Con armas y amenazas, empleados de Joe Lewis retuvieron a manifestantes en Lago Escondido

La movilización, convocada como "Expedición por la Soberanía de Lago Escondido", reclama la apertura efectiva de caminos hacia el lago que sean abiertos al público. Un grupo de personas con armas de fuego los amenazaron y los retuvieron.

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Más de 20 personas que se manifestaban por la Soberanía de Lago Escondido, en Río Negro, fueron interceptadas y retenidas durante más de 48 horas por personal civil armado que respondía al magnate inglés Joe Lewis.

La movilización, convocada como «Expedición por la Soberanía de Lago Escondido», reclama la apertura efectiva de caminos hacia el lago que sean abiertos al público. Existen ya fallos judiciales que ordenan la apertura de dichos caminos, pero en los hechos el personal de Lewis controla quien entra y quien sale del lugar. Dichas tierras y el lago se encuentran a mitad de camino entre Bariloche y El Bolsón.

El domingo, un contingente de más de un centenar de personas comenzaron la expedición por el camino autorizado por la Justicia para acceder al lago de manera pública. La movilización, que ya se realizó en varias oportunidades, es organizada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA).

Cuando los manifestantes estaban cerca del Lago, un grupo de unas 50 personas, armadas y a caballo los interceptan y amenazan de muerte. A partir de allí, los manifestantes fueron retenidos por la fuerza y se les impidió la comunicación. Durante largas horas no se supo nada de ellos.

Entre los manifestantes se encontraba el médico sanitarista Jorge Rachid, quien sufrió una descompensación en el lugar mientras el contingente continuaba retenido y se le impedía obtener asistencia médica. Finalmente, ayer tuvo que ser rescatado con un helicóptero obtenido por la agrupación Abogados Solidarios, ante la imposibilidad de descender nuevamente por el camino debido a su delicado estado de salud.

Los manifestantes fueron forzados a pasar la noche en el lugar, incomunicados y sin asistencia de ningún tipo. Además, denunciaron que durante la madrugada el personal armada de Lewis realizó disparos al aire en forma de amedrentamiento.

El lunes, abogados de los manifestantes presentaron dos habeas corpus en la justicia federal de Río Negro para que se rescate a los manifestantes retenidos. Sin embargo, la justicia los rechazó. Por su parte, efectivos de la Policía de Río Negro que en un principio se encontraban en el lugar de los hechos se retiraron luego de que aparezca la patota armada de Lewis sin dar explicaciones y dejando correr impunemente el secuestro y las amenazas.

Usurpadores de la Patagonia

Lewis, empresario inglés y confeso amigo personal de Mauricio Macri, es dueño de unas 12.000 hectáreas en nuestra Patagonia. Durante el menemismo adquirió de manera irregular y a un valor irrisorio todos los territorios alrededor de Lago Escondido, donde tiene una mansión, entre otras lujosas propiedades.

Lewis además es accionista de importantes empresas que operan en el país que tienen tradición de hacer negocios con el Estado como Pampa Energía, empresa con importantes negocios en Vaca Muerta y actualmente controlante de EDENOR.

A pesar de su cercanía personal con Macri, los distintos gobiernos le han garantizado la impunidad de la usurpación ilegal de territorio argentino y de recursos y atractivos naturales como los bellos paisajes del Lago Escondido. La compra de los terrenos por parte de Lewis viola la ley 15.385 de Zona de Seguridad de Fronteras, que prohíbe la adquisición de terrenos fronterizos por parte de ciudadanos que no sean nativos argentinos.

La situación se vuelve mucho más escandalosa si se la contrasta con los reclamos históricos del pueblo mapuche para que se reconozcan sus territorios ancestrales.  Mientras un extranjero como Lewis puede apropiarse de miles de hectáreas y de un lago para hacerlo su propiedad privada y defenderlo con patotas parapoliciales con total impunidad y connivencia por parte del Estado, los reclamos de los mapuches son respondidos con represión estatal y militarización. Los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel muestran cómo responde el Estado cuando el reclamo por tierra viene desde los sectores explotados y oprimidos. Pero cuando es un magnate inglés quien se apropia de nuestro territorio, el Estado no sólo no hace nada sino que es cómplice.

Se trata en última instancia de un problema de soberanía. Una palabra comúnmente invocada por la derecha cuando se escandaliza y pide represión al pueblo mapuche, quienes supuestamente serían «extranjeros que quieren quedarse con nuestra Patagonia». Pero cuando aparece literalmente un extranjero que se queda con nuestra Patagonia como Lewis, la derecha lo defiende.

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