“Cuando llego a casa y mis dos pequeños empiezan a sollozar es como las golondrinas que anuncian la primavera y la vida nueva. Es la reminiscencia de nuestro pasado y a la vez el anuncio del futuro. Le pedimos a Dios que estas condiciones cambien y que los niños crezcan sanos.”
Felix Maur, en una de las cartas dirigidas a Sane Maur, mi bisabuelo, desde el gueto
En 1941, Rosa y Felix, mis tíos bisabuelos, polacos judíos que habían sido recluidos en el gueto de Varsovia, escribieron dos cartas a su hermano Sane Maur. Él había viajado junto a su esposa y sus hijos hacia la Argentina, unos años atrás, y se había asentado en Córdoba con su familia. Durante ochenta y tres años, las cartas que mis familiares escribieron permanecieron guardadas hasta que el interés de conocer acerca de mi propia historia familiar me llevaron a hablar con mi madre y su primo Sergio, quien me acercó las cartas prolijamente escaneadas a través de un mail. A partir de ahí, contacté a la Asociación de Maestros de Polacos de Argentina (PONA) para solicitarles la traducción de ambas cartas. Ana, secretaria de la Asociación, me respondió rápidamente dando cuenta de que se trataba de documentos importantes, además del valor personal que tenían, y ofreció su servicio de traducción con bastante gentileza. En el transcurso de la traducción, Ana encontró que una parte de la carta había sido escrita en ruso; se trataba de la dirección del hijo de Rosa, que se había exiliado hacia una región remota de Rusia.
Las cartas que son transcritas a continuación expresan las preocupaciones sencillas y humanas que mis familiares tenían ante la terrible situación que estaban viviendo. Se lamentan no haber seguido el camino tomado por mi bisabuelo Sane, se preocupan mucho por la situación de los demás y al mismo tiempo reconocen la alegría que puede tener un ser humano en medio de tanta barbarie, como es el nacimiento de dos hijos, que hoy serían mis tíos abuelos segundos. Como se puede observar, solamente tenían un pequeño trozo de papel del tamaño de una postal para escribir. Hay, además, un detalle en la segunda carta, firmada por Felix y su esposa Hania, que resume la política nazi de exterminio sobre la población judía: la palabra “Polonia” ha sido tachada en los datos del remitente y, en su lugar, se ha escrito “Alemania”. Ambas cartas tienen el sello del Judenrat (consejo judío de la ciudad colaborador de los nazis) y el sello del Reichsadler. De los familiares de mi bisabuelo, Rosa, Felix y Hania, no se supo nada más. Probablemente fueron llevados a un campo de exterminio. Tampoco se supo nada más del hijo de Rosa.
Recuperar este tesoro que son las cartas de mis familiares es parte de la recuperación de la conciencia histórica sobre la humanidad, sobre la barbarie capitalista y sobre el propio pasado familiar, que no hace más que reafirmar las convicciones socialistas que uno va forjando al calor de su experiencia militante. En aquella época, los nazis quisieron exterminar a un pueblo por el solo hecho de ser judios y así sometieron a millones de personas, entre ellos los judíos polacos recluidos en Varsovia. Ochenta años después, los palestinos son sometidos por el Estado de Israel a la barbarie más absoluta. Recluidos también en distintos guetos controlados por el ejército israelí, privados de luz, gas y agua, han sufrido en los últimos meses el cruel asesinato de más de 45.000 palestinos por el solo hecho de defender su tierra, su lugar para vivir. Seguramente mis familiares polacos, si aún vivieran, se indignarían frente a tanta barbarie sufrida por el pueblo palestino. Es que es una vergüenza que en pleno siglo XXI el genocidio y la política de exterminio étnico y racial sigan existiendo. Los ecos de la resistencia del gueto de Varsovia se pueden escuchar hoy en la heróica resistencia de los palestinos.
Para terminar, quiero expresar mi agradecimiento a Sergio por haberme acercado estas dos cartas. A Ana Palazzo que realizó la traducción del polaco al español, marcando notas al pie que ayudan a interpretar las cartas, y a Natalia Prasnowska por la traducción del ruso al español. La Carta 1 está firmada por Felix (Felek), quien era hermano de Sane, y su esposa Hania. Bolek y Zygmunt son los hijos de Sane, que yo conocí como Bernardo y Segismundo (mi abuelo por línea materna). La Carta 2 está firmada por Rosa, hermana de Sane, que le habla a Eva, la esposa de Sane, mi bisabuela.

Carta 1
Reverso
Remitente F.[1] Maur, Varsovia, Calle Franciszkańska n° 5. Polonia Alemania.
Señor S. Maur, Calle Corro 567, Córdoba, Rep. Argentina.
Sello del Judenrat [Consejo Judío del gueto] de Varsovia, sello del Tercer Reich. Sello postal con fecha o código 21 X 4117 y leyenda “Varsovia C1”
Anverso
Varsovia, 19 de octubre de 1941
¡Mis queridos!
Recibimos su mensaje, por el cual les agradecemos mucho. Nosotros, gracias a Dios, estamos como antes, trabajamos y de algún modo nos mantenemos. Recuerdo las palabras de Sane y me arrepiento mucho de no haberlo escuchado en ese momento. Por otro lado, me alegra que Bolek se haya casado y que le esté yendo bien. Espero que pronto sea padre, y ustedes abuelos. No hay nada más que encantador para un matrimonio que un pequeño bebé. Escribo desde mi propia experiencia. Cuando llego a casa y mis dos pequeños empiezan a sollozar es como las golondrinas que anuncian la primavera y la vida nueva. Es la reminiscencia de nuestro pasado y a la vez el anuncio del futuro. Le pedimos a Dios que estas condiciones cambien y que los niños crezcan sanos. Junto con la carta les envío una foto de mi “trío” para que vean que son encantadores. Y ahora escriban más sobre ustedes, qué hacen Bolek, Zygmunt y ustedes. Les mandamos besos a todos ustedes y también a la Sra. Bolkowa, a quien no conocemos.
Felix con Hania
Carta 2
Reverso
Remitente Ruchla Rottenberg, Varsovia, Calle Marjańska[2] 9/6.
Rep. Argentina, Córdoba, Calle Corro 567.
Sello del Judenrat [Consejo Judío del gueto] de Varsovia, sello del Tercer Reich. Sello postal con fecha o código 20 II 4110 y leyenda “Varsovia C1”.
Anverso
Queridos míos:
Recibí tu[3] carta el 7 de febrero junto con una foto. La alegría fue grande. Enseguida corrí a lo de tu mamá, tu hermana también había recibido una carta de [palabras ilegibles]. La fotografía se la dejé por algún tiempo para que también se alegren[4] con ustedes. Cada una de ellas junto con tu mamá te van a escribir. Te agradezco mucho por los buenos deseos en lo que concierne a mi hijo. Hace ya 6 meses que no tengo noticias de él. Le envié un paquete de cosas abrigadas, un abrigo, pero no sé si lo recibió. Si querés ayudarlo creo que lo mejor sería enviarle paquetes con víveres. Si pudieran rescatarlo y llevarlo con ustedes entonces te pagaría querida Eva con lo que mi difunta madre me dejó como herencia. Sane te dirá qué. Solamente tenés que averiguar si él todavía se encuentra en la misma dirección[5]: Óblast de Arcángel, Velsk[6] [palabra ilegible probablemente terminada en “lina”], Kuwaszeki o Kuwatski Mech-Lasopunkt, parcela Berezowka, M. Rotenberg[7].
Felek y David te van a escribir separadamente, empezando desde el principio de todo. Lamentan no haber escuchado a Sane. La esposa de Felek, Hania, ya dio a luz a mellizos: un varón y una mujer. Llevan los nombres de sus padres. Bolek parece un artista de película, todos están entusiasmados tanto con él como con su joven esposa. Una pareja hermosa… Ojalá [ustedes] reciban muchas alegrías de ellos [de Bolek y su esposa]. Mi hija de alguna manera se mantiene bien. Aún no me hizo abuela, por lo cual me alegro porque no es el momento para algo así. A los Guta ya les mandé 3 cartas pero aún no he tenido respuesta… Dios sabe qué habrá pasado con ellos… No paro de pensar en ellos… Al principio recibí una carta que decía que Guta estaba con los niños en Pau a 850 km de París. Newach se quedó en París. Qué sucede ahora no sé. Me preocupa su destino… gente buena… Sería una lástima que algo les sucediera… Daría mi alma por ellos. Pinkus es demasiado haragán para escribir, se encuentra igual que todos. Regina también te va a escribir, se preocupa porque su suegro está ausente. Yo vivo bien porque estoy con ellos y con su hija. Escriban más sobre ustedes, cómo están materialmente, si Bolek gana un sueldo y si tienen su propia casa. Gracias a Dios ya viene el verano. Me preocupa mucho mi hijo, allí hace 50° bajo cero. Respondeme rápido. Millones de besos.
Tuya,
Rosa
[1] No estoy segura de que sea una “F”, el documento está cortado
[2] Actualmente el nombre de la calle se escribe “Mariańska”.
[3] La carta parece estar dirigida especialmente a Ewa. [Nota: Ewa es Eva, la esposa de Sane]
[4] Para que se alegren la madre, la hermana y tal vez otros familiares.
[5] Lo que sigue hasta el punto final de este párrafo está escrito en ruso. La traducción de esta parte fue hecha del ruso al polaco por Natalia Prasnowska.
[6] Es una conjetura mía que se trata de la ciudad de Velsk, la palabra exacta es “Velskaja”, que sería el adjetivo derivado de “Velsk”.
[7] Por los datos en el reverso de una de las cartas, parece que el nombre “M. Rotenberg” se refiere al hijo de Rosa, quien escribe la carta