
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, afín al gobierno, con gran esfuerzo y entusiasmo llama a las medidas “Plan Verano 2020”: “una leve recuperación del consumo a partir del congelamiento de tarifas y transferencias monetarias a la base de la pirámide social como jubilados y pensionados de bajos haberes y beneficiarios de la AUH”. El Centro estima un monto de $60.500 millones de transferencia a jubilados.
Por su parte, el Mirador de la Actividad el Trabajo y la Economía, de la Asociación Bancaria – que asume al gobierno como propio-, estima en $ 100.000 millones el impacto de los bonos a jubilados y los aumentos salariales por decreto.
Las únicas cifras oficiales hasta el momento han sido brindadas por el Ministro de Trabajo Moroni, quien estimó en $20.000 millones el aumento a los trabajadores privados.
Todas son estimaciones, pero a los efectos de un primer análisis, tengamos como el dato más favorable posible al gobierno en este rubro de “mejoras”, entre 80.000 y 100.000 millones de pesos
La que no es una estimación son los 4.751 millones de dólares que el gobierno ya tomó del Banco Central, en función del artículo 61 de la Ley de Solidaridad, entregándole a cambio Letras Intransferibles que vencen dentro de 10 años (un paga Dios) para garantizarse los fondos para pagar deuda en moneda extranjera, elevando así el stock de dichas Letras[1] a más del 35% del Activo del BCRA: puro papel mojado
Se podría argumentar que estamos omitiendo el efecto del aumento a los estatales, pero la primera cuota se cobraría en marzo mientras la inflación sigue galopando, y el efecto de la Tarjeta Alimentaria, pero su entrega es aún incipiente. Por otro lado, también estamos omitiendo la nueva deuda en pesos que el Ministerio de Economía planea emitir solo en Enero: unos 18.000 millones de pesos en Letras del Tesoro (Letes), para seguir pagando deuda.
En resumen, hasta ahora tenemos por un lado 300.000 millones de pesos para los acreedores en moneda extranjera contra los entre 80.000 y 100.000 millones de pesos en el mejor de los casos para los asalariados, jubilados de los ingresos más bajos y beneficiarios de AUH. “Entre los jubilados y los bancos, me quedo con los jubilados” prometió Fernandez en plena campaña, además de “poner plata en el bolsillo de la gente”.
[1] Las Letras Intransferibles vienen desde la época de Kirchner y el BCRA las recibió como contraprestación de la transferencia de fondos al Tesoro Nacional por la cancelación de deuda con tenedores privados de deuda pública (Fondo del Desendeudamiento Argentino – FONDEA) y la cancelación de capital e intereses con Organismos Financieros Internacionales (FONDOI).