En el discurso inaugural del 10 de enero en Washington, Trump anunciaba la inversiĂłn de 500 mil millones de dĂłlares en Stargate. Es una nueva empresa estadounidense conformada por OpenAI (fundadora de ChatGpt), Oracle y Softbank, tres de las más grandes empresas del sector tecnologĂa, y gigantes multimillonarias. SegĂşn Ă©l, se trata de la más grande inversiĂłn de la historia en infraestructura para desarrollar inteligencia artificial. Además, dijo que habĂa una gran competencia por IA entre EEUU y China, y que esta monumental iniciativa se trataba de una «robusta declaraciĂłn de confianza» en el potencial de EEUU para mantener el liderazgo en el área. El desarrollo implicarĂa enormes inversiones en energĂa para abastecer el proyecto, junto con gigantescas construcciones para los centros de datos…
Hasta ahora, un nĂşmero muy pequeño de compañĂas estadounidenses han liderado el campo de IA. Empresas como Nvidia, productora de chips, y Oracle, desarrolladora de computaciĂłn en la nube, han atraĂdo tantos inversores hasta convertirse en las compañĂas más valoradas en el mundo. Pero de repente ese dominio parece caerse.
En el fin de semana pasado, un chatbot creado por una misteriosa startup china, llamada DeepSeek, se convirtió en la aplicación más descargada en teléfonos celulares. Los desarrollares de DeepSeek revelaron que la aplicación les costó solo una fracción del valor que les costó a sus competidores en Estados Unidos. En respuesta a esto, el lunes se desplomaron en las bolsas yanquis las acciones de las empresas tecnológicas. El mismo Trump definió a DeepSeek como una alerta para las empresas norteamericanas.
En un dĂa, la euforia sobre IA se convirtiĂł en pánico
Alphabet, Amazon, Microsoft y Nvidia, esta Ăşltima siendo la estrella productora de chips, vieron sus valores en la bolsa caer estrepitosamente. La manufacturera de chips perdiĂł casi 20% de su valor en la bolsa, lo que significa cientos de miles de millones de dĂłlares (sin exagerar, Nvidia perdiĂł $589 mil millones en su valor del mercado en un solo dĂa, logrando el rĂ©cord histĂłrico de pĂ©rdida en un solo dĂa por una empresa).
¿Qué es tan particular de DeepSeek que generó toda esta preocupación? DS es una startup china, que en el último mes lanzó dos modelos de IA, siendo el último el que generó todo el caos en el mercado. Hay que tener en cuenta que estos modelos tienen una gran performance y que han realizado una serie de innovaciones que los convierte en unos modelos realmente potentes. Además, son sorprendentemente eficientes y baratos de desarrollar.
La situaciĂłn se volviĂł muy alarmante para el gobierno de EEUU, ya puso en evidencia la relativa inefectividad de la polĂtica de restricciĂłn de chips a los que pueden acceder las empresas chinas. La restricciĂłn consiste en no permitir a las empresas chinas comprar los Ăşltimos modelos de chips fabricados por Nvidia, que son los más caros y potentes, y son los usados por las empresas norteamericanas, hasta ahora monopolistas en el desarrollo de IA. Se cree que esta restricciĂłn, que se suponĂa iba a limitar el desarrollo tecnolĂłgico de China, fue la que obligĂł a los desarrolladores a ser muy innovadores en el modo en que hacen sus modelos de IA. La combinaciĂłn entre el gran poder de procesamiento y la eficiencia de este DS, fue la causa del caos en la bolsa de Wall Street.
DeepSeek parece desempeñarse muy bien en comparaciĂłn a sus competidores como OpenAI, Meta y X, superándolos en muchos aspectos, sumado al bajo costo de uso, que atrajo muchos usuarios en tiempo rĂ©cord. Otra caracterĂstica de DS, es que es de cĂłdigo abierto, a diferencia del resto, que son privados. El chatbot chino puede ser replicado y analizado libremente.
El bajo costo se debe básicamente al poco poder computacional que requiere para funcionar. Los desarrolladores chinos dicen haber gastado tan solo $5,6 millones, una cifra irrisoria en comparaciĂłn con EEUU. Esto es importante, ya que desde el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022, las empresas de tecnologĂa norteamericanas han gastado -y ganado- miles de millones de dĂłlares, tanto vendiendo como comprando poder computacional para alimentar a los modelos de inteligencia artificial. Solo teniendo en cuenta a las empresas lĂderes en IA, en 2024 gastaron $180 mil millones solo para sus centros de datos, esa cifra es más del doble de lo que gastaron el año anterior, y apenas una fracciĂłn de lo que anunciĂł Trump que gastarĂan con Stargate.
La enorme inversiĂłn que hay en distintos aspectos que sirven para sostener el desarrollo de la IA es puesta en duda con el lanzamiento de DS. Ahora, los inversores de la bolsa norteamericana se preguntan si realmente son necesarias esas cifras tan monumentales para la IA. Con DS se ha visto que no es estrictamente necesario invertir en cantidades masivas de hardware de Ăşltima generaciĂłn para avanzar en IA. Esto generĂł una percepciĂłn de que la dependencia en chips de Nvidia podrĂa disminuir si más empresas adoptan este enfoque eficiente como DS, aunque Nvidia sigue siendo un proveedor clave y sus chips son aĂşn necesarias, pero posiblemente en menores cantidades o modelos menos avanzados.
Hay que tener en cuenta cuan concentrado es el mercado de IA. Son solo unas pocas empresas en el mundo que la desarrollan, y casi exclusivamente de EEUU. Nvidia tiene la exclusividad en la fabricaciĂłn los chips necesarios para este desarrollo, sumado a la restricciĂłn para que China no pueda comprar estos chips.
ÂżQuĂ© pasará si EEUU piensa que está perdiendo la carrera de IAs con China? ÂżHabrá mayor cantidad de restricciones comerciales? ÂżQuĂ© implicancias podrĂa tener en las relaciones polĂticas? Estas son algunas de las incĂłgnitas que hay actualmente, y muestra tambiĂ©n que el desarrollo de la IA no es algo puramente tĂ©cnico ni abstracto, es parte de una competencia de dominaciĂłn sobre la tecnologĂa.