Covid-19: No le dejaron donar plasma por ser gay

Emiliano Ivaldi quiso donar plaza luego de haber estado contagiado de Covid-19 para ayudar en el tratamiento y se lo impidieron por prejuicios homofóbicos.

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El viernes pasado, Emiliano Ivaldi, de 29 años de edad y donante de sangre desde los 19, se acercó al Hospital Eva Perón en Granadero Baigorria. Se había ofrecido para donar plasma para ayudar a los pacientes de COVID-19, habiendo él transitado la enfermedad. Le hicieron un cuestionario por teléfono y luego le indicaron el día que podía acercarse al hospital, al sector de hemoterapia.

Hasta ese momento, todo iba con normalidad. Emiliano es donante de sangre hace 10 años, hasta tres veces por año en ocasiones, así que está familiarizado con el proceso. El problema surgió cuando el doctor que lo atendía tomó el formulario a completar para donantes de sangre y empezó a pedirle los requisitos punto por punto. Emiliano conocía el formulario y muchas otras veces lo había completado.

Desde el año 2015 y resultado de la lucha de la comunidad LGBT+, el formulario para donantes de sangre ha sido modificado porque tenía una pregunta estigmatizante: “¿Tuviste relaciones sexuales con un hombre en el último año?”. Al conquistarse la modificación de la Ley 22.990, esa pregunta se quitó del formulario ya que se apoyaba en prejuicios homofóbicos.

Pero ahí estaba: una pregunta que Emiliano ya había contestado en el 2011, cuando más joven había ido a donar sangre y se encontró con la discriminación y la homofobia. Relata que esa fue una de las primeras veces que luchó para defender su sexualidad y lo dejó muy descolocado encontrarse con esa misma pregunta casi 10 años más tarde.

El formulario era obsoleto, de la misma forma que lo es el pensamiento en el que se apoya, sin embargo, Emiliano tuvo que encontrarse en el incomodísimo lugar de quien debe dar explicaciones. Ya le había dicho al médico que era homosexual, y luego tuvo que aclararle que estaba de novio hace 4 años en una relación estable. De todas formas, recibió la respuesta de que no podían (o no querían) aceptar su donación de plasma ya que su sangre podría “representar un riesgo” para los pacientes porque las prácticas sexuales que él practicaba con su pareja “eran muy diferentes”.

No se trataba de una cuestión discriminatoria, le aseguró el médico, pero la realidad es que no hay ningún sustento científico para sostener que por ser gay no podés donar sangre y que “representaría un riesgo” para quien la reciba si lo hacés. En lo que se apoya esa postura no es en la ciencia, sino en criterios homofóbicos y discriminatorios que el movimiento LGBT viene luchando hace años.

“Diez años donando hasta tres veces por año. Y que hoy me tenga que encontrar con una misma situación que me encontré en el 2011 realmente me destrozó. No pude decirle nada, él seguía explicándome del período de ventana, de las infecciones. Investigando encontré que ese formulado no existe más. Es imposible que te lo pregunten porque ya se modificó la Ley Nacional de Donación de Sangre, porque tiene un tilde discriminatorio tremendo, cargado de prejuicios y segregación», relata Emiliano en el video.

Emiliano se fue llorando del hospital porque se acercó para hacer una acción solidaria y se encontró en el lugar del acusado con argumentos del medioevo. Luego de hablar con su madre y además consultar con la coordinadora de campañas de colecta de sangre, se aseguró de que había sido víctima de discriminación por su orientación sexual. Fue así que sacó un video público denunciando lo que le había pasado y se encontró con una enorme solidaridad por parte de la comunidad en su conjunto.

Su publicación tiene más de 250.000 reproducciones y fue compartida en distintas redes y medios de comunicación. Hasta el director del hospital tuvo que presentar disculpas públicas ante el repudio que recibió por la discrimación sufrida por Emiliano. Resulta que a grandes sectores de la población (especialmente entre los jóvenes) justamente les parece un escándalo que en pleno siglo XXI se esgrimen argumentos dignos del medioevo y se discrimine a un pibe que quiere ser solidario por ser gay.

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