El asesinato de Blas no fue el primer caso de gatillo fácil en la provincia, pero si fue la gota que colmo el vaso, en un contexto donde los casos de violencia institucional vienen en un aumento desmedido desde que comenzó la cuarentena y el gobierno le entrego poderes extraordinarios a las fuerzas represivas. El crimen de Blas puso totalmente al descubierto el funcionamiento de institución policial, puso al descubierto la cotidiana política de disparar primero y preguntar después, dejo en evidencia los intentos de encubrimiento que llevo adelante la policía. Cosa que en este caso no fue solo el silencio cómplice de los policías que no dispararon pero que estaban en el lugar y no hicieron nada, sino que incluso se llego a plantar un arma.

La marcha estuvo compuesta principalmente por jóvenes, muchos de ellos amigos y conocidos de Blas, pero también conto con la participación de familiares y amigos de otras víctimas del gatillo fácil que fueron a acercar su solidaridad con la familia de Blas, pero también a seguir exigiendo justicia por sus hijos y amigos. A lo cual, se sumaron diversas organizaciones de derechos humanos, partidos políticos, etc. En la marcha pudieron verse carteles y pancartas exigiendo justicia por Blas, como así también, carteles y pancartas exigiendo por otras de las muchas víctimas que se ha llevado de la policía de Schiaretti.

La marcha fue convocada como una marcha del silencio, silencio que muchos de los participantes describieron como impactante. Impactantes también fueron las declaraciones de Juan Correas, hermano de Blas Correas, quien dijo unas palabras al finalizar la marcha, en donde denuncio las políticas de encubrimiento del gobernador Schiaretti y exigió justicia por su hermano “¿Por qué nos quisieron hacer creer que cambiando dos policías de la cúpula esto estaba resuelto? ¿Por qué se manejaron con tanta impunidad? ¿Por qué se tiene que movilizar tanta gente para que esto no se olvide ni se repita? ¿Cambiara esto en algún momento? ¿Habrá más blasitos en la historia cordobesa? ¿Sufrirá alguien más el dolor que estamos sufriendo mi familia y yo? Espero que algún día estas preguntas sean resueltas por quienes deben responderlas, que esto no quede en un triste recuerdo, que tu asesinato, hermano querido, sirva para que nadie mas pase lo que estamos pasando”