
Con la sanción de la ley 5001, el 8 de mayo de 2003, se prohibió la actividad minera metalífera en modalidad de cielo abierto, así como la utilización de cianuro en los procesos de producción minera. Con esta conquista le dieron un freno a la invasión de las empresas extractivistas y sus cómplices gubernamentales, para instalarse, sin tener en cuenta las consecuencias en el ambiente y su correlación inmediata en la vida y la salud de su población.
Ante las nuevas amenazas de instalaciones mineras a través del proyecto productivo para la Meseta, la población, encabezada por la juventud, manifestó su rechazo a los proyectos patronales-gubernamentales-burocráticos en masivas movilizaciones y expresiones múltiples durante el año, que alcanzaron una fuerte extensión en distintas localidades y masividad en noviembre pasado.
Pero las amenazas siguen latentes. Las embestidas patronales-gubernamentales acechan. Desde su asunción al frente del Ejecutivo, fueron visibles los guiños del presidente Fernández. “El gobierno nacional ya anunció su deseo de avanzar con la megaminería y actúa en consecuencia. Se aumentaron los beneficios económicos para las mineras con una baja del 12% al 8% a la adecuación de los derechos de exportación de metales. Casi como una continuidad con la ley de inversiones mineras elucubrada en los ’90, el andamiaje jurídico para un negocio perfecto. En su intención por revertir la situación de Chubut, una de las siete provincias en la cual está prohibida la megaminería, el gobierno de Alberto Fernández le propuso a Chubut que el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerda estuviera al frente del frente del Consejo Federal de Minería.” (Opsur, 17/11/20)
El 21 de diciembre pasado, como un anticipo de festejo de Navidad, encumbrados empresarios y sindicalistas se congregaron para dar el apoyo al gobierno de la provincia y su proyecto minero. Con argumentos, desde ya, defensores del trabajo, de la defensa del empleo, y una larga cháchara que es acorde a los tiempos críticos de pandemia y al discurso oficial que corrieron durante el año y continúan. Pero dando una alternativa para reventarnos, no para “salvarnos”. Los “salvadores”, en realidad, no pregonan la apertura de la megaminería en defensa de nuestros bolsillos y nuestra vida, sino en defensa de las ganancias empresariales y sus “padrinos” en el arco político-sindical.
Para muestra, basta ver el video de ese pobre diputado defendiendo sus “ingresos” a toda costa.(*) Nadie del gobierno salió a defenderlo, pero tampoco ninguno de sus miembros lo denunció públicamente y menos que menos ante la Justicia.
Este variopinto arco empresario-sindical recorrió las localidades de Madryn, Trelew y Comodoro Rivadavia. Allí, en la intersección de las rutas 3 y 26, se encontraron con el gobernador, quien dirigió unas palabras de agradecimiento a los presentes: “Los gremios ‘nos están acompañando porque estamos haciendo las cosas bien y mirando el futuro de la provincia’, dijo el mandatario que no dudó en calificar que ‘es un día histórico para Chubut’. Les agradeció de modo enérgico a Jorge Ávila (Petroleros Privados) José Llugda (Petroleros Jerárquicos), Jorge Taboada (Camioneros), José González (Comercio), como así también a la UOCRA y todos los participantes de la movilización.” (Infogremiales, 23/12/20)
Así las cosas, los “muchachos” sindicalistas hicieron una demostración de fe arcionista y empresarial que “conmueve”. “Conmueve” pero les puede durar menos que un suspiro. Recordemos el festejo de gobierno y empresarios de Mendoza en 2019, cuando modificaron la ley 7722 (homónima en esa provincia de la 5001) en la Legislatura para abrir las puertas de la megaminería y… les duró seis días (del 21 al 27 de diciembre). El gobernador, ni lento ni perezoso, anuló las modificaciones de un plumazo… el costo político podía ser su sillón en la Casa de Gobierno. La Legislatura siguió sus pasos… y la 7722 sigue vigente.
Desde los trabajadores, las mujeres y la juventud de Chubut es imperioso aunar esfuerzos de lucha y organización para volver a salir a las calles a repudiar este acuerdo que nos catapulta no a la “producción y el trabajo”, sino al “infierno”. La alternativa a la unidad de nuestros opresores la tenemos que crear desde abajo, poniendo nuestros intereses en primer lugar y así podremos evitar caer en sus manos: los de los explotadores y sus cómplices.
(*) Ver izquierdaweb, 15/12/20. Chubut: Viralizan video de legislador pidiendo coimas para impulsar proyectos mineros