
El día miércoles 29 de abril se declara el primer positivo en el Hospital Italiano y el día jueves la cifra asciende a 10. Con la intervención del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de Córdoba, se realizaron alrededor de 300 testeos a las personas internadas, pero aún no se ha terminado de testear a la totalidad de la planta. El domingo 3 de mayo se declaran 29 positivos. De los cuales, 13 son personal del Hospital. El 40% de la planta del Hospital se encuentra en este momento realizando el aislamiento. A pesar de los números alarmantes en distintas instituciones de salud del país y los altos porcentajes de personal de salud infectado, el Hospital aún no había realizado los test correspondientes.
Hoy el Hospital se encuentra en cuarentena sanitaria lo que implica que en principio por 14 días, no puede recibir a ningún paciente, ni quirúrgico, ni ambulatorio, ni con ninguna otra patología. El Italiano es el centro de salud de Córdoba que más pacientes de coronavirus internó hasta ahora. 38 de los 41 totales fueron las personas pertenecientes al brote en el Geriátrico Santa Lucía de Saldán. Una demostración en cadena de la desidia de las instituciones que PAMI dispone para sus afiliados. Y la total connivencia de los gobiernos en administrar la aplicación de protocolos y de garantizar la salud de la población en su conjunto.
Mientras escribimos esta nota llegan nuevos positivos en distintas instituciones de la salud públicas y privadas en la Ciudad. El hospital Florencio Diaz y el Instituto Oulton confirman dos nuevos casos de personal.
La salud como negocio y la ausencia de epidemiología
Cuando la salud es un negocio la enfermedad se vuelve rentable, la internación, la intervención quirúrgica, la medicación, producen ganancias. Hay incluso ámbitos de la salud muchos más rentables que otros. Por ejemplo es conocido que el área de investigación en vacunas para virus corona fue totalmente desestimada por generar mucho menos dinero que la medicación para las cardiopatías, los psicofármacos o los tratamientos para la impotencia masculina1. Es por esto que decimos que la salud no debería ser considerada un negocio en el que la rentabilidad sea la racionalidad y en el que un barbijo o una bata sea un gasto.
Es esta misma racionalidad la que llevó a que se vaciaran los sistemas de salud públicos, se disminuyeran los números de cama por paciente con una lógica fabril del “just in time” es decir, trabajar solamente con las camas que se necesitan. Incluso las áreas epidemiológicas de los Hospitales fueron crecientemente desfinanciadas y abandonadas, lo cual hoy obstaculiza enormemente la intervención sobre esta pandemia.
Volviendo al Hospital Italiano, el cálculo es más que nada económico. Los números exorbitantes que factura por cada uno de los pacientes internados es lo que incidió para que el Hospital internara más pacientes con COVID-19 que el sistema público.
A su vez, la metodología en relación al área epidemiológica del Hospital no es menos que un escándalo. Ante la evidente ausencia de un listado de personas que hayan ingresado a la institución en el último mes, la Provincia abre una opción dentro del 0800 para personas que hayan ingresado por distintos motivos a dicha institución, tanto pacientes como familiares. Las áreas de salud de los distintos municipios se encuentran publicando por redes sociales instando a la voluntad de las personas a realizar una entrevista epidemiológica. Y fueron convocadas/os voluntarias/os de la Provincia de Córdoba para la realización de testeos masivos. ¿Cómo el hospital no tiene un registro y no realiza desde el área epidemiológica que debería tener conformada a tal fin, la intervención correspondiente sobre las miles de personas que circularon por el mismo? Otro puntito más de la salud como negocio.
La desidia y el abandono del personal de salud
Para que esta situación se desencadenara tiene que haber una explicación. Y la hay. La racionalidad de la ganancia en el sistema de salud. El Director del Hospital Juan Gras explicó que experiencias similares se habían dado en los principales países de Europa y que “les había tocado” a ellos ser el primer ejemplo. El Director habla como si fuera un observador no participante y no el responsable de que se implementaran las medidas de cuidado. Y con más razón viendo la experiencia previa en otros países.
Es que no es casual que se haya desencadenado un brote en el Hospital ante la evidente ausencia de elementos de cuidado como barbijos quirúrgicos y batas. Ya habían habido denuncias por parte de las/os trabajadoras/es del Hospital acerca de las condiciones en que se encontraban trabajando y había entre ellas/os un malestar creciente (y una participación muy escasa de los gremios). También ante la ausencia de zonas de aislamiento para la atención de guardia de febriles y afebriles y zonas de aislamiento en la internación para COVID. Incluso, el hecho de que el Hospital estuviera abierto a “visitas” hasta el mismo 30 de abril.
Lo que el brote nos dejó
El día domingo 3 de mayo en Córdoba se declara el primer caso confirmado de transmisión comunitaria, es decir, un caso en el que no se puede detectar su origen con casos previos confirmados. El día lunes 4 de mayo se declara en la ciudad un cordón sanitario restrictivo en la zona del Hospital Italiano y en tres barrios aledaños donde la incidencia de la enfermedad es alta. Además, cierran la terapia intensiva del hospital pediátrico de forma preventiva, ante la realidad de que varios trabajadores/as de la misma también trabajan en el Hospital Italiano.
Este también es un aspecto a resaltar. La realidad del pluriempleo en las/os trabajadoras/es de la salud, que tienen dos o tres trabajos para hacer un sueldo2 y “desfilan” por distintas instituciones cotidianamente lo cual, incrementa su exposición y la de sus compañeras/os. Ninguna medida ha sido tomada en este sentido. Y es más, la medida del Gobierno de Alberto Fernandez que prometía dar respuesta era el Bono para trabajadoras/es de salud, primero fue retaceado de 30.000 en tres cuotas a 20.000 en cuatro cuotas. Luego nuevamente retaceado con el anuncio de que dejaría afuera a todo el personal de atención primaria3. Y definitivamente aplazado ya que se desconoce la fecha de pago.
Organicemos la primera línea
En conclusión el Hospital Italiano es una clara muestra de las consecuencias del manejo de la salud como negocio, de la total desidia del Estado en cuanto garante de la aplicación correspondiente de los protocolos que brinden la protección a la población que hoy es víctima de esta pandemia y también a las/os trabajadoras/es. Las/os trabajadoras/es de la salud somos hoy la primera línea y como toda primera línea, necesitamos crecer en organización para enfrentar tanto las consecuencias del virus como los ataques de las patronales y los gobiernos. Así como además debemos ser claros en la exigencia de la presencia del sindicato, el gran ausente de la ocasión, del cual se desconoce incluso su posición al respecto. Creemos que es necesario que desde abajo crezca la organización de las/os trabajadoras/es de la salud. Necesitamos que se nos garantice la rotación del personal para disminuir la exposición. La reconversión de la industria para la producción de todos los insumos que necesitamos para dar respuesta a la pandemia. La aplicación de test a todo el personal de salud. Que el sistema de salud pase a ser público, eliminar la lógica de la ganancia.
Y además necesitamos que la bronca se transforme en acción colectiva, que nos organicemos en asambleas y se determine la creación de comisiones de higiene y seguridad ya que queda demostrado que son capaces de hacernos trabajar, infectarnos y disponer de nuestra salud y nuestra vida.
1 Roberts, M. “Confinados” en https://izquierdaweb.com/confinados/.
2 La mayoría en condición precarizada: “monotributo”.