Crecen los contagios en el Hospital Gandulfo

Se tensiona el sistema de salud y su personal está desprotegido.

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Es evidente que los contagios por COVID-19 aumentaron como resultado de la flexibilización cada vez mayor de la cuarentena. El gobierno de Fernández cedió a las presiones de los empresarios permitiendo la apertura de lugares de trabajo sin las garantías mínimas de prevención ni cumplimiento de protocolos. Los anuncios de la última conferencia de prensa, si bien hablan de una cuarentena “más estricta”, pueden volverse papel mojado si no se paran los lugares de trabajo “no esenciales”, ya que en la idea de “parques industriales, líneas continuas y con fines de exportación” pueden entrar muchos sectores de dudosa “esencialidad”.

Hoy, después de casi 100 días de cuarentena, con el crecimiento exponencial de la curva de contagios, el foco está puesto en el sistema de salud. Donde más allá de las promesas y palabras del gobierno nacional y provincial, no se cuenta al día de hoy con los elementos de prevención mínimos, el personal se empieza a contagiar y se siente la falta de personal.

Es el caso del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora. Sus trabajadoras nos cuentan que hace unas semanas que vienen creciendo los contagios en el personal de salud y la dirección del Hospital no implementa los protocolos. Denuncian que no se testea al personal aunque tengan contacto estrecho con los casos positivos: les dicen que “igual usan barbijo”, sabiendo que los elementos de prevención no siempre son los adecuados y que el personal tiene que conseguirlo por sus propios medios.

Las trabajadoras nos informan que no se quiere testear porque si dan positivo hay que otorgar la licencia correspondiente, y el personal ya es insuficiente al día de hoy, ya que no se incorporan más trabajadores a pesar del crecimiento de contagios. A veces hay una sola enfermera para más de 40 pacientes, en el área de UCE (Unidad de Cuidados Intensivos) hay 7 personas con COVID positivo a cargo muchas veces de una sola enfermera. Esta situación sobrecarga de trabajo y expone más al personal, perjudicando su salud ante el estrés y la presión que se vive actualmente en el hospital.

La dirección del hospital no difunde ningún dato de los casos de contagios entre el personal, los trabajadores se enteran porque se informan entre ellos para poder reclamar los testeos y cuidarse entre sí. Nos cuentan que a veces tienen que “exagerar” síntomas para que les realicen el test ya que tienen miedo de contagiar a sus familias o a los pacientes mismos.

En el Gandulfo se han vivido diversas situaciones que ponen en evidencia que a la Dirección no le importa cuidar la vida de sus trabajadores. Esto ya se llevó la vida de María Ester Ledesma, enfermera de pediatría, a la cual le negaron la licencia por ser paciente de riesgo y falleció semanas atrás. ¿Qué medidas tomó el hospital? Negar que el contagio se haya dado en el lugar de trabajo y acusar “problemas administrativos”.

A la vez, obstaculizan las campañas de solidaridad iniciadas por el personal del hospital junto a trabajadores y jóvenes de la zona, que es la única forma efectiva que encuentran para proveerse de los elementos de prevención necesarios. Después mandan “aplausos” desde sus redes sociales al personal: cinismo puro si no garantizan la prevención y condiciones de trabajo reales.

Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre exigimos la triplicación urgente del presupuesto para salud, la realización de testeos periódicos a todos los trabajadores del hospital, y la contratación del personal necesario para realizar rotaciones y descansos. Cuidemos a los que nos cuidan.

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