El miércoles 15 de abril el gobierno de la provincia de Córdoba informó que resolvió suspender los programas de empleo en ejecución PPP, PIP, Por Mí y Pila. Con esto deja a alrededor de 3700 trabajadores sin recibir el pago de los programas de empleo provinciales contando desde el primero de abril.
La justificación del gobierno es que “el ASPO impide el traslado de personas y el entrenamiento respectivo”, es decir, la imposibilidad de circulación de los trabajadores sería un argumento suficiente para suspender los programas y el pago de salarios. Incluso haciendo caso omiso al DNU 329/2020 del Ejecutivo nacional que prohíbe durante 60 días los despidos.
El lunes 20 de abril se hizo el pago del mes de marzo y de ahora en más parece que se asignará el cobro de la Tarjeta Social a los que fueron beneficiarios (1.000 pesos mensuales, está destinado a familias que se encuentran por debajo de la línea de indigencia), cuestión que no está oficializada pero sí comunicada por SMS, medio informal que utiliza frecuentemente el gobierno para comunicarse con los “beneficiarios”.
Estos programas de empleo buscan promover la inserción laboral de jóvenes o personas con dificultad en conseguir su primer empleo, tanto profesionales como no, en el ámbito privado en condiciones de completa precarización. Y la mayor parte, si no es la totalidad del salario, es pagada por el gobierno (aliviando la carga a las empresas y facilitando mano de obra gratuita para ellas). Las asignaciones van de 4.500 a 9.500 pesos por mes y se pagan con dos meses de retraso. El gobierno los llama “entrenamientos”, pero no es más que un salario paupérrimo que se paga por el trabajo.
Buena parte de los beneficiarios vienen trabajando desde sus casas desde el comienzo del ASPO, es decir, muchos no interrumpieron su trabajo. El 15 de abril notificaron la suspensión, aduciendo que la baja se dio el 1 de abril, pero pocos fueron notificados a tiempo. Y por lo visto, no se hará el pago de lo que se trabajó en el mes de abril, después de la baja.
Estos son programas con los que los beneficiarios vienen trabajando desde el 2019, es parte o la totalidad del ingreso mensual que, aunque ridículamente precario, es fundamental para la subsistencia de estos trabajadores que contaban con ese salario, particularmente en un momento de extrema crisis y donde la posibilidad de buscar otro medio de subsistencia es literalmente imposible.
Esta medida se enmarca en la reducción general de salarios de empleados en la provincia, como pasa con docentes que les afectaron la jubilación, todas las empresas y fábricas que pagan suspensiones al 50%, y el rumor a voces de que el gobierno provincial comenzará a pagar con bonos.
Desde la Juventud del Nuevo Mas exigimos que no se suspenda el pago de estos programas, porque significan un apoyo económico esencial en este momento de pandemia que requiere, para afrontarla, de importantes gastos en la familia, y considerando que quienes lo reciben son la parte históricamente más precarizada de la sociedad cordobesa, la juventud.
En virtud del aislamiento social, preventivo y obligatorio se pospone el comienzo del programa CLIP, hasta que las condiciones sanitarias lo permitan. También se resolvió suspender a partir del 1 de abril los programas en ejecución: PPP, PIP y PILA. #Coronavirus pic.twitter.com/ckT3bG9KKk
— Gobierno de Córdoba (@gobdecordoba) April 15, 2020
