El 24 de enero, marcha y paro nacional contra el ajuste y la represión de Milei. Contra el Protocolo antiprotesta, el DNU y la Ley Ómnibus. Por un plan de lucha nacional.
Hace falta una salida desde las y los trabajadores. El Nuevo MAS convoca a las 11hs. en Congreso.
Para derrotar el plan de ajuste y represión de Milei
¡El 24 de Enero todos a las calles!
Vamos por un Plan de Lucha hasta derrotar el Protocolo antiprotesta, el DNU y la Ley Ómnibus
A un mes y medio de asumido el gobierno de Javier Milei, declaró un verdadero plan de guerra contra los trabajadores y sectores populares. A las primeras medidas económicas de Caputo (devaluación del 120%, quita de subsidios, tarifazos, aumento de los combustibles, fin de la obra pública), se suma el DNU 70/2023 y la Ley Ómnibus, cuyo objetivo es un replanteamiento total de los parámetros habituales de la vida económica, política y social, avasallando los derechos, las conquistas democráticas y las formas de organización de la sociedad, con la intención de someter todas las esferas de la vida cotidiana de los trabajadores a la pura “ley del mercado” como factor regulador.
En boca de Milei, la “libertad” es un eufemismo para que los empresarios puedan hacer lo que quieran con las y los trabajadores, los recursos naturales, etc.
Para esto, Bullrich lanzó el “Protocolo antiprotestas”, sabiendo que no hay manera de que un “masazo” de tales características, sea aceptada “mansamente” sin represión ni criminalización.
Además, Milei intenta arrogarse “la suma del poder público”, para gobernar como si fuese un emperador romano, esto es un hecho sin antecedentes bajo un gobierno democrático en la historia argentina. Los “poderes especiales” que pretende asumir (y que el Congreso está negociando darle por un año) es para poder aplicar este programa sin la interrupción molesta de cualquier otra institución o de cualquier movilización.
Todo esto constituye un ataque global y reaccionario contra las y los trabajadores, que pretende desmantelar décadas de conquistas para someterlos a la explotación capitalista sin límites, a ser pura carne de cañón.
En este sentido, el capítulo laboral (en este instante suspendido por la Cámara del Trabajo) del DNU es muy sintomático: restricción del derecho a huelga, declaración de servicios esenciales a la salud y la educación, a todas las industrias que exportan se le restringe el derecho a huelga, eliminación de las indemnizaciones, extensión del periodo de prueba de 3 a 8 meses, prohibición de asambleas, criminalización de las acciones de defensa de los trabajadores, eliminación de la ultraactividad, etc.
Para Milei, los empresarios, según declaró en Davos, son los verdaderos “héroes” de la sociedad. Los trabajadores, no somos nada.
Empezó la respuesta
Sin embargo, frente a este ataque frontal, comenzó a haber respuesta. El 20 de Diciembre la marcha de la izquierda y los movimientos sociales a Plaza de Mayo, desafió el protocolo de Bullrich, poniéndole límites al intento de acción represiva del gobierno.
Inmediatamente después, frente al anuncio del DNU, cientos de cacerolazos se hicieron sentir a lo largo y ancho del país para repudiarlo; dando paso posteriormente al surgimiento de asambleas barriales que nuclean a trabajadores y vecinos que rechazan la política del gobierno.
Frente a la dureza del ataque, la propia CGT debió convocar el 27 de diciembre a Tribunales, con el límite de que hicieron una marcha solo de los cuerpos orgánicos para evitar que cientos de miles de trabajadores se movilizaran.
Además, se han puesto en pie organizaciones artísticas y culturales para enfrentar el intento de eliminar cualquier expresión independiente y el control de los trabajadores de la Cultura sobre su trabajo.
Un grito unificado de los distintos sectores que empezaron a surgir fue: ¡Paro, paro, paro! ¡Paro general!
En este marco, la CGT convocó al paro con movilización del 24 de Enero, un hecho inédito a solo 45 días de la asunción del gobierno. Convoca por la presión desde abajo, pero también en defensa de sus propios intereses, como es la quita de las cuotas sindicales.
Frente a esto, debemos garantizar el paro y la movilización masiva desde abajo, para darle un carácter activo que demuestre la fuerza de los trabajadores movilizados en la calle. Hay que tomar el paro en nuestras manos y construirlo en los lugares de trabajo, en los cacerolazos, asambleas y todos los espacios que están surgiendo.
Cómo sigue
La CGT quiere que la movilización “convenza a los parlamentarios”. No podemos confiar ni un segundo en la “rosca parlamentaria”, en el “toma y daca” de los diputados y senadores. Ya hemos visto “diputruchos” y “Banelcos” para privatizar y cambiar las leyes laborales. Son una verdadera cueva de bandidos.
Además, el Parlamento y la Justicia, fueron por acción u omisión, los que permitieron que Milei sea presidente, y hoy negocian artículos, pero tienen la intención de que lo más profundo de las reformas se aprueben.
Al DNU, a la Ley Ómnibus y al Protocolo antiprotesta lo frenamos desde la calle, con la organización y la lucha. Desde ya hay que dar continuidad y exigirle a la CGT que ponga en pie un Plan de Lucha Nacional que siga con un paro activo de 24 horas para las próximas semanas.
Para todo esto, te invitamos a marchar con el Nuevo MAS, la Corriente Sindical 18 de Diciembre, la juventud del ¡Ya Basta! y el SiTraRepA (Sindicato de Trabajadores de Reparto por Aplicación), en unidad con la izquierda, los sindicatos combativos y los movimientos sociales.
¡El 24 de Enero todos a las calles!
¡Abajo el Protocolo antiprotesta, el DNU y la Ley Ómnibus!
¡Por un plan de lucha nacional y un paro activo de 24 hs!
Hace falta una salida anticapitalista de las y los trabajadores