
Durante todos esos días su familia, sus amigos, sus compañeros, sus vecinos y las organizaciones buscamos a Ana, nos organizamos para pegar su foto y hacer volanteadas por toda la zona sur, reuniendonos en la puerta del colegio para repasar sus últimos pasos e ir a buscarla, realizamos movilizaciones toda esa semana exigiendo su aparición con vida. La policía no salió a buscarla el mismo día que desapareció; no pidió las cámaras del lugar; la madre llamó 3 veces al 145 (línea de denuncia a trata de personas) y no la atendieron, recién le devolvieron la llamada cuando el caso se hizo público. Los días pasaron, los pibes seguían yendo de movilización a movilización buscando a su compañera desconfiando de la justicia patriarcal. Fue así que apoyándonos en la lucha en las calles y no parando nunca de buscarla, después de 5 días, finalmente la policía encuentra el cuerpo sin vida en la reserva natural Santa Catalina. La autopsia de Anahí revelaba que estuvo viva 4 días. Si la policía, si la justicia, si el gobierno tanto municipal, como provincial y nacional hubieran actuado a tiempo podrían haberla hallado con vida, pero la desidia y el abandono por parte del Estado la encontraron cuando ya era demasiado tarde.
Al día siguiente que se halló el cuerpo tuvimos que transformar todo ese dolor en lucha y en un grito de justicia, nos movilizamos cientos de jóvenes y estudiantes con todo el movimiento de mujeres hacia la plaza de los dos congresos exigiendo justicia.
La búsqueda policial, la de la justicia y la del gobierno, sigue despertando dudas. La reserva fue rastrillada en el curso de esa semana, se suponía que la reserva natural se encontraba cerrada y custodiada. Pero alguien en las cercanías al parque la retuvo varios días y llevó su cuerpo a la reserva 48 horas antes, según las pericias. Semanas más tarde la policía detuvo a Marcelo Villalba, quien poseía el celular de Ana, habían encontrado rastro de violación en el cuerpo y las pruebas de ADN coinciden con las de Villalba, que en el momento de la declaración afirmó que no actuó solo y desde entonces la policía no investigó y no lo llamó a declarar nunca más. Otros sospechosos fueron detenidos por una serie de indicios, pero jamás la justicia investigó y tomo la causa seriamente, en el cual este Martes 6 se cumplen 2 años que la ley marca como límite máximo para la prisión preventiva y que tal período puede ser extendido. Sin embargo, la doctora Fernández (fiscal de la causa), lejos de hacer una investigación a fondo del caso de Anahi, considera que no existen motivos para prolongar la detención, y es así como hoy no tenemos responsables, ni un juicio, ni una condena.
Pasaron dos años del femicidio de Ana, y aun no se obtiene ni verdad ni justicia. Dos años donde los y las jóvenes fuimos aprendiendo a transformar el dolor en lucha, en organización, y en las calles bajo la consigna del Ni una menos nos hicimos parte de una pelea que crecía cada vez más. Hoy somos esa juventud de la inmensa marea verde, que se organiza y crece al calor de la lucha por el aborto legal, pero que va más allá y se cuestiona el lugar de las mujeres en la sociedad y sobre todo que viene a exigir políticas de Estado para que de una buena vez y por todas dejemos de ser las mujeres las que tengamos miedo a sufrir toda la miseria y la violencia de este sistema patriarcal. Anahi es parte de esta generación, porque ella quería transformarlo todo, se organizaba con sus compañeros de colegio, participaba de las movilizaciones del NiUnaMENOS, se organizó contra la persecución policial hacia sus compañeros en el ENAM, con nosotros participo de charlas y cursos sobre Marxismo, y utilizaba su arte como una herramienta de transformación. Como habíamos dicho en una carta de despedida que le escribimos: “Anahí usaba su arte para expresar toda la sensibilidad que tenía por las injusticias de este mundo, usaba su arte para luchar y transformar esta sociedad”
Desde Las Rojas, Tinta Roja, y el Nuevo MAS seguimos a disposición de esta lucha, porque nos organizamos en cada caso de violencia, porque Anahi era nuestra amiga, nuestra compañera, y entendemos que si todos los que conocíamos a Ana, junto con el movimiento de mujeres, la diversidad y la juventud nos organizamos, sumamos fuerzas con todos los que estén dispuestos a luchar y salimos a las calles, va hacer la única manera de arrancarle al Estado la justicia por Anahi. Asi lo demostro y lo sigue demostrando el movimiento de mujeres y la marea verde. Le debemos a Ana seguir luchando.
¡Destitución de jueces y funcionarios que amparan la violencia de género!
¡El gobierno y el Estado es responsable!
¡Carcel a todos los responsables!
¡JUSTICIA POR ANAHÍ!
Seremos directos: te necesitamos para seguir creciendo.
Manteniendo independencia económica de cualquier empresa o gobierno, Izquierda web se sustenta con el aporte de sus propios lectores. Sumate con un pequeño aporte mensual para que crezca una voz anticapitalista.
Me quiero suscribir