Chubut: Un nuevo intento de avanzar con la megaminería

Eduardo Elsztain, uno de los empresarios más poderosos del país, compró acciones en el proyecto minero conocido como Suyai, ubicado en Esquel. Las asambleas socioambientales advierten que se trata de una nueva avanzada minera, que busca instalar la actividad a pesar del amplio rechazo social que genera por sus consecuencias en el ambiente y en la vida de los vecinos.

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Luego de una carta a los especuladores de Wall Street en la que llamó a “invertir en oro”, Eduardo Elsztain adquirió acciones de un proyecto minero en Esquel. A tan sólo una semana de declarar que “Cualquier persona con ahorros grandes o pequeños debería redireccionar una parte significativa de esa liquidez a la única moneda que no puede ser impresa, el oro”, se hizo pública su adquisición del cinco por ciento del proyecto minero Suyai, que controla Yamana Gold, una empresa canadiense.

Elsztain es uno de los empresarios más ricos de Argentina, presidente de IRSA (la compañía corporativa de bienes raíces más grande del país), accionista del Banco Hipotecario, y además de Cresud, una de las empresas que acapara gran parte del agronegocio en Argentina.Ahora, sumó a su patrimonio acciones vinculadas al negocio minero.

La megaminería a cielo abierto es una actividad profundamente rechazada por el conjunto del pueblo de Chubut. Esquel, particularmente, tiene una larga historia de lucha en defensa de los recursos naturales y el medioambiente. En 2002, frente al proyecto minero de la empresa Meridian Gold, los vecinos y vecinas se organizaron y allí nació la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Esquel. Un año después se rechazó el desarrollo de actividades extractivistas por un 81% de votos y se logró la aprobación de la Ley Provincial 5001.

Durante el último verano, el gobierno de Arcioni en conjunto con empresas mineras,impulsaron un intento de modificación de esta ley que prohíbe la megaminería a cielo abierto y el uso de cianuro en todo el territorio de Chubut. Cientos de vecinos salieron a las calles a defender la 5001 y gracias a la movilización el propio gobierno tuvo que reconocer que no hay consenso social para el desarrollo de la megaminería.

Aun cuando los diferentes gobiernos y las empresas intentan presentar los proyectos mineros como una posible solución para la crisis económica, prometen la creación de empleo y venden espejitos de colores sobre las potencialidades de desarrollo de la megaminería para la región, los vecinos y vecinas sostienen su rechazo. Son conocidas las denuncias que las megamineras cargan en todo el mundo por la destrucción de suelos, contaminación del agua y la generación de enfermedades producto del uso de sustancias químicas en los procesos de extracción. Y el mecanismo es siempre el mismo: una vez que agotaron la extracción, abandonan el lugar, se llevan las riquezas y le dejan a la población la carga de todos estos perjuicios socioambientales.

A pesar del rechazo social y la vigencia de esta ley custodiada férreamente por el pueblo chubutense, el lobby minero sigue presionando a través de diferentes proyectos para saquear los recursos, ahora, de las mesetas. El acuerdo entre Elsztain y Yamana Gold es parte de un nuevo intento por avanzar con la megaminería contaminante. Es por esto que desde la Asamblea de Vecinos por el No a la Mina de Esquel, se declaran en alerta y preparan el rechazo a esta alianza entre Elsztain y Yamana.

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