Cinco años del primer #NiUnaMenos

Hoy se cumplen 5 años de aquel 3 de junio cuando cientos de miles salimos a gritar Ni Una Menos.

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El femicidio de Chiara Paez no sería el primero ni el último. Pero fue la chispa que encendió la bronca contenida por la violencia, los abusos y los femicidios que no paran. Pero por sobre todas las cosas fue la bronca por la impunidad, porque gobierno tras gobierno se habla, se gesticula, se crean organismos con nombres importantes, hasta ministras de la mujer nombran. Pero los hechos son duros, durísimos para las mujeres y la diversidad. Porque nada de esos gestos, de esos nombramientos y de esas creaciones logran resolver ni un poco la cuestión. Porque no se pone un peso para resolver el problema, mientras se siguen llenando las arcas de los que juegan a las finanzas llevando a países a la bancarrota y la miseria..

Hoy nos levantamos pensando en la actividad que haremos esta tarde, sabiendo que la cuarentena es importante y que hay que cuidarse, pero igual saldremos a la calle. Con distancia, con tapabocas, con sanitizante. Pero no nos van a callar!!!!! El ni una menos no es solo un hashtag para las redes, es un grito de rabia y hoy hay que salir a expresarlo. Porque ayer asesinaron a otra mujer, Rocío Fernández, que además era referente feminista en Humahuaca, Jujuy, dónde vivía y activaba. Y hace apenas unos días una familia del pueblo Qom fue brutalmente atacada en su casa por una horda de policías. Y dos mujeres fueron abusadas por esos mismos policías.

La movilización de hace cinco años despertó un movimiento de chicas, chicos y chiques que ya son distintes. Que han sabido salir a las calles, conmocionar sus escuelas, sus familias y que han ganado a la sociedad para que el aborto sea legal. Una marea que además se ha hermanado con un movimiento que es mundial. Y que ha sabido también apoyar la rebelión del pueblo chileno contra la bestia de Piñera.

Vemos que en Estados Unidos se ha despertado, como hacía cincuenta años no se veía, un nuevo movimiento antiracista, de la población que está harta del racismo, de los asesinatos y la violencia policial y que está desafiando nada menos que al presidente del país más militar del mundo.

Hoy, cuando saldremos a decir con todo el cuerpo Ni Una Menos, saldremos por Rocío, saldremos por la familia y el pueblo Qom, saldremos por George Floyd y saldremos a honrar a la juventud que se pone de pie y sale a enfrentar al monstruo de Trump.

El racismo, la violencia, la explotación no tienen fronteras. ¡La rabia de los pueblos tampoco!

¡Nos vemos en las calles!

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