Crisis mileísta: un gobierno de destrucción del consumo

No hay un solo mes del gobierno de Milei que no muestre una sostenida caída del consumo popular.

No sorprende a casi nadie que el consumo siga cayendo. Pese a los intentos de disfraz estadístico de vender una importante caída de la pobreza, lo cierto es que hay un dato completamente indiscutible de que el ajuste lo pagaron los trabajadores y los sectores populares. La gente sigue consumiendo cada vez menos y no hay signos de recuperación real.

Hay dos datos diferentes circulando en los últimos días sobre la evolución del consumo. La primera, son los datos del INDEC, que señalaron en su última medición una caída del consumo de febrero del 0,3% respecto al mes anterior. Por otra parte, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios midió una recuperación del 4,2% en marzo respecto al mismo mes del año anterior.

El consumo debería más que subir para mostrar una recuperación, debería dispararse. Porque 16 meses sostenidos de caída del consumo son un desplome. La gente es mucho más pobre que hace un año y medio. Sí, incluso más pobre que bajo los peores meses del gobierno del Frente de Todos. Y ese ya era un gobierno de empobrecimiento y ajuste. No solamente hay que contar los meses de Milei, también los de Fernández y Massa. Y, como es perfectamente visible, Milei no hizo otra cosa que empeorar loque ya estaba muy mal.

En poco más de 16 meses de gestión mileísta, el consumo comparado con el del año anterior ha caído sistemáticamente, siendo el contraste de los primeros meses el más pronunciado, cuando se implementó el ajuste de shock. Solo diciembre de 2023, mes en el que Milei gobernó apenas 20 días, no presentó una caída interanual del consumo. Pero ya en enero del 2024 eran muy claras las consecuencias del shock de un mes antes. En ningún mes de gobierno completo de Milei hubo un aumento del consumo interanual.

Si este mes llegase a mostrar un resultado neutro, se debe principalmente a la baja base de comparación que representa 2024, un año completo de gestión mileísta. Los números anuales en materia de consumo son penosos: en 2024, las ventas en supermercados bajaron un 11% respecto de 2023. Y ese año ya era de crisis con la espiral inflacionaria.

¿Y a dónde fueron los ingresos que representan ese 11% de bienes de consumo de la clase trabajadora? A los bolsillos de los empresarios. El ajuste fiscal sacó de los bolsillos de los trabajadores y sectores populares para llevarlo a los acreedores, los bancos y los especuladores. Mecanismos como el «carry trade», hace poco promocionado por Aracre, solo han sido posibles con el ajuste brutal implementado por Milei. 

Fragmentación del consumo y desigualdad

Por otra parte, aunque algunos índices del 2025 muestren cierta recuperación respecto al 2024 (que, de nuevo, no compensan lo perdido ese año ni mucho menos), lo cierto es que algunos (los ricos y la clase media alta) se recuperan mientras que otro (los pobres y los trabajadores precarizados) siguen perdiendo cada vez más. La desigualdad es un problema bien real: millones todavía se están empobreciendo.

Así, artículos relativamente de lujo muestran una recuperación fuerte mientras que las cosas más básicas siguen en pleno declive.

Fuente: Indec, Scentia, Acara, AFCP, Construya, UTDT, Ultracine, Secretaría de Energía-Nielsen IQ | La Nación

 

 

Seremos directos: Te necesitamos para seguir creciendo.

Manteniendo independencia económica de cualquier empresa o gobierno, Izquierda Web se sustenta con el aporte de las y los trabajadores.
Sumate con un pequeño aporte mensual para que crezca una voz anticapitalista.

Me Quiero Suscribir

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí