En defensa de la educación pública y el derecho a la protesta

Docentes: hace falta un plan de lucha nacional contra el plan antidemocrático de Milei

La apertura del ciclo lectivo del presidente Milei en un colegio privado del barrio porteño de Devoto fue una síntesis tremenda del perfil para la educación que ellos defienden: una mezcla de anti-humanismo y macartismo basado en una campaña anti izquierda, que incluye acusar de socialista a cualquiera que piensa distinto.

Esto se vio crudamente en la actitud de desprecio y desinterés del presidente ante el desvanecimiento del abanderado a pocos centímetros de él, que solo atinó a hacerse el gracioso comentando que todo eso pasa por hablar de socialismo.

En su discurso, no ahorró ataques a la escuela pública: acusó a los docentes de “lavarles la cabeza” a los alumnos. Esto lo dice quien utilizó un acto formal para bajarle línea política todos los chicos y chicas de una escuela. Es que en Milei, esta actitud no hay que tomarla de forma aislada. Si sumamos esto a sus constantes cuestionamientos hacia la ESI, los discursos discriminadores y el aval al bullying, constituye un intento por retrotraer la educación a un paradigma conservador donde el espacio para la construcción de la crítica y el respeto por la diversidad son prohibidos y quienes se oponen son estigmatizados públicamente y “pasados por la hoguera de las redes sociales”. Una actitud que busca destruir décadas de esfuerzos contra el totalitarismo que nos costaron enormes esfuerzos sociales (como la construcción de la memoria, el enorme esfuerzo del Ni una menos, la Marea Verde, hasta la inclusión de los alumnos con capacidades diferentes).

Pero el hecho de que inaugure el ciclo lectivo en una escuela privada es también simbólico y parte de su política: mientras rebaja el sueldo de la docencia de todo el país anulando el FONID, pretende un salario mínimo docente de miseria, prorroga las exenciones impositivas y promete subsidios (vouchers) para financiar a la educación privada. Una vez más, el discurso que afirma que “no hay plata” esconde una enorme transferencia de recursos del estado hacia las empresas privadas. Subsidiar más a la educación privada y desfinanciar más a la educación estatal. ¡Ahí sí  se levanta un estado muy presente para profundizar la desigualdad!

La educación es un derecho, no un servicio

Defendemos el derecho a huelga para defender la educación pública

Milei bien sabe que la docencia tiene una gran tradición de lucha en defensa de la escuela pública y que no vamos a dejar pasar esta política oscurantista y retrógrada sin pelea. Es por eso que su principal iniciativa política en el terreno educativo apunta a prohibir el derecho a huelga de los trabajadores y trabajadoras de la educación. Un intento pertinaz y antidemocrático que fue parte tanto del mega decreto 70/23 como de la derrotada “ley ómnibus”. Y ahora vuelve a ser propuesto por tercera vez en menos de tres meses como parte una nueva ley que anunció que presentará en el Congreso.

Este ataque a los elementales derechos democráticos sólo tiene antecedentes comparables durante la dictadura genocida de 76. Prohibir el derecho a huelga es prohibir el derecho a la protesta: el más elemental de los derechos democráticos de los trabajadores. El protocolo antiprotesta de Bullrich haría el resto: reprimiendo hasta el menor atisbo de protesta como son las manifestaciones.

Todo esto es demasiado para procesar. De nada sirve cultivar la fantasía de que “no va a pasar”, de que el Congreso o la Justicia van impedirlo, o que el simple devenir del tiempo va a cambiar las cosas. Es necesario mirar los peligros de frente para frenar el ataque. El gobierno de Milei está apoyado tanto por los grandes empresarios como por el FMI (un aval bien terrenal y no tan del cielo). No se puede confiar en que las instituciones por sí mismas actúen frente a un gobierno que hace uso y abuso de las agresiones, las cooptaciones y extorsiones personales en todos los poderes del estado. Es necesario ponerse de pie y organizar la intervención directa y activa de la población para frenar un plan que en caso de consolidarse puede terminar en la imposición de una desigualdad social, económica y cultural nunca antes vista

Para frenar el plan de Milei, hace falta un plan de lucha nacional

Los gremios docentes: tanto la CTERA como los nucleados en la CGT han declinado de su responsabilidad. Cada uno ha llamado paro de 24 hs aislados y divididos. Por mucho menos han convocado medidas de lucha más reales. Pero entre los desertores, la celeste de CTERA es particularmente responsable de esta falta de respuesta. Evidentemente CTERA es el gremio mayoritario, y además muchas de sus conducciones provinciales o locales están llevando adelante planes de lucha: la UEPC de Córdoba, ATEN de Neuquén, Amsafe de Santa Fe y la Unter de Rio Negro entre otras vienen sosteniendo huelgas y enormes movilizaciones. En esta situación, CTERA es responsable de dejar aisladas sus luchas y de inmovilizar al colectivo docente nacional.

Desde la agrupación nacional docente Carlos Fuentealba llamamos a toda la docencia del país a organizarse para discutir en cada escuela, distrito, región: la necesidad de empezar un verdadero plan de lucha con huelgas y movilizaciones para frenar el plan de Milei. Plan de lucha que tiene que contener asambleas en todas las escuelas, plenarios de delegados con mandato y medidas concretas y efectivas de lucha que se vayan refrendando y discutiendo democráticamente. No es sólo el incentivo docente: es defender el derecho a la protesta, es frenar el desfinanciamiento, pero también defender una educación crítica: por una sociedad más solidaria frente a la ideología de “la ley de la selva”, una escuela que respete las diversidades, en lugar de una escuela autoritaria y macartista.

Es necesario exigir a los sindicatos docentes un plan de lucha nacional. La docencia siempre supo estar a la altura de las necesidades y en defensa de la educación de nuestro pueblo. Es por eso que tenemos que alzar la voz: desde las escuelas, seccionales y en todas partes del país hagamos oír este reclamo mediante resoluciones en asambleas, petitorios, autoconvocatorias, hasta acciones locales o provinciales. Empecemos esta campaña para que la docencia se ponga de pie para ser parte del freno al plan reaccionario del gobierno de Milei.

Plan de lucha nacional hasta derrotar el plan de Milei

En defensa de la educación pública y del derecho a huelga

Por aumento real del presupuesto educativo

Devolución del Fonid y aumento salarial frente a la inflación

Plan de infraestructura para escuelas dignas y seguras

En defensa de la ESI y las políticas de inclusión.

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