«El miércoles 3 de abril, nuestro compañero, el profe Mateo Romero, fue despedido mientras se encontraba dando clases en la escuela» denunció la agrupación Carlos Fuentealba. «Desde la Agrupación Docente Carlos Fuentealba, agradecemos todas las muestras de solidaridad y apoyo a la campaña de repudio contra este injusto despido persecutorio que ha sufrido nuestro compañero».
Denunciaron también que se trata de un despido discriminatorio para evitar la organización sindical de los trabajadores del colegio. «El despido de Mateo se produjo como parte de un intento de la empresa del colegio Castelfranco para anular el proceso de organización que está teniendo lugar en su personal. Este proceso se ve reflejado en las asambleas, la participación de las marchas y paros junto al conjunto de la docencia de Córdoba. Ahora se aprestaban a elegir delegados para tener una representación en la UEPC».
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Denunciaron la brutalidad de las condiciones del despido, claramente dirigido a escarmentar: «El representante legal le comunicó el despido a Mateo durante un recreo, en medio de que Mateo estaba dando clases, con el argumento de que «ya no nos servís», como si fuera una cosa. A pesar de haberlo nombrado titular y personal permanente apenas un mes atrás, y haberlo felicitaciones por su desempeño.
Este accionar de la empresa ha despertado la justa indignación entre los docentes y de toda la comunidad del Castel, que de inmediato comenzó a expresar su acompañamiento a Mateo con distintas expresiones de apoyo.»
«Es que la docencia de Córdoba está viviendo hace tiempo un profundo proceso de rebelión y organización, que condujo en 2023 a la recuperación de la Delegación Capital de la UEPC con una conducción que responde a las escuelas. Proceso del cual las escuelas privadas también forman parte, y en particular el Castelfranco es parte de este proceso».