La excusa fue la caída no solo nacional sino internacional, decisión que estriba en la política llevada adelante por los distintos gobiernos de no realizar ningún tipo de inversión en el sector salud.
Una vez más las patronales operan con la idea de que los trabajadores no son más que un costo. La realidad refleja lo contrario: se hizo una cantidad increíble de horas extras, se aumentó la producción un 200%. Con un valor entre los 15000 USD y los 18000 USD, y una remuneración de 163 pesos la hora, teniendo en cuenta que se produjeron más de 9000 equipos este año nos da ganancias por encima de los 170 millones de USD. Cabe destacar que esta empresa exporta 8/10 respiradores fabricados. Mientras que el salario promedio de un operario es de 33000 pesos. Costos en pesos y ganancias en dólares, es una verdadera mina de oro.
Desde el día 1 de la pandemia se les dijo que eran indispensables, «esenciales», la primera línea de lucha contra la pandemia, y justo cuando cae un poco la demanda de respiradores los despide en medio del pico de contagios.
Mientras tanto la UOM y Ruben Urbano (Secretario Gral), todavía no han emitido palabra alguna, no es que desconozcan la existencia de la fábrica, porque de hecho en julio fue a la planta a entregarle un premio a la patronal, patronal que hoy arroja a la calle a los trabajadores.
Fueron reconocidos tanto por el propio sindicato, cuando se les entregó el «Fray Luis Beltrán», o cuando recibieron la visita del ministro de salud Ginés Garcia, incluso Schiaretti no se quiso quedar fuera de la foto. Todos los usaron para hacer campaña alrededor de la pelea contra el Covid-19 .
Una patronal que recibe incontables beneficios por parte del gobierno nacional y provincial, como la exención de impuestos a la importacion y exportacion, subsidios de luz y demases servicios a una empresa que esta lejos de presentar una crisis.Si alguien ha de recordar con algún atisbo de nostalgia esta pandemia claramente va a ser la firma presidida por la familia Mañá. Mientras que sobre los propios trabajadores se descarga todo el peso de la crisis económica vía devaluación y la prácticamente nula recomposición salarial mediante paritarias y demases entregas a través de las pérfidas burocracias sindicales. Los trabajadores metalúrgicos son unos de los sectores más golpeados a raíz de las sucesivas crisis que se viven en el país desde la última década, despidos, salarios de miseria, y todo tipo de precarización posible.
Los trabajadores no podemos ser moneda de cambio ante la baja de la producción, no somos descartables, cada compañero que se queda sin trabajo, significa que una familia no se puede alimentar.
Es necesario organizarse para frenar estos ataques de la empresa, y exigirle al sindicato que se ponga a la cabeza, ellos deberían representarlos no solo en las buenas sino en sobretodo en las malas. Como las medidas que han realizado en Weg donde estuvieron apoyando a los trabajadores,para que en Tecme no pase ningún despido más.