Berni desafectó a 400 policías, a pocas horas de que se lleve adelante un nuevo reclamo de los uniformados. Según el ministro de seguridad, la lista de sancionados asciende a 1700.

El motivo de la sanción es ni más ni menos que la protesta reaccionaria que protagonizaron el 9 de septiembre de 2020, cuando cientos de policías, armados, rodearon la Quinta de Olivos, rompiendo la cadena de mando con el ejecutivo Nacional, en un claro desafío antidemocrático y reaccionario. Un accionar sedicioso, una suerte de «carapintadismo» del siglo XXI.

Pero la sanción institucional o incluso la desafectación no es suficiente. En un país como Argentina, con la enorme tradición de lucha por los derechos humanos y las libertades democráticas, con miles de militantes y activistas asesinados por la dictadura y la triple A, estos hechos no pueden ser tolerados.

Cada uno de los policías que, armados, rodearon la Quinta de Olivos, deben ser juzgados y encarcelados por atentar contra las libertades democráticas. Sobre ellos debe caer, además del amplio repudio popular, un castigo penal.

Darle derechos sindicales a las fuerzas represivas es fortalecerlas para que repriman mejor a los trabajadores y activistas, para que sientan mayor impunidad al sembrar el terror con la represión y el gatillo fácil en los barrios populares, o en administración del robo y el narcotráfico que destruye la vida de miles de pibes.

La naturaleza de las fuerzas represivas es reaccionaria: su función social es defender por la fuerza el poder del Estado burgués, no son trabajadores sino el brazo armado de los capitalistas, esto a pesar de que sean reclutados de los sectores populares. No cumplen ninguna función progresiva en la sociedad.

Por ello mismo, además de exigir que se juzgue y encarcele a los sediciosos, rechazamos de plano sus reclamos por aumento salarial, así como consideramos inadmisible que sólo se les apliquen sanciones institucionales con el agravante de que, a pesar de las mismas, el gobierno cedió a sus reclamos salariales en ocasión del levantamiento de septiembre de 2020.