Una ola de protestas inundó China en las últimas 48 horas. La desastrosa política de «Covid Cero» del gobierno chino se combinó con las paupérrimas condiciones de vida para hacer estallar el descontento de la población.
Las movilizaciones comenzaron en el centro de país, en la ciudad de Zhengzhou, provincia de Henán. Allí los obreros de la megafábrica FoxConn (que fabrica la mayoría de los IPhones del planeta) se rebelaron contra el confinamiento arbitrario y las condiciones de super – explotación dentro del establecimiento. Se estima que uno 20.000 trabajadores se «fugaron» de la llamada «ciudad fábrica», además de protagonizar enfrentamientos con la policía en los que pudieron verse barricadas.
En el otro extremo del país, al noroeste, la ciudad de Urumqi, región de Xinjiang vio comenzar casi simultáneamente la ola de protestas. Allí, en la llamada «mayor ciudad de Asia Central» el descontento popular estalló cuando 10 personas fallecieron en un incendio y no fueron atendidas por el servicio de emergencias debido a las restricciones del «Covid Cero». Durante las protestas, los manifestantes cantaron el himno nacional chino, especialmente los versos que rezan: «levántense los que se rehúsan a ser esclavos». Un mensaje directo a la burocracia del PCCh que gobierna china.
Salvo por el caso de Urumqi, las mayores movilizaciones se concentran naturalmente en la región oriental del país, la más poblada y urbana. En Beijing, la capital, y Shangái, una importante sede financiera, la situación es particularmente tensa.
En Shangái los manifestantes eligieron como punto de concentración la Avenida Urumqi (nombrada en referencia a la capital de Xinjiang, donde comenzaron las protestas). El canto más escuchado pedía a Xi Jinping y al Partido Comunista Chino que «de un paso al costado». Los medios internacional hicieron hincapié en que hace décadas no se atestiguan protestan antigubernamentales como estas. No todos los días se escucha a ciudadanos chinos pedir la renuncia de su gobierno.
Eso es obviamente por la enorme represión. La policía respondió con arrestos generalizados y sitió la Avenida Urumqi con vallas, en un intento por «pacificar Shangái».
En Beijing la patada de inicio la dieron los estudiantes de la universidades de élite Tsinghua, que se reunieron en el campus de la institución el domingo y el lunes por la mañana. Pero las protestas más grandes se dieron en las cercanías de la ribera del Liangma, en el llamado «tercer anillo» de Beijing. Allí los cientos de manifestantes entonaron cantos contra la represión y la censura. Los ánimos ya parecían caldeados en Beijing. Hace un mes, los medios reprodujeron la imagen de banderas colgadas sobre el Puente Sitong en repudio al Congreso del PCCh.
Wuhan, la enorme ciudad que vió «nacer» al Covid en 2019, también presenció las movilizaciones contra el «Covid Cero». Durante el domingo y el lunes centenas de manifestantes recorrieron la ciudad exigiendo el término de las restricciones.
Similar escenario se vió en Chengdu, donde cientos de manifestantes se reunieron con la calle Wangping y ondearon papeles blancos, un símbolo de la lucha contra la censura. Otro grupo marchó por el puente Dorgmen. También en Guangzhou se reportaron grandes movilizaciones en distintos puntos de la ciudad.
Movilizaciones de menor tamaño se reportaron en las ciudades de Nanjing, Dali, Changsha y Xi’an. Es claro que el epicentro de las protestas está en Beijing y Shangái, pero las movilizaciones no han terminado de extenderse. Incluso en Hong Kong, una región de innumerables particularidades, se reportaron protestas. Y pequeñas movilizaciones de apoyo se dieron en ciudades del exterior como Tokio.