían convocado a un paro, única forma para que participen todos los trabajadores. Hay que exigir e imponer asambleas en los lugares de trabajo.
Para tirar abajo el DNU es imprescindible preparar una lucha en serio: un paro general activo discutido y votado en asambleas en todas las fábricas, lugares de trabajo, en los barrios, en los cacerolazos. No se puede dejar en manos de los “Gordos de la CGT”, ni en mano de otros burócratas el destino de nuestros hijos y familias por los próximos 35 años.
- Abajo el DNU anti derechos laborales y sociales. No a la entrega del País
- Derogación inmediata del “protocolo anti protesta”.
- No al fin de los contratos en el estado. No a los despidos
- Reapertura de paritarias. 100 % de aumento de salarios, jubilaciones, asignaciones familiares y planes sociales ajustado mensualmente.
- Apoyo a los cacerolazos y a toda expresión de lucha.
- Estado de alerta, movilización y asambleas en todos los lugares de trabajo.
- Basta de dilaciones. Que la CGT y las CTAs convoquen a un paro general activo para tirar el DNU.