Su mensaje sigue siendo el de echar toda la responsabilidad en los comportamientos individuales.
El gobierno apostó todas sus cartas al lento plan de vacunación y no a uno integral de fortalecimiento de la salud pública. El problema con esta perspectiva es que el plan de vacunación no puede ser globalmente efectivo hasta bien entrado el 2021 e incluso aunque lo sea eso no significa que la pandemia simplemente desaparezca. El presupuesto de «crecimiento» acordado con el FMI incluye un achicamiento en términos reales de la inversión en salud pública y Alberto Fernández tiene en sus manos sólo dos cartas: las cuarentenas y restricciones a la movilidad de las personas y un lento plan de vacunación.
La medida impulsada por el Ejecutivo nacional, propuesta a los gobernadores, es restringir la circulación nocturna entre las 23 y las 6 a.m. Apelan a la militarización. La dirigente nacional del Nuevo MAS Manuela Castañeira sostuvo que:
«Ante la brutal suba de los contagios, la “restricción de la circulación” entre las 23hs y las 6hs es una medida represiva que no sirve desde el punto de vista sanitario.
La responsabilidad de la segunda ola es del gobierno que abrió la economía de par en par para satisfacer a los empresarios y no calculó en el presupuesto que la pandemia continuará para poder cumplir con el ajuste pedido por el FMI.
Es clave que de manera urgente se reimplementen las IFE y los ATP y que se establezca una cuarentena estricta en los lugares de trabajo no esenciales con suspensiones al 100%.
Es hora de que el gobierno se deje de jugar con la vida de las y los trabajadores y ponga realmente por delante la salud de las mayorías y no los negocios de los ricos.»
Ante la brutal suba de los contagios, la “restricción de la circulación” entre las 23hs y las 6hs es una medida represiva que no sirve desde el punto de vista sanitario.
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) January 6, 2021
En el gobierno Bonaerense directamente se habla de volver a la cuarentena. La medida sería más restrictiva dependiendo del distrito. Algunos podrían volver a fase 1. Si bien la cuarentena puede no ser más que la única tristemente posible medida a tomar, el malhumor social en torno a ella, particularmente en tiempos de vacaciones para millones, puede hacer muy dificultosa y conflictiva su aplicación.
Especialistas afirman que los contagios vienen en aumento hace ya un mes, desde principios de diciembre. Algunos hospitales comenzarían a encontrarse desbordados frente a casos de cuadros febriles compatibles con el Coronavirus.
Según información del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la ocupación de camas pasó de 437 hace tres semanas a 510 en los últimos días. Se trata de un índice potencialmente dramático.
En un informe del día de hoy, afirmaron que el descenso de la curva se detuvo y que comenzó a crecer en algunas lugares. En particular el crecimiento de los casos se dio en la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia, Jujuy, Misiones, Catamarca y La Pampa. El resto de las provincias no vieron un aumento pero sí se detuvo completamente el descenso en la cantidad de contagios.
Sólo ayer se registraron 5884 nuevos casos, el 52% de los cuales corresponden a CABA y la Provincia de Buenos Aires. El promedio diario de los últimos siete días es de más de 8 mil.
Lo que parece no haber crecido en los últimos días es la tasa de letalidad, que se mantuvo estable en un 2,7% de los casos. Sin embargo, con una inmensa mayoría de los nuevos contagios entre los jóvenes, la fotografía de hoy puede ser la anticipación de la película de algunas semanas en adelante, con un aumento de la cantidad de muertos por extensión a personas mayores.
Un dato relevante es el inmenso porcentaje de confirmados sobre testeados, que se ubica en el 38,75%. Es decir, los números que se tienen del crecimiento de casos son obviamente en base a los tests; y semejante porcentaje preanuncia que hay muchos, muchísimos casos que no están registrados.
